tag:blogger.com,1999:blog-14864494586700301072024-02-20T19:42:58.477+01:00La Tradició de CatalunyaSixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.comBlogger153125tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-55665050440452579492023-09-26T08:00:00.009+02:002023-09-26T08:00:00.259+02:00Epitafio a Antonio Correa Veglison<p>Tal día como hoy, un 26 de septiembre del año 1971, fallecía en Madrid Antonio Correa Veglison, quien fuera Gobernador Civil de Barcelona entre 1940 y 1945. </p><p>Contrariamente a lo que cuenta leyenda negra del Franquismo, Correa Veglison no solo no prohibió las manifestaciones culturales catalanas, sino que promovió los bailes públicos de sardanas y autorizó la publicación de libros en catalán, como las Obras Completas de Jacinto Verdaguer. Asimismo, defendió siempre a la clase humilde, llegando a enfrentarse a ciertos sectores de la burguesía barcelonesa, a los que acusó públicamente de fraude en las cuotas de consumo eléctrico.</p><p>Menos conocido aun es el hecho de que Correa Veglison era carlista, y que, aun habiendo aceptado el Decreto de Unificación de 1937 con la Falange Española y el mando del General Franco, siguió actuando como tal y lució siempre con orgullo la boina roja. Tras la muerte de Don Alfonso Carlos, el último Rey carlista de la dinastía original, Correa Veglison, como muchos otros en Cataluña y otros lugares de la Patria, puso su confianza en Carlos VIII para la futura restauración de la Monarquía Tradicional.</p><p>Quien fuera su secretario personal, <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mar%C3%ADa_Gibernau_Bertr%C3%A1n" target="_blank">José María Gibernau Bertrán</a> (otro destacado carlista olvidado), le dedicó a su muerte la siguiente necrológica en <i>La Vanguardia Española</i>:<br /></p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjEMcH5qMrmNMKCrCC-Zmr3wUgYwKnNfKRPRsTygyD_pC0cf02Gjo1j5jUTKiRDsoYYzl-GJmIXNUEd-DOBvZo7P5MJZyqj8wiQpO58gUj4mUa2tpE7tQKBo_lCH4dvUGzbGVS5d4pcjB_dEVXrOIl3QB9X8_Uo7Yh6Nytm93suUX5-qLfzIsS1Em1e" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="182" data-original-width="200" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjEMcH5qMrmNMKCrCC-Zmr3wUgYwKnNfKRPRsTygyD_pC0cf02Gjo1j5jUTKiRDsoYYzl-GJmIXNUEd-DOBvZo7P5MJZyqj8wiQpO58gUj4mUa2tpE7tQKBo_lCH4dvUGzbGVS5d4pcjB_dEVXrOIl3QB9X8_Uo7Yh6Nytm93suUX5-qLfzIsS1Em1e" width="264" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Antonio Correa Veglison (1904-1971)</td></tr></tbody></table><br /><b>Epitafio a Antonio Correa Veglison</b></p><p>Víctima de una grave enfermedad ha muerto Antonio Correa Veglison. Esta es la noticia que ha publicado la prensa de ayer. </p><p>Serán muchos, en este día, los que, especialmente en Gerona y en Barcelona recordarán la figura de aquel hombre, por tantas circunstancias, excepcional. Durante muchos años Antonio Correa Veglison dedicó a las provincias de su mando su inteligencia, su tenacidad y su tremenda ilusión. Tocado con su boina roja y usando normalmente su camisa azul, imagen permanente de unos símbolos que tienen una filosofía y una mística que Antonio llevaba en su corazón y en su cerebro el gobernador civil de Gerona del año 40 y el de Barcelona del 41 en adelante, dedicó 16 horas al servicio de su cargo. </p><p>Los industriales catalanes en aquellas horas difíciles de la reconstrucción nacional encontraron siempre a Antonio Correa a su lado, resolviendo los graves problemas que aquella coyuntura exigía. Los obreros, sin distinción de posturas ni partidismos, tuvieron siempre abiertas las puertas del Gobierno Civil, pidiendo ayuda y, sobre todo, pidiendo justicia. Centenares de veces la figura de Antonio Correo se presentaba en los pisos más humildes de los barrios extremos de Barcelona cumpliendo una obra de misericordia; una obra que para él era una exigencia porque se sentía gobernador civil de todos y al servicio de todos. </p><p>En lo que fue el antiguo Círculo Ecuestre de Barcelona, en aquellos días edificio de la Jefatura Provincial del Movimiento, Antonio Correa dedicaba sus horas más exaltadas a aglutinar a su alrededor a todos los hombres que representaban el 18 de julio. Son a millares los que hoy son obreros, empleados, técnicos, hombres de carrera y que se formaron alrededor de aquel Frente de Juventudes que era la ilusión de Antonio Correa, porque Antonio Correa tenia la idea obsesionante de que la continuación histórica del 18 de julio sólo se podía crear y desarrollar formando unas generaciones que entendieran y sintieran los ideales por los que murieron millares de españoles en nuestra Cruzada. </p><p>Militar por profesión y por convicción, forjado en los ideales del tradicionalismo español y entregado, a corazón abierto, a la poesía, a la mística y a la filosofía de José Antonio en los últimos años de la República Española, Antonio Correa representaba un arquetipo de lo que, al pasar los años, ha sido el Movimiento Nacional. Monárquico con el sentido auténticamente legítimo de la más pura monarquía tradicional. Patriota enamorado de aquella España a la que quería más, precisamente porque no le gustaba. Católico practicante consciente y equilibrado. </p><p>Leal a Francisco Franco sin condicionamientos. Hombre de un valor que rozaba lo heroico sin triunfalismos ni exhibiciones. Y por encima de todo, un exaltado de la justicia social. En este aspecto Antonio Correa tenía quizás su característica más señera. Entendía el sindicalismo español como muy pocas personas y creó a su alrededor unos grupos de hombres entregados y conscientes que aún hoy integran cuadros trascendentes en los Sindicatos españoles y en nuestras Cortes. </p><p>Yo viví a su lado como secretario político tres años inolvidables. Como carlista aprendí de él esta exigencia de unidad que sigue siendo, hoy, la máxima exigencia de nuestro Movimiento Nacional. Fui su secretario, su amigo, casi su hermano. Le conocí íntimamente hasta saber, a ciencia cierta, que Antonio Correa hasta cuando se equivocó lo hizo por generosidad y por ilusión. Por esto puedo afirmar de una manera rotunda que Antonio Correa Veglison ha muerto con la conciencia limpia y el corazón ilusionado. Por eso cuando su cadáver reposa ya en la tierra de su amada montaña, en aquella villa de Cobreces a la que él quería con toda su alma, yo quiero modestamente, humildemente, recordarlo a todos los que le quisimos con el estilo que a él le gustaba por encima de cualquier otra cosa: Con un simple Padrenuestro para que su alma descanse en paz. </p><p>Ha muerto uno de los más inteligentes y leales políticos del 18 de lulio. Conquistó, con méritos propios, el nombramiento de consejero nacional para el que fue designado por el Caudillo. Pero si yo pudiera grabar en su mausoleo un epitafio, seria este: Descanse en paz un hombre bueno e inteligente que amó a Dios y a su patria con generosidad sin límites. </p><p>J. M. GIBERNAU BERTRAN <br />Consejero nacional</p><p><a href="https://hemeroteca-paginas.lavanguardia.com/LVE07/HEM/1971/09/29/LVG19710929-008.pdf" target="_blank">La Vanguardia Española (29-9-1971), p. 8</a></p>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-85434051413164565482023-03-10T12:47:00.001+01:002023-03-10T12:47:29.742+01:00Meditación sobre la fiesta de los Mártires de la Tradición<p></p><div style="text-align: right;">por Ignacio Romero Raizábal</div><div style="text-align: right;">(<i>Igualada</i>, 8 de marzo de 1967)</div><p></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRr8Eve4N1XiXWTn1eylpb4ZxpFWSws5Jh0XvK8-f22mEG-m420RLCvcTM5mtRQYa4-FYG0l8uwpMKBeH6rBURqPQ3Xetm4p69JsrAuRITzBnzYBTmYHvEySOTSzbJsP7VVHiNL8G07jpIPJ9VM7gPhrj_q9REHK60PkpO9UDtu2eIpyT8cQ9Gk5Zt/s403/Ignacio_Romero_Raizabal.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="403" data-original-width="269" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRr8Eve4N1XiXWTn1eylpb4ZxpFWSws5Jh0XvK8-f22mEG-m420RLCvcTM5mtRQYa4-FYG0l8uwpMKBeH6rBURqPQ3Xetm4p69JsrAuRITzBnzYBTmYHvEySOTSzbJsP7VVHiNL8G07jpIPJ9VM7gPhrj_q9REHK60PkpO9UDtu2eIpyT8cQ9Gk5Zt/s320/Ignacio_Romero_Raizabal.jpg" width="214" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ignacio Romero Raizábal (1901-1975)</td></tr></tbody></table><p>Hace ya más de un siglo moría en el destierro el Conde de Molina, el Carlos V de la primera carlistada, hermano de Fernando VII. Y ocho lustros después, otro monarca desterrado, el Duque de Madrid, instituyó la fiesta de los Mártires de la Tradición. </p><p>El 5 de Noviembre de 1895, Carlos VII escribe al Marqués de Cerralbo: </p><p></p><blockquote>«Propongo que se instituya una fiesta nacional en honor de los mártires que desde el principio del siglo XIX han perecido a la sombra, de la bandera de Dios, Patria y Rey en los campos de batalla y en el destierro, en los calabozos y en los hospitales y designo para celebrarlo el 10 de Marzo de cada año, día en que se conmemora el aniversario de la muerte de mi abuelo Carlos V. Nadie mejor que aquel antepasado mío personifica la lucha gigantesca, sostenida contra la Revolución por la verdadera España durante nuestro siglo». </blockquote><p></p><p>Hacía 20 años que acabó la guerra civil. ¡Y cuántas amarguras y desgracias, deslealtades, desdenes y traiciones, le mordieron el corazón en el transcurso de esos 20 años! Amando a España con locura, tiene que andar peregrinando por el mundo sin volver a verla de nuevo. Francia, Inglaterra, América, Bulgaria, Rusia, Rumania, donde se juega la vida en una guerra que ni le viene ni le va. Y otra vez Francia e Inglaterra, y la India, Egipto y Túnez. Al fin, Italia. Y en el veneciano Palacio de Loredán, regalo de su madre, vive en lo sucesivo entre memorias y banderas carlistas. </p><p>En Loredán organiza sus huestes, tras la escisión nocedalina. Pasan por su palacio personajes de toda índole. Entre otros, la Condesa de Pardo Bazán y el padre de los Ortega y Gasset, que se conmueven ante la majestad proscrita, y un estudiante de Bolonia, el Conde de Romanones, ilustre paladín y consecuente enterrador de la Monarquía liberal. También un catedrático salmantino que abandona la postura integrista y escribe al rey una carta legándole a su hijo, entonces muy pequeño pero que hoy vive y bulle y se llama don José María Gil Robles. Y hace íntima amistad con el Patriarca de Venecia, el futuro San Pío X, uno de los más grandes consuelos de su vida. </p><p>En Loredán se casan dos de sus hijas con todos los honores, que no han de ser felices, y la otra le llena de bochorno. Allí recibe la noticia de su repentina viudez, pues en Enero del 93 muere la dulce Reina Margarita, el Ángel bueno de la Causa, en la «Tenuta Reale» de Viareggio, regalo de su padre el Duque de Parma, el abuelo de nuestro Don Javier. Y en Loredán se casa, al otro año, con la Princesa de Rohan doña Berta, el Ángel malo del carlismo, que hará cuanto le sea posible, con su belleza y artimañas, para lograr el imposible de apartarle de sus deberes. </p><p>Han pasado 20 años, y tantísimas cosas... ¡Qué lejos queda el «¡Volveré!» del 28 de Febrero de 1876, ante sus batallones! Peña Ibáñez describe así la escena en su «Historia de guerras Carlistas» : </p><p></p><blockquote>«Caballero en su blanco corcel pasó el Monarca ante aquellas líneas de boinas rojas, albas y azules, entre vítores frenéticos de sus voluntarios, que lloraban... Vibrante trompetería lanzaba al aire pirenaico las notas severas de la Marcha Real... Un paso más y llegó el Rey al puente de Arnegui. Mezclándose músicas, aclamaciones, lamentos y gritos; los voluntarios rompían furiosos sus fusiles...» </blockquote><p></p><p>Pero a pesar del paso de los años y a pesar de tantos pesares, Don Carlos no olvidó. Así, y por eso, diría a sus legitimistas franceses, de los que era candidato al Trono de San Luis: </p><p></p><blockquote>«Antes de ahora he dicho que nunca abandonaría a España, y hoy lo repito: estoy ligado a sus destinos por torrentes de sangre generosa que he visto derramar en mi defensa. Lo juro una vez más: nunca la abandonaré». </blockquote><p></p><p>Los cinco años de guerra robustecieron irremediablemente su amor a España y a sus partidarios. En el prólogo de la lucha escribía desde Suiza: </p><p></p><blockquote>«Los que seguís, mi querido Villadarias, esta bandera, sois más que un partido; sois un pueblo, sois el pueblo español. Yo saludo a ese pueblo, siempre generoso y magnánimo, así en la próspera como en la adversa fortuna». </blockquote><p></p><p>Y a su madre después, en plena guerra: </p><p></p><blockquote>«pero los que valen infinitamente más que todos nosotros son los voluntarios, verdaderos héroes, dispuestos a ser mártires oscuros siempre que se les pide su sangre». </blockquote><p></p><p>Y a raíz de la derrota, dirá en un Manifiesto: </p><p></p><blockquote>«Testigo de vuestro valor heroico en los días de triunfo, y de vuestra abnegación más heroica si cabe en las horas de la adversidad, jamás podrá borrarse de mi alma el querido recuerdo de los que me fueron leales hasta el último momento». </blockquote><p></p><p>Pero esta fiesta de los Mártires, además de su eminente carácter religioso, tiene un significado de fuerte patriotismo. Por eso al año de instituirla, añadirá: </p><p></p><blockquote>«Que la conmemoración de nuestros mártires no se limite a satisfacer una necesidad del corazón y una deuda de gratitud». </blockquote><p></p><p>Y en esa misma línea ha de insistir, más tarde, a Barrio y Mier: </p><p></p><blockquote>«Recomienda, pues, a los nuestros que, sin pompa dispendiosa ni gastos superfinos, antes bien, con la antigua característica de austeridad española, conmemoren ese día, reuniéndose, sobre todo al pie de los altares y en los cementerios donde reposan las cenizas de nuestros mártires, y que no son mansiones de muerte sino recintos de vida y foco de esperanzas legítimas». </blockquote><p> </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyBKBhie-Ur-vc15cI4l1FSsJ8arS05tpRAEnBJl3rYY-BznZrtg2LSDmh0MRLyd5PVd5Z8B-M_2t7zaUI6hthpmikjQSO8_3rIIl5S_xszCoKHL4ntpzP3jpSt7EfMedxmZtLd-E8BKa4xnvRb5F5v-B-3uBBvoMGHsuYQu6_M9u2kUv1aXhCAJm1/s1200/ante%20Dios%20nunca%20ser%C3%A1s%20h%C3%A9roe%20an%C3%B3nimo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="780" data-original-width="1200" height="208" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyBKBhie-Ur-vc15cI4l1FSsJ8arS05tpRAEnBJl3rYY-BznZrtg2LSDmh0MRLyd5PVd5Z8B-M_2t7zaUI6hthpmikjQSO8_3rIIl5S_xszCoKHL4ntpzP3jpSt7EfMedxmZtLd-E8BKa4xnvRb5F5v-B-3uBBvoMGHsuYQu6_M9u2kUv1aXhCAJm1/s320/ante%20Dios%20nunca%20ser%C3%A1s%20h%C3%A9roe%20an%C3%B3nimo.jpg" width="320" /></a></div><br /><p>En la mente de Carlos VII, la fiesta de los Mártires de la Tradición, sobre su doble raíz religiosa y patriótica, luce un penacho de optimismo. Al año de fundarla, días después de lanzar su Testamento Político, concreta: </p><p></p><blockquote>«Descubríos con admiración ante los mártires carlistas. En los rigores del durísimo invierno, dieron a la tierra española con su sangre, la semilla que nuestra primavera verá florecer gallarda». </blockquote><p></p><p>No viene mal aquí, aunque no se escribiese para el tema que nos ocupa, lo que a Fal Conde, en una carta desde Viena, le dijo don Alfonso Carlos:</p><p></p><blockquote>«Dios, que tiene en cuenta tantos heroicos sacrificios, no permitirá que desaparezca nuestra Comunión, firme apoyo de los principios de la Santa Religión y cuya misión deberá seguir aún después, cuando yo no me halle en este mundo». </blockquote><p></p><p>Y vendrán muy a cuento, como broche que cierra estas meditaciones, unas palabras elocuentísimas de Mella, «el más grande tribuno, en los últimos tiempos de la Religión y de la Monarquía», en frase de Claro Abánades, y al que le dijo Pablo Iglesias, tras oírle un discurso en la Asociación de la Prensa, en Madrid : «Si Vd. se hiciese socialista, toda España se haría socialista». </p><p>Fue en Zumárraga, a principios del siglo y en «la mayor concentración política hasta entonces vista en España, a la que acudieron más de 25.000 personas», como asegura Oyarzun en su «Historia del Carlismo», así como que estuvo de incógnito, don Jaime. Veinticinco o treinta años antes de que la lista de los Mártires de la Tradición aumentara torrencialmente con la persecución de la República y en los días de la Cruzada. Y entonces. Mella dijo: </p><p></p><blockquote>«Hemos de triunfar, y no solamente por la virtualidad de la verdad que defendemos, sino por el mérito que tenemos en servirla a costa de sacrificios innumerables. Si Dios lo premia todo, ¿cómo ha de olvidar a este pueblo carlista que le ofrece el ánfora hermosa de sus trabajos por Él, ánfora llena de sus lágrimas, de su sangre, que tres generaciones han derramado, y que la levanta como un cáliz purísimo ante Dios, diciendo: Señor, en los días funestos en que todos te escarnecían, en que tenías sed y nadie aplicaba a tu boca ni una gota de consuelo, el partido carlista te proclamó, te dio su sangre y su vida y te fue fiel hasta el martirio; y cuando te negaban los sectarios del paganismo, no te quedabas en el Calvario sólo con las mujeres, sino que te acompañaba en tu agonía este ejército de cruzados». </blockquote><p></p><p>¡Con qué emoción leería Don Carlos, en su Palacio de Loredán, la reseña del discurso de Mella! Tengo para mí por seguro que recordó su «¡Volveré!» de treinta años atrás, en el Puente de Arnegui. ¿Y por qué no también, el principal motivo por que instituyese la fiesta de los Mártires de la Tradición?</p><div><a href="https://trencadis.diba.cat/dem/catalog/details/diba74315/document_list?&doc=196341&page=&query=" target="_blank">Igualada, periódico bisemanal (8-3-1967)</a></div>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-28266750438377679452023-02-27T17:34:00.017+01:002023-02-27T20:18:44.589+01:00Aplec carlista de Montserrat 2023<p></p><div class="separator" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjxprtuekb2Alx4pxGdcGTtIbqjUldfTzSonyfxnj4GlGsbf-J2kciuNpVxrc5GpHdo5P-FRjyCO2yg0xMCvGsqlIYo8uuw2V16Dqi2cAJyfNPTud6ltP-6VD8XFr9aDGSSxMHAEHGyrJ4v5AX9nX7BvrSlzUC_KkUDntAR_BpLlPWMrj-WLaPlL0ce" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjxprtuekb2Alx4pxGdcGTtIbqjUldfTzSonyfxnj4GlGsbf-J2kciuNpVxrc5GpHdo5P-FRjyCO2yg0xMCvGsqlIYo8uuw2V16Dqi2cAJyfNPTud6ltP-6VD8XFr9aDGSSxMHAEHGyrJ4v5AX9nX7BvrSlzUC_KkUDntAR_BpLlPWMrj-WLaPlL0ce" width="320" /></a></div>Fidels al compromís contret de desgreujar i exigir la restauració del Requetè jacent vilment sostret l'any passat, els carlins, fills, néts i besnéts del Terç de Montserrat que es mantenen fidels als ideals dels seus avantpassats i molts altres tradicionalistes per convicció, amb les seves famílies, vam anar a Montserrat el dissabte 25 de febrer, com ja vam fer l'any passat.<div><p></p><p></p></div>Ni el fred ni les previsions de pluja no va influir en l'ànim dels carlins de deixar palès que la causa de Déu, la Pàtria i el Rei segueix viva i que no aconseguiran esborrar la seva gloriosa història.<div><p></p><p></p>Davant la cripta on estan enterrats molts dels morts en combat de la Croada Nacional de 1936-1939, el nostre capellà, mossèn F. va resar un respons al que vam acompanyar amb les nostres pregàries, tot recordant, com deia l'escultura, <b>el seu exemple i sacrifici</b>.<div><p></p><p></p>Tot seguit, vam realitzar una petita processó fins a l'abadia, amb el sant crucifix per davant i les nostres banderes d'Espanya amb el Sagrat Cor, creus de Borgonya, senyeres catalanes i la bandera històrica del Terç de Lepant. La majoria portàvem les boines rojes i blanques de la Tradició espanyola, entonant càntics religiosos i patriòtics, mentre rebíem les simpaties de la resta de pelegrins. «Tant de bo us facin cas i restaurin el monument», ens deia una senyora. «Visca Espanya!», cridaven uns altres.</div><div><p></p><p></p>Com diu el refrany castellà, «no hay mal que por bien no venga», i en aquest cas la retirada d'un Requetè de pedra ha fet possible que, any rere any, torni a haver-hi requetès de carn i ossos a Montserrat, cosa que als separatistes els ha fet força ràbia quan s'han assabentat de l'èxit del nostre acte <a href="https://twitter.com/Carlisme_catala/status/1629942754410127362" target="_blank">per les xarxes socials</a>.</div><div><p></p><p></p><p>En arribar a dalt, davant de la façana exterior de l'abadia, una jove margarida vinguda d'un poble de la Catalunya de l'altre costat de l'Ebre amb la resta de la seva lleial família, va llegir el següent manifest, que va poder escoltar el mateix abat, que va treure el cap per una finestra del monestir.</p><p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyFcvpE77N9JkwSrP9nq8rWhOI4fphcVq2h7BoOMMsW5haRpP6pPWmg8Hl4Gnx19CSBiEzdKDpwZO70fGIpyw' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div><p><br /></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: center;"><b><span style="font-family: "Times",serif; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">MANIFEST DE L'APLEC DE MONTSERRAT DEL 2023<o:p></o:p></span></b></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;"></span></p><blockquote><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Fa un any vàrem pujar a
aquesta santa muntanya per suplicar a la comunitat benedictina que restaurés al
lloc que li correspon l'escultura del Requeté. En nom d'una Llei de des-memòria
històrica havia estat retirada injustament del lloc on donava testimoni a les
futures generacions. Aquesta escultura ens parlava del que fa dècades va passar
a aquesta terra i ara volen silenciar. Des de fa un any que esperem la resposta
a la nostra petició i l'Abadia segueix muda. És el silenci dels qui no tenen
cura del seu ramat i que denuncia el profeta Isaïes (Is. 56, 10-12) amb
l'apel·latiu dels “gossos muts”.</span><span style="text-align: left;"> </span></p></blockquote><blockquote><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj7KrQoSAAoGIzNiVGQB-8GIJvq6YexLSNSLVmh1jqb1lqMyhSwx_HoM_pUd_KOFroFohi2UnVsvKHp5GGA77yiTgxxQoyubdkOs5dw2TiB56TKQTUJ36GPWgL4w-IAPooVRy2iyLvZJ-_5K2504nZYiBvDDZTM4PEsWCO5ue8w0EHw1NtVfYYFvIr3" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj7KrQoSAAoGIzNiVGQB-8GIJvq6YexLSNSLVmh1jqb1lqMyhSwx_HoM_pUd_KOFroFohi2UnVsvKHp5GGA77yiTgxxQoyubdkOs5dw2TiB56TKQTUJ36GPWgL4w-IAPooVRy2iyLvZJ-_5K2504nZYiBvDDZTM4PEsWCO5ue8w0EHw1NtVfYYFvIr3" width="320" /></a></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Deia el nostre Senyor
Jesucrist als seus deixebles, si vosaltres calleu parlaran les pedres (Lc. 19,
40). Davant el vostre silenci, les escultures, les creus, les plaques i els
Mausoleus que recordaven els nostres màrtirs de la darrera Croada, parlaven per
vosaltres. Aquest era el testimoni llaurat en pedra i ferro que esquitxava la
nostra Pàtria allà on hi va haver persecució religiosa. També aquests monuments
recordaven els llocs on van oferir les seves vides tants i tants voluntaris als
camps de batalla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Avui molts d'aquests
monuments han estat enderrocats o retirats. L'afany del govern socialista per
acabar amb ells coincideix amb el de grups terroristes com ETA que van iniciar
les seves atrocitats atemptant contra tot el que recordés la nostra Creuada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPyW09V2t-LNQuweUk1V2eHmCZixzSEbXA6sq7Q_bhLm4e0jCpSCj7HbEP3qYUtZ981wyDxE2j6luT9aiDSYZgS_VBGZxa81YYyq1E_Mu4j3DmTz6Ys4ffdg-LMB8bNqLr7PHMMOGbZqdNve9yz0rQGd72AS_j0r6rKG3DtwxL0qUdAU12cVs_YRq4" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgPyW09V2t-LNQuweUk1V2eHmCZixzSEbXA6sq7Q_bhLm4e0jCpSCj7HbEP3qYUtZ981wyDxE2j6luT9aiDSYZgS_VBGZxa81YYyq1E_Mu4j3DmTz6Ys4ffdg-LMB8bNqLr7PHMMOGbZqdNve9yz0rQGd72AS_j0r6rKG3DtwxL0qUdAU12cVs_YRq4" width="320" /></a></div><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Els enemics de Crist no
volen que les pedres siguin testimonis de l'exemple i el sacrifici de tants
catalans per preservar la fe de la seva gent gran davant la persecució
religiosa. Dol profundament que ànimes malaltes hagin demolit el Viacrucis de
pedra a Villalba de los Arcos. Era un Viacrucis que va erigir la Germandat del
Terç de Requetès de Montserrat, per pregar i reconciliar els caiguts de tots
dos bands a l'enclavament de quatre camins. Han enderrocat fins i tot el
monument erigit en record i sufragi de les ànimes dels republicans que hi van
caure. Aquest és el seu odi a la creu. Va ser en aquest lloc, anomenat Punta
Targa, on la secció de xoc del Terç va perdre tres quartes parts dels seus
homes que es van llançar a pit descobert i van regar amb la seva sang els
camps. Aquest és l'esperit de lluita i entrega, exemple i sacrifici que volen
que oblidem.<br /><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Pel Terç de requetès van
passar gairebé 2.000 catalans, dels quals 319 van morir en combat i 633 van ser
ferits. Per això, al mosaic de la volta del Mausoleu del Terç, brillen 319
estrelles, una per cadascun dels morts. Aquests estels acompanyen la Moreneta,
als peus de la qual està enterrat Mossèn Ramón Carrera Iglesias, el tan estimat
<i>Pater</i>, mort durant la batalla a Code. Aquesta joventut catalana militava
al camp de la Tradició i de la religió. Molts dels voluntaris eren membres de
la Federació de Joves Cristians, de les Congregacions Marianes, de l´Acció
Catòlica o les Conferències de Sant Vicent de Paül. Per això van ser igualment
exemple d'apostolat.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Arribaren al Terç fugint
de la cruel persecució religiosa exercida implacablement a la Catalunya
republicana. A aquesta Catalunya es van produir 2.441 assassinats
d'eclesiàstics. Entre ells tres bisbes de les nostres diòcesis (sense comptar
amb el bisbe Polanco), 1.538 sacerdots, 824 religiosos i 76 monges. A ells cal
sumar gairebé 6.000 seglars assassinats vilment i de la sang dels quals és en
última instància responsable Lluís Companys. L'historiador Josep Maria Solé i
Sabaté reconeix que durant aquest període es va produir una autèntica “orgia de
sang” i “un dels episodis més tristos de la història de Catalunya”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Avui som als peus de la
Moreneta per suplicar-li que ens doni forces per no oblidar l'ofrena de sang
que va permetre que la fe tornés a Catalunya o la restauració d'aquesta
comunitat benedictina de la qual van morir 23 monjos màrtirs. No volem que
caiguin en l'oblit el nostre bisbe màrtir D. Manuel Irurita, els torturats a
les Chekas, als camps de treball; dels “tribunals populars”, els cruels
assassinats a les nits a les cunetes, o de la fossa comuna més gran en què es
va transformar el cementiri de Montcada i Reixach, en què van jeure 1.200
assassinats. Tota llei injusta no és llei, deia Sant Agustí, per això no
reconeixem l'anomenada Llei de Memòria Democràtica. Per què un poble té el
deure de conservar íntegra la memòria per no perdre la identitat.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Els qui han retirat
l'escultura del Requeté pretenen oblidar el que va ser l'esperit de la
veritable Catalunya. I en aquest cas, l'oblit és traïció. Martín de Riquer, un
dels integrants del Terç, recollia en el seu <i>Quadern de combat</i> el sentir
d'aquells herois: “Mai com aquells dies he sentit les paraules deure, honor,
Espanya, Catalunya, pronunciades amb més serietat i en el seu autèntic sentit ;
i les frases com: <i>Tens por? - Jo només temo Déu</i>; o <i>Estàs preparat? –
Sí, no tinc res a témer</i>, us asseguro que eren dites amb un convenciment
ferm i decidit. I malgrat tot, el bon humor no es perdia mai”. Aquest esperit
és el que reflectia l'escultura que amaguen els nostres ulls. Ella representa
catalans com el gironí Ramon Camps Nogués que moria defensant la seva posició a
la Batalla de l'Ebre cridant “Visca Espanya”, en la seva llengua catalana que
era l'única que coneixia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Són tantes les històries
d'amor a Déu i a la Pàtria que es van viure al Terç que mai no les acabaríem de
contar. Només cal recordar que de entre els seus homes van sorgir 22 vocacions
religioses. Un explicava com va néixer la seva vocació en ajudar a morir un correligionari:
“La sang li sortia a raig del seu pit trencat. Les bombes caien per tot arreu i
era impossible demanar ajuda. Se'm va ocurrir dir-li que reséssim junts l’acte
de contrició i que només havia de seguir-me amb el pensament. Va assentir amb
el cap i vaig començar el Senyor meu, Jesucrist… El ferit, amb la mirada girada
a un costat de la barraca, repetia fatigosament les meves pregàries mentre la
seva veu s'anava apagant. No va poder continuar i ja només movia els llavis
ensangonats fins que vaig acavar l’oració. Mai havia fet un acte tan gran i
important com ajudar a morir un home. Llavors vaig decidir fer-me capellà”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Oh Santa Maria de
Montserrat! Estem segurs que no permetràs que es perdin en l'oblit les gestes
dels teus fills i l'amor que van professar a Vós, al vostre Fill, a Santa
Església i a la Pàtria. Que ells segueixin il·luminant el nostre combat aquí a
la terra. I tu, Mare Santíssima, protegeix a nosaltres els teus fills en
aquestes hores de foscor i confusió. No permetis que defallim en la defensa de
la fe i les nostres tradicions, ni que la sang dels nostres màrtirs sigui
estèril. Et demanem, com cantava Verdaguer, que:</span></p></blockquote><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;"><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: center;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">“Des del
cim d'eixa muntanya<br /></span><span style="font-family: Times, serif;">beneïu nostre país,<br /></span><span style="font-family: Times, serif;">beneïu tota l'Espanya,<br /></span><span style="font-family: Times, serif;">feu-ne vostre Paradís”.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: justify;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;"></span></p><blockquote>Restaura Senyora aquesta
Santa Muntanya, La nostra terra catalana i la Pàtria sencera. I després del
combat en aquesta vida acull-nos al Cel com vas acollir als teus estimats
requetès del Terç que reposen als teus peus esperant la Resurrecció de la carn
i el judici final. A canvi, ens conjurem a lluitar pels nostres sacrosants
ideals amb totes les nostres forces sense rendir-nos mai. Així ho prometem i
així ho farem.</blockquote><o:p></o:p><p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: center;"><span lang="CA" style="font-family: "Times",serif; mso-ansi-language: CA; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Visca la
Mare de Déu de Montserrat!<br /></span><span style="font-family: Times, serif;">Visca la Catalunya hispana
i cristiana!<br /></span><span style="font-family: Times, serif;">Visca sempre Espanya!<br /></span><span style="font-family: Times, serif;">Visca Crist Rei!</span></p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-top: 6pt; text-align: center;"><span style="font-family: Times, serif;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhTo7tx5EhsgxTKoD4-HSSjOAp1ClnJ9c4D4BtjxAdBtdAkQAwR2sPDAuzWv4Q--zOBNUojTcHR4t_GUs0cXHNNm8bN7SpKF96a90JaRCmDLbHM9rDHXi-KaJLqw83gkoXE21XLDWZXwNB9n24jCBeOTGARczdsp0hTrb7f2h5-txAoCzO-zhpMYnA4" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhTo7tx5EhsgxTKoD4-HSSjOAp1ClnJ9c4D4BtjxAdBtdAkQAwR2sPDAuzWv4Q--zOBNUojTcHR4t_GUs0cXHNNm8bN7SpKF96a90JaRCmDLbHM9rDHXi-KaJLqw83gkoXE21XLDWZXwNB9n24jCBeOTGARczdsp0hTrb7f2h5-txAoCzO-zhpMYnA4" width="320" /></a></div><br /><br /><p></p><p></p></div></div>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-61437219317095110502023-01-21T16:54:00.001+01:002023-01-21T16:54:26.594+01:00Así nacieron los Sindicatos Libres en Barcelona (1919)<p style="text-align: right;">por Eduardo Comín Colomer</p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuo_10Ef55re-usAuMRnmaO3IqBaiwMxFdA_e2qOP_eV4v8ZtaLVcqTMnuxhdD8T6XyacZY6Rkv0XeDKiFrZ43gGUWUC4SWhqrcaxagGMPG6oLYQQa9nApgeKZ6BwixpJFRa32EIIPtfbmLYVaftQNsIQ8fLN5m3ju_KsYqkYXmAr_2xopAIxcFDoe/s377/Eduardo%20Com%C3%ADn%20Colomer.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="377" data-original-width="222" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuo_10Ef55re-usAuMRnmaO3IqBaiwMxFdA_e2qOP_eV4v8ZtaLVcqTMnuxhdD8T6XyacZY6Rkv0XeDKiFrZ43gGUWUC4SWhqrcaxagGMPG6oLYQQa9nApgeKZ6BwixpJFRa32EIIPtfbmLYVaftQNsIQ8fLN5m3ju_KsYqkYXmAr_2xopAIxcFDoe/s320/Eduardo%20Com%C3%ADn%20Colomer.png" width="188" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Eduardo Comín Colomer<br />(1908-1975)</td></tr></tbody></table><p>Corría el mes de octubre de 1919, cuando —precisamente el día 19— tuvo lugar una reunión en la calle Tapinería, número 32, principal, de Barcelona. Aquel local era la sede del Ateneo Obrero Legitimista y albergaba en dichos momentos a un centenar de trabajadores. El motivo de la asamblea era muy concreto: «tomar acuerdos relacionados con la lucha social.» </p><p>Ocupaba la presidencia Juan Constant, quien explicó que recibida una petición de lugar de reunión formulada por un grupo de asociados al Ateneo, les había sido concedido aquel salón. Seguidamente, Ramón Sales, miembro de la Sección de Acción político-social del mismo Centro, «Crit de la Patria» («Grito de la Patria») fue autorizado para hablar. Concretas sus primeras frases: se trataba de buscar el contacto entre los obreros socios del Ateneo Obrero Legitimista «para ver si todos convenían en que había llegado la hora de libertarse del salvaje yugo terrorista». </p><p>Se identificó Sales como afecto al Sindicato Único Mercantil (CNT), resaltando que no quería seguir contribuyendo a la obra anárquica llevada por la Organización. Insistió en que el cenetismo era una imitación del caos ruso y ningún obrero consciente podía seguir en sus filas.</p><p><br /></p><p><b>EL AGUA ENVENENADA </b></p><p>El metalúrgico Francisco Farré, adhiriéndose a lo dicho por Sales, refirió que los «Únicos» habían asesinado a varios compañeros suyos, trabajadores de la Casa Girona, al envenenar el agua que bebían en la sección. Para quien quiera comprobar este hecho le remitimos, sencillamente, a los periódicos barceloneses del 20 de agosto de 1919. El resumen de la noticia es: </p><p></p><blockquote>«En la fundición Girona, ocho obreros no asociados bebieron agua de un cántaro, que, al parecer, estaba envenenada. Dos de ellos murieron rápidamente y seis pasaron al hospital en grave estado.» </blockquote><p></p><p>Completaremos la nota diciendo que el total de los fallecidos fue de cuatro. A continuación surgió el contradictor, en la persona de Miguel Fernández, del Ramo de la Madera y delegado anarcosindicalista en los talleres Ribas y Pradell.</p><p>Enumeró las reivindicaciones conseguidas por la acción sindical y justificó su oposición a crear una nueva entidad, señalando que «debilitaría a la existente». </p><p>El resto de los que hablaron fueron los reseñados seguidamente, con sumaria .el indicación de sus opiniones. </p><p>Salvador Framis no creía que llegara a producirse escisión en los obreros, por ser esencialmente obrera la organización que se pretendía, por lo cual, siendo para todos iguales las cuestiones económicas, contarían con el apoyo de todos los sindicatos, sin distinción entre éstos. </p><p>Milian, carpintero de oficio, veía con simpatía la fundación de una entidad sindical, más acorde con el sentir de los obreros, por no estar él conforme con el amor libre y demás prédicas de los Sindicatos Únicos, exteriorizadas en sus periódicos.</p><p>Roger de Lluria, dependiente mercantil, era favorable porque los trabajadores tenían que defenderse del egoísmo patronal, sin verse precisados «a pagar bandas de asesinos». </p><p>José Rafa, de la barriada de Sans, manifestó que ya era hora de dar el pecho y la cara por la libertad de los hombres de ideal. </p><p>Pedro Mediavilla se manifestó contrario al nuevo organismo, pero afirmó que no iría nunca en contra de lo que se acordara. Desempeñaba el cargo de Delegado del Sindicato Único en la Hispano-Suiza. </p><p>Ruperto Lladó, dependiente mercantil, tronó contra los excesos del Sindicato Único, estando conforme con actuar en su contra. </p><p>Vives, de la barriada de San Andrés, aclaró que hacía tiempo que trataba de salirse del Único por ser inhumano y contrario a sus ideales; pero no se había atrevido a dar el paso solo. Aseguró que en aquel momento eran muchos los obreros dispuestos a dejar las filas de los sindicatos dirigidos por el anarquismo. </p><p>A juicio del cotizante del Ramo del Agua, Rivera, había que seguir en el Único y depurarlo si era posible. </p><p>El dependiente mercantil Gaya, se adhirió a la creación del nuevo Sindicato.</p><p>Para el reunido Aizcorbe era necesaria la creación de una entidad similar a los Sindicatos del Norte (4). </p><p>Esta orientación fue inmediatamente combatida por Ramón Sales, diciendo que en Barcelona no podía hablarse de Sindicatos católicos, considerados siempre «amrillos».</p><p>De forma muy distinta se expresó el trabajador apellidado Jaca, que consideró que el Único aplastaría inmediatamente a quienes se les opusieran. </p><p>Garriga estaba conforme con nuevo Sindicato, siempre y cuando hubiera «mejor administración que en el Único». </p><p>Otros hombres de filas continuaron expresando opiniones; unos en pro y otro en contra de nueva entidad sindical. Cuando se habló de someter la propuesta a votación hubo protestas por ambas tendencias, estimando que si alguien quería formar un Sindicato podía hacerlo sin arrastrar a nadie.</p><p><br /></p><p><b>DOS SINDICATOS FRENTE A FRENTE Y CON LA PISTOLA EN LA MANO</b></p><p><b><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEimS4K45tBJGKTFlKiSXpPtyOzeLUV2DE77bPJZihWbJ7s9KbDu7Wg_WJRg0De7-s7X_j5fJq2bJtOJJAXU3xtK5mz8RRmoKZ8gjtc6lq7rAGaivec5JuwkiQkgSxixYMUHVKrJLUxsZtR5rypKoSmApUWCzpaQZvVOZvbsMnCXw4fJQdofiXMaaTWb" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="343" data-original-width="261" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEimS4K45tBJGKTFlKiSXpPtyOzeLUV2DE77bPJZihWbJ7s9KbDu7Wg_WJRg0De7-s7X_j5fJq2bJtOJJAXU3xtK5mz8RRmoKZ8gjtc6lq7rAGaivec5JuwkiQkgSxixYMUHVKrJLUxsZtR5rypKoSmApUWCzpaQZvVOZvbsMnCXw4fJQdofiXMaaTWb" width="183" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Ramón Sales Amenós <br />(1893-1936)</td></tr></tbody></table></b></p><p>Y, naturalmente, no tardó en producirse el alboroto, acusándose a quienes no querían votación de temer a los pistoleros del Único. Pero quedaron deslindados los campos, formándose dos grupos en la misma sala del Ateneo Obrero Legitimista en que se verificaba la reunión. Los partidarios del Sindicato Libre comenzaron a discutir las líneas generales de orientación de la nueva entidad. Salvador Framis entendía adecuada la organización regional, de momento, con secciones de cada población. De entrada, Ramón Sales defendió como denominación la de «Sindicato Libre Regional», convencido de que serían muchos los del Único que pasarían a sus filas, cansados de la tiranía del acratismo. Luego se irían creando secciones o sindicatos de Ramo, conforme ingresaran nuevos asociados. </p><p>Mediante votación secreta, quedó designada la siguiente Junta directiva.</p><p>Presidente: Ramón Sales; Secretario, José Baró; Tesorero, Salvador Framis. Vocales, Antonio Cavestany, Ruperto Lladó y José Gaya. </p><p>Los Delegados nombrados por el mismo procedimiento eran: </p><p>De San Andrés, Tomás Vives y Ruperto Lladó; de Sans, José Rafa y Pedro Porta; de San Martín, Francisco Farré y Pedro Mediavilla; de Hospitalet, Cipriano Casas y Ginés Mirete, y de Badalona, José Arqués Montaña y Pedro Torrens. </p><p>Poco tiempo después, más de la mitad de los mencionados habían caído bajo el pistolerismo anarquista. Tenemos a mano, en el momento de escribir estas líneas, referencia de Tomás Vives, asesinado el 3 de abril de 1920; de Pedro Torrens, el 12 de mayo del mismo año, y de las heridas originadas por disparos hechos contra Cipriano Casas, el 9 de junio de igual año. </p><p>Voy a citar a Pestaña. Ángel Pestaña Núñez, a quien habrá de mencionar en otras ocasiones, publicó un libro, «Lo que aprendí en la vida» (5) al que, indudablemente, se dio mucho importancia, aceptándose sus puntos de vista y no sólo en lo relativo a pistolerismo y atracos obra de elementos anarcosindicalistas, sino a todo género de cuestiones sociales. La fecha de aparición de la obra no podía ser más favorable a lo que tal «líder» era y representaba (1934) y, sobre los Sindicatos Libres establecía tajantemente: </p><p></p><blockquote>«Los Sindicatos Libres, ficción que sirvió para engañar a la opinión pública española, haciendo creer que para acabar con el terrorismo del Sindicato Único los mismos obreros, pero que no pensaban como los que orientaban a aquél, habían organizado otros Sindicatos, y a los actos de fuerza y terror respondían con otros actos de terror y fuerza, no eran sino grupos dispersos de la banda organizada por la patronal y encuadrados en unos minúsculos Sindicatos católicos que existían en Barcelona, de cuya dirección se apartó a los que la ostentaban hasta entonces, se colocó a los miembros de los Requetés a que hemos hecho referencia y se les cambió de denominación. Esta es la verdad pura y desnuda»</blockquote><p></p><p>Pero esa no era la verdad, ni pura, ni desnuda y eso le constaba positivamente a Pestaña, como le constaba su campaña desde «Solidaridad Obrera» contra don Manuel Brabo Portillo, apoyada en cartas falsas. Y menos mal que reconocía la existencia del «terrorismo del Sindicato Único». Por la transcripción de la sesión constitutiva del sindicalismo «libreño» habrá podido apreciar el lector cual fue el objetivo de aquel y la asistencia a la reunión dé trabajadores de diversas tendencias, así como el rechazo de la idea de dar a la entidad un tinte católico.</p><p>Las organizaciones de este tipo que existían en Barcelona, continuaron funcionando como tales y algunos de sus afiliados cayeron también frente a los grupos de acción anarquistas.</p><p><br /></p><p><b>MARTÍNEZ ANIDO, GOBERNADOR DE BARCELONA </b></p><p></p><div class="separator" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjbraNoI5uhvjLEVt1GCkNzwNOwJj7N5KTovHgeEvmzqhO6R8NZZq8aPhbyk0fqtuuohxPw5k4VbqImpJViHWpV0CohrfxuxnHtLUUo4qm8MQadfP-sBIz7y6EJecLkkDy-dq4J7WmOUhi0z7TIWdRsDYBA1b4Co2DkokQoC0BZW9pf5IaAthflsqIb" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="426" data-original-width="297" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjbraNoI5uhvjLEVt1GCkNzwNOwJj7N5KTovHgeEvmzqhO6R8NZZq8aPhbyk0fqtuuohxPw5k4VbqImpJViHWpV0CohrfxuxnHtLUUo4qm8MQadfP-sBIz7y6EJecLkkDy-dq4J7WmOUhi0z7TIWdRsDYBA1b4Co2DkokQoC0BZW9pf5IaAthflsqIb" width="167" /></a></div><p></p><p>Volviendo al tema principal, referiremos que la Junta procedió a la redacción del Reglamento que fue presentado en el Gobierno civil. Bastante trabajo costó la inscripción de la entidad, pues las cosas iban demorándose inexplicablemente. Los «libreños» como expone Baratech (6), ante las dilaciones en devolvérseles el duplicado de los estatutos, decidieron comenzar su actuación, aunque reuniéndose cada vez en lugar distinto de la ciudad, para evitar las represalias de los «únicos» que no tardarían en producirse. </p><p>El Rvdo. P. Juan N. García Nieto (7) —y queremos que el lector recuerde previamente las fechas en que fueron agredidos algunos «libreños», conforme hicimos constar— escribió:</p><p></p><blockquote>«La C. N. T., con todo su ardor anarquista, se preparó para la lucha. El mismo día 8 de noviembre de 1920, cuando Martínez Anido era nombrado gobernador civil de Barcelona, se constituyeron las «Juventudes Sindicalistas de la C. N. T., para «responder» a los atentados cometidos por el Sindicato Libre.» </blockquote><p></p><p>La afirmación la estimamos gratuita, como la que a continuación transcribimos:</p><p></p><blockquote>«De hecho, el Sindicato Libre no se cuidó de formar instituciones obreras y en su seno aparecieron grupos armados, similares a los del anarcosindicalismo, aunque de signo contrario.» </blockquote><p></p><p>Nos extraña mucho, además, esa rotunda afirmación del Rvdo. P. García Nieto, por cuanto en la relación de obras que ofrece como consultadas hace figurar «Los Sindicatos Libres de España», aunque apreciemos algunos errores en la referencia, como dar 1937 de fecha de edición, siendo realmente 1927, y citar «Baratech, Alfaro», como autor, siendo Feliciano Baratech Alfaro. Si la obra se consultó, el examen hecho debió ser muy somero, no obstante ser libro imprescindible para tratar de los Sindicatos Libres españoles. Entre otras razones, contiene la descripción de reuniones y congresos, así como de entidades dependientes de la organización. Insisto en que resulta raro pasar por alto el funcionamiento de entidades «libreñas» como los Sindicatos de Empleados de Banca, de la Catalana de Gas y Electricidad, para toda la región; de Peleteros, de Obreros vaqueros, del Mercantil, de Panaderos, de Carreteros, de Ferroviarios, de Peluqueros y barberos, de tabernas, bares y análogos; de cocineros, de doradores, de Albañiles y peones, de chocolateros, de espectáculos, de camareros y ramos de la piel, de Artes Gráficas, de curtidores y charoleros, de teléfonos, de profesiones varias; de cerveceros, de vidrieros, textil, del agua de Carpinteros y otros muchos más. De donde resulta que el Sindicato Libre se cuidó de encuadrar a sus afiliados en las consiguientes entidades profesionales, no obstante, el criterio de referencia.</p><p><br /></p><p><b>"SOLIDARIDAD OBRERA" AL SERVICIO DEL ESPIONAJE ALEMÁN</b></p><p>Pero hemos de volver a Gerald Brenan para puntualizar ciertas cuestiones por él afirmadas.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgeyirKy7ZVofmzl16rBaGo5NsOZXM3EAN_0p-yOjcEJ-DVgvh_7IqOd_MClZXr79TkWfOi60RzEY3W3LBXmFvTI4nYl32aeKWnVgfWEzqmof6nx-khkuFdldZ7jF6XfV-wa452RVEtoxf7dlcx5pXlor_lvhOPPrn6ID-zsnYf6FJLtKhse1kHx4w3" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" data-original-height="370" data-original-width="265" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgeyirKy7ZVofmzl16rBaGo5NsOZXM3EAN_0p-yOjcEJ-DVgvh_7IqOd_MClZXr79TkWfOi60RzEY3W3LBXmFvTI4nYl32aeKWnVgfWEzqmof6nx-khkuFdldZ7jF6XfV-wa452RVEtoxf7dlcx5pXlor_lvhOPPrn6ID-zsnYf6FJLtKhse1kHx4w3" width="172" /></a></div><p></p><p>Pestaña (8), al referirse al periódico «Solidaridad Obrera», dijo: </p><p></p><blockquote><p>«...Cuando los individuos que desempeñaban los cargos de administrador y director vieron que la organización abandonaba sus deberes y peligraba el diario por falta de medios económicos, en vez de confesarlo dignamente y llegar a la suspensión del diario si era preciso, optaron por el camino tortuoso de aceptar dinero del servicio de espionaje alemán...»</p><p>«El procedimiento seguido para aceptar aquellas cantidades que el espionaje daba fue la publicación de artículos muy bien documentados acerca de la emigración de obreros españoles a Francia. Quien quiera enterarse puede consultar la colección de «Solidaridad Obrera» de aquella época y lo verá. Se hizo una intensa campaña contra la emigración. Pues bien: las notas para documentarse y alguna vez los artículos ya escritos eran entregados al director de «Solidaridad Obrera» por un agente del espionaje alemán en determinados lugares de cita que se daban. Frecuentemente era un cafe. Y con los artículos y las notas, el precio correspondiente y estipulado.»</p></blockquote><p></p><p>También quedó constancia de que los Sindicatos Libres fueron constituidos el 19 de octubre de 1919 y de que el general don Severiano Martínez Anido toma posesión del Gobierno civil de Barcelona el 8 de noviembre de 1920. Además de demostrar que aquél no intervino para nada en la fundación, pues se los encontró en marcha, cae por su base la afirmación de haber sido los «libreños» quienes tomaron la iniciativa en las represalias. Recomendamos el repaso de esas bajas sufridas por los «libreños», ya mencionadas, anteriores al nombramiento del general para gobernador civil de la Ciudad Condal. </p><p>Brenan menciona la creación de un Sindicato de Banca, a despecho de la fuerte oposición de los banqueros. Esto podía hacer reflexionar a cualquiera, llevándole a pensar que los sindicatos libres no eran instrumentos de la Patronal, pero Brenan no lo entiende así. Además, podemos aclarar que en Barcelonia existía una sociedad de empleados de Banca y Bolsa, fundada precisamente por los propios banqueros. Y a principios de 1920 quedó establecido el Sindicato de Empleados de Banca y Bolsa, que obtuvo el reconocimiento patronal —tras muchas dudas— el 6 de noviembre del mismo año. Hasta el 17 de julio del siguiente no ingresó en bloque dicho Sindicato en la Organización «libreña». Comprendemos la contrariedad de banqueros que propala Brenan; pero los elementos de la Confederación Nacional de Sindicatos Libres fueron ajenos a la fundación que luego habría de engrosar sus filas.</p><p><br /></p><p>Tomado de Comín Colomer, Eduardo: <a href="https://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=2001121896&presentacion=pagina&posicion=18" target="_blank">A pistoletazo limpio en las calles de Barcelona</a>, <i>Aragón Exprés</i> (28/2/1973), págs. 18-19 </p>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-76032461595093473792022-12-17T15:12:00.008+01:002022-12-17T15:50:26.102+01:00Historia del mellismo en Cataluña<p><b> TRADICIÓN, CATOLICISMO, PATRIA, MONARQUÍA: LOS MELLISTAS</b></p><p>Unos doscientos comensales llenan el 7 de junio de 1921 el salón de actos del Hotel Majestic para escuchar a Juan Vázquez de Mella. Este concluye su intervención así: «Gracias a todos desde el fondo de mi corazón, y, para expresaros mi sincera gratitud, dos vivas que resumen mi pensamiento: ¡Viva la Religión! ¡Viva Cataluña!». Los asistentes aplauden y le contestan con más vivas a la religión, Cataluña y España. Desde la mesa presidencial el político saluda. Detrás de él una enorme bandera española. Está acompañado de la Junta Regional Tradicionalista de Cataluña, sus correligionarios en su nueva aventura política. Juan Vázquez de Mella lleva ya tres días en Barcelona. </p><p>Ha pronunciado un mitin en el Teatro Goya y tiene otro programado en el Centro del Ejército y la Armada. Ha venido de gira propagandística para defender su programa político. Su proyecto ha dividido a los carlistas. Ha roto con el pretendiente don Jaime y los jaimistas no se lo perdonan. En su llegada al apeadero de Gracia se dieron los primeros incidentes; las fuerzas del orden tuvieron que recurrir a mangueras de riego para separar a mellistas y jaimistas. Al día siguiente, durante el mitin, nuevas trifulcas entre jaimistas que habían entrado a reventarlo y mellistas que tratan de expulsarlos a patadas. El carlismo barcelonés muestra, una vez más, su perfil más bronco. </p><p>Juan Vázquez de Mella había destacado como diputado tradicionalista en las Cortes, en las que ocupó escaño desde 1893 a 1916. Tanto como parlamentario, como en los innumerables mítines en los que participó, destacó por su oratoria, acompañada de un tono de voz áspero y duro. Director de prensa y teórico del tradicionalismo, rompió en 1919 con el pretendiente don Jaime. Las primeras desavenencias habían estado motivadas por la postura ante el conflicto europeo. Vázquez de Mella, admirador de los imperios centrales, se mostró como un decidido germanófilo, frente a la defensa de los aliados que hada el pretendiente. Esta fue una de las causas de la escisión, pero no la única. </p><p>En 1919 Vázquez de Mella presenta su nueva organización, un partido católico tradicionalista. Su programa político trata de dar una salida posibilista al carlismo, dotarlo de más realismo para conseguir su desarrollo político. Habla de monarquía tradicional, voto imperativo, representación por clases y regionalismo federativo. Se pone el énfasis en la unidad de la patria, pero respetando el foralismo y, en el tema social, se muestra partidario del corporativismo. A pesar de participar en las elecciones, aboga por una dictadura militar que acabe con el parlamentarismo liberal. La cuestión dinástica, fundamental para los jaimistas ortodoxos, se convirtió en algo secundario. El mellismo aspiraba a superar el enfrentamiento entre ortodoxia carlista y alfonsismo liberal. Añadían a su credo una defensa cerrada del catolicismo, una postura integrista respecto al tema religioso. Su lema era «Tradición, Catolicismo, Patria, Monarquía». Aspiraban así a liderar un gran proyecto contrarrevolucionario, una federación de extremas derechas, pues según su fundador la lucha había de ser con las extremas izquierdas, ya que los partidos moderados estaban condenados a desaparecer. </p><p>Es un proyecto político antiliberal y contrarrevolucionario con semejanzas a otros que surgieron en Europa tras la Primera Guerra Mundial. En suma, una derecha autoritaria que veía con buenos ojos el golpe de Primo de Rivera, convirtiéndose en firmes defensores de la Dictadura. Esto lo acercó a un reconocimiento de facto de la rama alfonsina. </p><p><br /></p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgNR6h19FDILM8qlXI7U5plXJh5Oxj22igKUhaHTjSlgzW48k9z2CwThegtm4gvVF0UA_SzqrQ5hgtTA8n7uJGK7gESpAtbCHb8aOcev9-r1PqKxq687oJ8dmtnTsKMuH-xjDpVg-sJM8l-Ir3Hv-G-Jk0jRA3n_fijUF2H2Z9zhw2JQu_RZ9-KteDx" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="1092" data-original-width="753" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgNR6h19FDILM8qlXI7U5plXJh5Oxj22igKUhaHTjSlgzW48k9z2CwThegtm4gvVF0UA_SzqrQ5hgtTA8n7uJGK7gESpAtbCHb8aOcev9-r1PqKxq687oJ8dmtnTsKMuH-xjDpVg-sJM8l-Ir3Hv-G-Jk0jRA3n_fijUF2H2Z9zhw2JQu_RZ9-KteDx=w220-h320" width="220" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Número de <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_Pensamiento_Espa%C3%B1ol_(1919-1922)" target="_blank"><i>El Pensamiento Español</i></a><br />que daba cuenta de uno de los mítines <br />de Mella en Barcelona en 1921.</td></tr></tbody></table><br /><br /><p></p><p>En Cataluña, las ideas de Vázquez de Mella, ya antes de la escisión, habían seducido al sector más españolista del carlismo, opuesto a los acuerdos y las alianzas con la Lliga Regionalista. Además, este sector era el más clerical y ultraderechista del tradicionalismo catalán. Francisco de P. González Palou, fundador del Círculo Obrero Tradicionalista La Margarita y del Requeté en Barcelona, explicaba las razones que le llevaron a separarse del jaimismo y abrazar el mellismo: «la estrecha alianza con el catalanismo, la negativa de don Jaime a contraer matrimonio, la consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles en mayo de 1914 por el rey don Alfonso XIII [...] y el manifiesto de Don Jaime [...] desautorizando a los que durante la guerra mundial de 1914 se pusieron de parte de los imperios centrales». Españolismo, integrismo y germanofilia. </p><p>Los mellistas catalanes convocaron una asamblea regional en mayo de 1920 en el Círculo Tradicionalista El Loredán de Badalona para organizarse. Asistieron más de un centenar de delegados. Allí estaba su jefe regional, el abogado <a href="http://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2018/08/nuestros-martires-teodoro-de-mas-y.html" target="_blank">Teodoro de Mas</a>, el también abogado Pedro Vives, el canónigo <a href="http://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2021/02/el-canonge-montagut-ressenya-dun-llibre.html" target="_blank">José Montagut</a> o Ildefonso Cebriano, director de Monarquía Cristiana. Mella puso especial interés propagandístico en Cataluña, donde pensaba que sus ideas autoritarias y tradicionalistas podían encontrar eco en unos momentos de grave enfrentamiento social y político, donde ya existía un «partido militar» y una derecha que pedía mano dura. En junio de 1921 Vázquez de Mella se embarcó en la gira propagandística por Cataluña que hemos visto y que, además de a Barcelona, lo llevó a Badalona, Vic, Girona, Olot y Tarragona. </p><p>En Barcelona, los mellistas se habían agrupado en 1920 en el Círculo Católico Tradicionalista. En agosto abren la que será su primera sede, en Alta San Pedro, hasta entonces local de sindicatos católicos. En el momento de su inauguración no llegaban a la cincuentena de socios. Crecerán. Su presidente es el abogado Pedro Vives Garriga, un veterano carlista, ferviente germanófilo, sospechoso de espiar para los alemanes. Vives es, además, hombre de acción. Había estado implicado en peleas callejeras en sus años mozos, en 1909 fue detenido por atropellar a Santiago Gubern, diputado del Centre Nacionalista Republicá, y era acusado por los cenetistas de haber pagado a pistoleros del Sindicato Libre y de servirles de enlace y coordinador desde el Círculo. Durante el mitin de Vázquez de Mella en Barcelona, Vives no dudó en ir a buscar a los alborotadores jaimistas que habían silbado y pataleado al inicio del acto. De resultas de la trifulca resultó mordido en un dedo. </p><p>En Badalona, la escisión mellista se hizo durante unos años con la dirección del Círculo Tradicionalista El Loredán, la principal entidad carlista de la ciudad. De sus filas saldrán algunos de los fundadores de las Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista (JONS). Pero eso es una historia que conoceremos más adelante. </p><p>Los mellistas del Círculo Católico Tradicionalista dieron un apoyo entusiasta a la Dictadura de Primo de Rivera. En noviembre de 1923 celebraron una asamblea para reorganizarse tras el golpe militar. Se nombró una nueva directiva y se aprobó «exteriorizar un aplauso fervoroso y una felicitación efusiva a la gestión purificadora realizada por el Directorio». Como premio por su apoyo, Pedro Vives será nombrado concejal del Ayuntamiento de Barcelona en 1924. En ese cargo se mantendrá hasta 1930. Disuelto el mellismo como organización política tras la muerte de su fundador en 1928, sus antiguos partidarios barceloneses se convirtieron en un grupo de apoyo a la Dictadura. Sus características, más ultraderechistas que tradicionalistas, las vieron reflejadas en el nuevo régimen. Vives siempre defenderá que «en el terreno político» debían cooperar con la labor de Primo de Rivera «ya que después de haber barrido a los partidos políticos que empobrecieron a España, nos libró de la anarquía, que amenazaba hundirnos en el caos, y ha resuelto el problema de Marruecos merced a su clarividencia y energía». A pesar de ello nunca se disolvieron dentro de la Unión Patriótica, como sí hicieron sus correligionarios de Badalona o Manresa. </p><p>El Círculo tiene juventudes, sección dramática y de Excursiones y Tácticas, que encubre actividades paramilitares. Pronto llegarían a ser dos centenares de socios. Además de por su españolismo, la entidad destaca por su integrismo católico. En 1925 son los principales promotores de un peregrinaje a Roma con motivo del Año Santo. Esos días, por las salas de la entidad atruena la voz del canónigo José Montagut, organizador de la expedición. Montagut, proveniente de la corriente integrista del tradicionalismo, se había convertido en un firme defensor del programa de Vázquez de Mella. Sus ortodoxos principios católicos y el decidido españolismo del mellismo casan a la perfección con el integrismo religioso y feroz anticatalanismo del padre Montagut. Para el canónigo está claro el objetivo de la peregrinación: «una manifestación de españolismo en la capital del cristianismo». Además, como sabemos, se convirtió en un fanático primorriverista y publicista de la Dictadura. </p><p>En octubre de 1926, el Círculo Católico Tradicionalista lanza su propia publicación, <i>Plus Ultra</i>. Su objetivo es «elevar en cada corazón español un altar de veneración perpetua a la SANTA MADRE ESPAÑA». El españolismo, el antiseparatismo y la defensa de la religión llenarán sus páginas, sin descuidar las loas al Directorio y al dictador. A pesar de salir con pretensiones de «semanario de batalla», solo publicaron seis números en su año y medio de existencia. </p><p>El mellismo barcelonés no estuvo exento de tensiones internas. En marzo de 1924 se organizó, al margen del Círculo Católico Tradicionalista, la Juventud de Acción Tradicionalista. La presidía Francisco de P. González Palou, al que ya conocemos. Duró poco, ya que un año después se disolvió cuando un sector cuestionó su colaboración con la Dictadura. El secretario era José M. Thió Rodés, que en 1920 había participado en la Unión Española de Estudiantes de Cataluña, y como bibliotecario figuraba Ildefonso Cebriano, al que conoceremos mejor. </p><p>Otros disidentes del Círculo Católico Tradicionalista crearon en febrero de 1927 el Círculo Social Tradicionalista de Barcelona. Estaba presidido por el médico Ramon M. Condomines. Tenían su sede en el local del Centro de Defensa Social de la calle Cucurella. Más que una organización política, se trataba de una entidad cultural dedicada a conmemorar la onomástica del rey, el aniversario del golpe de Estado y a organizar actos musicales y de exaltación católica.</p><p><br /></p><p>Tomado de <a href="https://books.google.es/books?id=f93dDwAAQBAJ&pg=PT47#v=onepage&q&f=false" target="_blank">Mota Muñoz, José Fernando (2020) «¡Viva Cataluña española!: Historia de la extrema derecha en la Barcelona republicana (1931-1936)», págs. 47-50</a></p>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-64452577337332964892022-03-16T07:04:00.000+01:002022-03-16T07:04:00.189+01:00La entrada triunfal de los carlistas en Olot en 1874por Miguel Juanola Benet<br />
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Bullen de carlistas el 12 de marzo de 1874 las proximidades de Castellfullit de la Roca, aprestados todos para una grande empresa. Los ha concentrado allí Savalls, por haber «picado la espía». A la confidencia de que una fuerte columna de infantería, artillería y caballería mandada por el general Nouvilas hállase en Besalú, con el propósito de salir prontamente para levantar el sitio que desde hace algunos meses tienen puesto a Olot los voluntarios de la Legitimidad, el popular caudillo carlino, situado en su Cuartel General de Las Presas, manda reunir todas sus huestes en aquel estratégico pueblo. «Es preciso cerrar él paso al adversario», dícese para sí Savalls, al tiempo que en sus adentros, con los ojos de su innata sagacidad, adivina la llegada del momento que acaricia ambiciosamente desde algún tiempo: conseguir una victoria sonada, que le acredite como General en Jefe de los carlistas catalanes.<br />
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En efecto: por la carretera de Gerona avanza la columna de socorro a Olot, con un total de. 3.000 hombres, a la que se agrega en Tortellá una compañía de voluntarios tan republicanos como contrabandistas.<br />
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<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibhG0qguGDm4xV3b2vPWjEvb7aS5T6ZPZ6iHstjOro4HKJKV9xzEK4qkqNFLGG2ArngHN_EbB7iVhfp2SSgpfm3Uek85duSZy5gWesUNC3lKay5myplOiIEboFQTDLreQX9nKzKoDurCA/s1600/Acci%25C3%25B3n+de+Castellfullit.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="728" data-original-width="944" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibhG0qguGDm4xV3b2vPWjEvb7aS5T6ZPZ6iHstjOro4HKJKV9xzEK4qkqNFLGG2ArngHN_EbB7iVhfp2SSgpfm3Uek85duSZy5gWesUNC3lKay5myplOiIEboFQTDLreQX9nKzKoDurCA/s320/Acci%25C3%25B3n+de+Castellfullit.png" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Acción de Castellfullit entre la columna Nouvilas y la facción Savalls <br />(<a href="http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0001082103&page=5" target="_blank">La Ilustración Española y Americana, 30-3-1874</a>)</td></tr>
</tbody></table>
Lo mismo que el gato al ratón espera Savalls a Nouvilas en Castellfullit de la Roca, en cuyo acantilado ve su gran bastión y mejor fortaleza. Además, intercepta la carretera en todos los virajes con trincheras y barricadas. No obstante, más impaciente para la caza de la presa que aquel mamífero, Savalls decídese a ir a buscarla donde se encuentre, ante la tardanza del enemigo. Pero entonces —14 de marzo— descúbrele en su avance por la parte de Montagut. Diríase que Nouvilas ha olfateado el acecho carlista en aquel paso obligado de su marcha, pues en lugar de continuarla por la carretera, inclina su columna hacia la derecha, flanqueando la montaña de Santa Bárbara, para soslayar la lucha en condiciones desfavorables.<br />
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Inmediatamente descubre Savalls la táctica de Nouvilas, así como su verdadero objetivo. Este quiere penetrar en Olot por el punto más accesible, o sea por la parte de San Juan las Fonts, deslizándose por la cuesta de Torrellas. De aquí que seguido ordena aquél a Galcerán a que le cierre el camino. Mientras, con la rapidez de los soldados aguerridos quedan apostadas las tropas carlistas en el círculo de montañas de Toix. Tan luego se mete la columma de Nouvilas en tal círculo, Savalls, que dirige la operación desde la cima del monte Canadell, exclama en un transporte de gozo y exhalando un profundo suspiro: «Esta noche cena conmigo».<br />
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En el lazo tan astuta y diestramente preparado por Savalls en una improvisación genial, cae la columna Nouvilas. Y estrangulada queda ésta al oprimirlo enérgicamenté el caudillo ámpurdanés. Porque tan pronto como suena el cornetín de órdenes de Savalls lanzando al espació el toque de pasar al ataque que repiten innúmeros cornetas, desencadénase la acometida así por la vanguardia como por los flancos arrecia prestamente el ataque desde aquellas cumbres, e incluso por la espalda cortando la retirada. Los liberales defiéndense como pueden en la planicie, pero ya no les es posible deshacer la jugada. Por un lado los Guías de Savalls, por otro los bravos de Auguet, por otro más los fieros muchachos de Miret cuyo denuedo alcanza la lereza al ver a su jefe que después de vendarse con un pañuelo la herida que recibe en una pierna continúa como si tal cosa en la dura refriega, todavía por otro los valientes voluntarios de Galcerán y por otro aún los de Vila de Prat baten con su fuego cruzado a la desventurada columna. El ataque es tan sangriento que llégase a la lucha cuerpo a cuerpo; iniciase luego la desbandada, consiguiendo escapar unos cuantos a Francia por las escabrosidades pirenaicas y otros a Olot, y solamente la batería, del heroico capitán Temprado resiste hasta agotar las granadas. Al pie de sus cañones muere este bravo militar junto con su leal sargento Gámez. Pero son bastantes más los que han mordido el polvo y oliendo a pólvora yacen en el campo de batalla. Cuéntanse hasta 170 muertos, en tanto que 2.300 hombres con su general en jefe caen prisioneros de los voluntarios de Don Carlos. Además, cuatro piezas de artillería y más de cien caballos constituyen el botín de este extraordinario descalabro liberal.<br />
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<div style="text-align: center;">
* * *</div>
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Por la puerta de Pavía acaba de entrar en Olot una pareja de carabineros, el aspecto de los cuales da lástima. Brillan las estrellas en el cielo azul cuando trasponen el umbral del portal fortificado. Han llegado después de un gran rodeo, jadeantes y sudorosos; los labios resecos, las narices y las cejas cubiertas de polvo y unas profundas ojeras les surcan los párpados. Sus vestidos de uniforme ofrecen un mísero estado por las huellas que han dejado en ellos las malezas de los montes y vienen poco menos que descalzos. Por otro lado, las guerreras en su parte interior descubren un profundo resollar y por el desbroche de sus cuellos escapa la fetidez del sudor que ha empapado la cintura y la pechera de las camisas. Se diría que aquélla, para salir, se encarama por el pelo de aquellos tórax casi al descubierto y pronto semejantes al de los machos cabríos.<br />
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Sin embargo, nada se manifiesta tan lamentable en los recién llegados como la impresión dolorosa de que son portadores. De momento, apenas pueden hacer el relato del episodio al que han asistido, bien que como actores cobardes. Y a fe que vehementemente desean narrarlo; para desahogar el espanto y la pesadumbre que llevan a cuestas; para dar a conocer lo que han sufrido para llegar a Olot con vida, escapando del copo descomunal en el que no cayeron los dos «héroes» por la agilidad de sus piernas.<br />
<br />
Difícil se les hace dar detalles de la catástrofe bélica acontecida en el Toix. No saben más, en resumen, que han salido ilesos de una lucha encarnizada; que son testigos de la gran derrota de la columna Nouvilas, la cual, seguramente ha quedado aniquilada, y que tal vez este mismo general en jefe debe encontrarse prisionero del general Savalls.<br />
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De esta guisa llegan a Olot las primeras noticias de la catástrofe que sembrará prontamente la consternación en todo el campo liberal del Principado. Resístense los anticarlistas y liberaloides locales a darlas crédito, por el momento. En tanto, los olotenses calladamente afectos a la Santa Causa, suspiran de satisfacción y ciertamente emocionados. Presienten éstos que a no tardar han de verse libres de la patulea incivil y desvergonzada constituida por los «cipayos» capitaneados por Juan Deu.<br />
<br />
A poco, no obstante, y cual previera Savalls, su aplastante victoria en el Toix acarrea la rendición de Olot, al segundo requerimiento del marqués de Alpens.<br />
<br />
Después de hacer pasar éste todos los prisioneros por el monte frente a Olot y hacia Las Presas, intima —día 15— la capitulación de la plaza. Recházala en el acto el comandante jefe del Batallón de Manila, que es la fuerza que la guarnece. Sin embargo, no puede evitar qué le abandonen a la sazón un número bastante crecido de voluntarios y paisanos armados, los que se acogen al indulto que les ofrecen los carlistas. Reiterada la intimación en la mañana del 16, tampoco la acepta aquél; pero más pesan ahora los consejos de olotenses prudentes y seguidamente se entra en negociaciones. Su resultado es la capitulación de Olot. Fírmase el pacto y concluido retíranse los destacamentos liberales del Montsacopa y del Montolivet.<br />
<br />
Todo Olot masca ya, desde hace algunas horas, la entrada de los carlistas. Y hasta entre los chiquillos hallan eco los acontecimientos bélicos, con arreglo, claro está, a la ideología de las respectivas familias. Ningún comentario de la chiquillería es tan elocuente, no obstante, como el de una niña de padres harto distinguidos por su recalcitrante liberalismo. Al llegar por la tarde al Colegio de monjas del Inmaculado Corazón de María se encara con Sor X, que tuvo que reprenderla un día por su pretensión en colarse en los departamentos claustrales y le dice con insolente descaro y precoz ironía:<br />
<br />
—Hoy sí que deben estar contentas ustedes.<br />
<br />
—¿Por qué hija mía?<br />
<br />
—Sí, porque van a entrar los carlistas. A éstos no les negarán ustedes pasar al claustro. Como que sudan agua bendita...<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqx4My9v4uiqHOBzT8LIZ-Ys8BY7a-R2HXhFGj6qHKWeUrTcsX8g-b7vaSAkSyx-h2y6jwkl4Pdalx0rq5MbKBiDY_ZJfQgOqpPxYRB8biYeVcpROkI94ZPhhj4EpFe8kdaqnh2blHhIc/s1600/Francesc+Savalls.png" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="522" data-original-width="343" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqx4My9v4uiqHOBzT8LIZ-Ys8BY7a-R2HXhFGj6qHKWeUrTcsX8g-b7vaSAkSyx-h2y6jwkl4Pdalx0rq5MbKBiDY_ZJfQgOqpPxYRB8biYeVcpROkI94ZPhhj4EpFe8kdaqnh2blHhIc/s320/Francesc+Savalls.png" width="210" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Francesch Savalls <br />(La Pera, 1817-Niza, 1886)</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Y así es como al declinar el día 16 el ejército carlista hace su entrada triunfal en Olot. Con la voz metálica alborozada de sus campanas echadas al vuelo la población saluda al vencedor, mientras el sol desde el ocaso escarlata enciende aún más el brillo de las armas victoriosas y aviva con destellos sangrientos el bermejo de la boina legendaria. Los balcones y ventanas de las casas que no han sido deshabitadas lucen colgaduras de los más varios colores y en la villa toda retumban los acordes de las tres charangas y bandas de cornetas que amenizan el desfile de los infantes de Don Carlos. Savalls con su Estado Mayor ocupa el sitio preferente, y atusándose los bigotes con evidente afectación va recogiendo la grande alegría con que reciben los olotenses al ejército de la Tradición española. Jamás, por otro lado, ha visto Olot, como hoy, la marcha marcial de una tropa tan holgadamente orgullosa de su victoria, y no son pocos los que creen a pies juntillas que ha sido ésta un milagro del Cielo.<br />
<br />
Los liberales olotinos, sin embargo, hallan buen paliativo a su enorme desengaño atribuyendo a venta infame y asquerosa lo que ha sido derrota irrefutable. Bien les ha dado alguien contundentes pormenores del gran desastre de la columna de socorro a Olot mas hasta a sus criaturas procuran infundir en lo posible el desprestigio de los carlistas contándoles docenas de mentiras. Savalls, empero, pronto las desmiente, con un rasgo estupendo, digno de la caballeresca generosidad de los carlistas. El general carlino autoriza para el día siguiente la salida de las fuerzas rendidas del Batallón de Cazadores de Manila, en número de mil hombres, conservando las armas y diez cartuchos cada soldado, es decir, con todos los honores de la guerra, y acompañándolas hasta Bañolas varios jinetes carlistas.<br />
<br />
Lo que aparece realmente incomprensible es que el jefe de estas fuerzas rendidas, entregando a Savalls cinco cañones, quinientos fusiles y grandes depósitos de municiones, sea recibido en Barcelona con muestras de afecto por el Capitán General del Principado.<br />
<br />
Pero nada importa eso a Olot. Sí, en cambio, improvisar el adecentamiento urgentísimo de la iglesia parroquial de San Esteban habilitada por Juan Deu para cuartel de «cipayos» y convertida en escenario de sacrilegios y profanaciones horrísonas. Que en ella debe celebrarse, como así acontece, en efecto, el día 18, un soJemne «Te Deum» en acción de gracias, por la victoria conseguida.<br />
<br />
Ni que decir tiene que con la capitulación sin pena ni gloria de Olot, disuelto ha quedado su Ayuntamiento. Para sustituirle y regir la vida civil, Savalls nombra la Real Junta de Gobierno. Presídela D. José Saderra Mata y es su Secretario el abogado D. Ramón Torras Tomás. Su labor no ofrecerá nada digno de mención, pues quedará eclipsada por el esplendor del Cuartel general carlista, aunque dará muestras de juicio para no imitar a los republicanos que tantas iniquidades han cometido en la Villa.<br />
<br />
Y Olot; será por un año cumplido la estrella de Cataluña, un año en el que se reintegrarán a sus hogares, un día abandonados, los olotenses que se fugaron para esquivar la persecución de los Republicanos o que fueron desterrados por éstos, un año en que la Villa aparecerá cual hervidero de fuerzas y personalidades del Carlismo, con pomposas fiestas y lucidos bailes en el Círculo Olotense y en la mansión de los marqueses de Vallgornera, y solemnísimos actos patrióticos, con todo el atuendo y aparato militar, especialmente proclamando, en el Paseo de los Infantes y desde el balconaje de la casa de los De Sola, tos «suspirados y venerandos fueros de Cataluña». Un Olot que se recobrará asimismo singularmente en las solemnidades religiosas y que espectará su tradicional «Ball Pla» presidido por Savalls del brazo de la Marquesa de Santa Coloma.<br />
<br />
<br />
Fuente: <i>Los Sitios de Gerona</i> (<a href="https://pandora.girona.cat/viewer.vm?id=0000664086&page=7&search=&lang=ca&view=hemeroteca" style="color: #0066cc; font-family: "times new roman"; font-size: 16px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;" target="_blank">19</a>, <a href="https://pandora.girona.cat/viewer.vm?id=0000664095&page=5&search=" target="_blank">21</a>, <a href="https://pandora.girona.cat/viewer.vm?id=0000664102&page=5&search=" style="color: #0066cc; font-family: "times new roman"; font-size: 16px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;" target="_blank">22</a>, <a href="https://pandora.girona.cat/viewer.vm?id=0000664109&page=5&search=" style="color: #0066cc; font-family: "times new roman"; font-size: 16px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;" target="_blank">23</a>, <a href="https://pandora.girona.cat/viewer.vm?id=0000664116&page=5" style="color: #0066cc; font-family: "times new roman"; font-size: 16px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;" target="_blank">24</a>, <a href="https://pandora.girona.cat/viewer.vm?id=0000664123&page=5&search=" style="color: #0066cc; font-family: "times new roman"; font-size: 16px; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;" target="_blank">25</a> de marzo de 1944)<br />
<strike></strike>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-55276293612929945172022-02-02T21:21:00.003+01:002022-02-02T21:21:21.122+01:00Montserrat 2022: una jornada histórica<p>El pasado sábado día 29 de enero del año de N. S. Jesucristo 2022 tuvo lugar en Montserrat una peregrinación histórica. Peregrinación de desagravio por los ataques sufridos por la Cripta Mausoleo del Tercio de Requetés Nuestra Señora de Montserrat y por la retirada de la estatua del requeté yacente que estaba junto a la misma (y cuyo emplazamiento original fue modificado hace décadas contraviniendo, ya entonces, las cláusulas sobre el mismo). </p><p>Sin especular sobre los designios de la Providencia, no han sido pocas las veces en la historia en que hechos dolorosos suscitan reacciones gloriosas, en las que el bien acaba ahogando en abundancia los deseos de la iniquidad. Algo de eso pasó en Montserrat este 29 de enero. </p><p>El inteligente diseño de un acto en que se esmeraron los detalles más minuciosos canalizó el dolor de un carlismo catalán, y de los simpatizantes del mismo, excesivamente expectante en estos últimos años, desbordando las expectativas más optimistas. Una cuidada liturgia enraizada en la tradición inmemorial de la Iglesia sublimó la naturaleza penitencial y de desagravio de la peregrinación. Una organización representada por todos los sectores del carlismo activo en Cataluña, que supo animar a un carlismo “durmiente” y que se preocupó por velar por la seriedad y gravedad de la convocatoria, contando en este aspecto con el comportamiento ejemplar de los congregados. La determinación de no modificar la previsión del acto pese a las intimidaciones y presiones iniciales del personal de seguridad, que conforme avanzaba el mismo tuvieron que ir aflojando hasta el tramo final, en que el Abad pidió recibir a algunos representantes del mismo a quienes reconoció que le gustaría que todos los asistentes a Montserrat fuesen con el espíritu de esta peregrinación. </p><p>El acto del día 29 no puede quedarse en la anécdota autorreferencial de las facciones virtuales. La Tradición verdaderamente vivificante fue la que se organizó en Montserrat, desde diversos impulsos y debería perpetuarse, volviendo a tener el carlismo catalán al menos una vez al año un acto significativo, netamente tradicionalista, abierto a los linajes históricos, a los que llegan a la verdad del tradicionalismo por maduración intelectual o por la Gracia y a quienes de buena fe se acercan desde otros espectros. Hay que romper la dinámica de actos íntimos y familiares, de los deleites intelectuales, de trabajar únicamente en actividades pías pero de fondo antipolítico y de disolver la identidad carlista en proyectos más amplios, aunque dignos, pero que en último instancia sirven a estrategias confusas o mixtificadoras. </p><p>Que la Virgen de Montserrat siga iluminando las voluntades de los carlistas catalanes para seguir sacando de aquellos hechos tan inicuos la vitalidad de un carlismo alegre y combativo.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiADsQ7rvVZGyqHdR0gyTuYJk5GgklqiiNPCo-feA9YGq57-i4H8HM0cjY9_YSXCagqbwrXXfpoH1tu-4RfJ3mb-CMJQKUTjXZJ8CMMJSEe6CN1WcilSks8FAHw9l3FTh9-CICPi7-_DLjRDA5y9l7kj2DZK38V5ISXjPaS9huJunOBy6_7EID0ipkKfw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiADsQ7rvVZGyqHdR0gyTuYJk5GgklqiiNPCo-feA9YGq57-i4H8HM0cjY9_YSXCagqbwrXXfpoH1tu-4RfJ3mb-CMJQKUTjXZJ8CMMJSEe6CN1WcilSks8FAHw9l3FTh9-CICPi7-_DLjRDA5y9l7kj2DZK38V5ISXjPaS9huJunOBy6_7EID0ipkKfw" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgw2rThgqX0ZZi8XU3rtUqqAUnRt6YYlHjK2p5Iic4FFyaECAE9b5t1FJuhwk4xtj2NG3m1Y1gXGmCL20UDCw4b2N522im7okO0HK_i_QX-LO0EIZZd9wX7J9IAP0Fv4W92fixeLXjqOjOtWzy1jqCXyRpZhw9eSkUC80GqEhZkn8XDOvo2ztQ9gFmd9g" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgw2rThgqX0ZZi8XU3rtUqqAUnRt6YYlHjK2p5Iic4FFyaECAE9b5t1FJuhwk4xtj2NG3m1Y1gXGmCL20UDCw4b2N522im7okO0HK_i_QX-LO0EIZZd9wX7J9IAP0Fv4W92fixeLXjqOjOtWzy1jqCXyRpZhw9eSkUC80GqEhZkn8XDOvo2ztQ9gFmd9g" width="180" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJiirX6QqvOLyvOoXc7uqqONdSbjjicrRu8hmo_McNXkRfEovybAHnAsN1RdGicncyyVDklR7PA5p4z-n9sPNwAfGiYt0Z5uI3lmBVrtUumRG5-F7R8yGBvoHQYg5ib6gS90Mp1Zy1km3maG44bQoU9JrT12vxo3tIp29_DfUOc3OUBolDlGtzlGgvJA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJiirX6QqvOLyvOoXc7uqqONdSbjjicrRu8hmo_McNXkRfEovybAHnAsN1RdGicncyyVDklR7PA5p4z-n9sPNwAfGiYt0Z5uI3lmBVrtUumRG5-F7R8yGBvoHQYg5ib6gS90Mp1Zy1km3maG44bQoU9JrT12vxo3tIp29_DfUOc3OUBolDlGtzlGgvJA" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh5F6a4Iw-syqfqDF9Amb4X4j4oKbUJ1g5Hx1JTFOGpLk-pT6JTuLbH5sxI4D7xbP0vDhaJ4VjWqUmGcFTLEeqP__lgZ9f59qBfVuGzNwHpyc3UTXy-GJXa6oC7A1-FX75imxEOxK-CkGE9ZYekr3vIq1EvV508Lfli4uP_-OxDHEhThN71t820wGPl9g" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh5F6a4Iw-syqfqDF9Amb4X4j4oKbUJ1g5Hx1JTFOGpLk-pT6JTuLbH5sxI4D7xbP0vDhaJ4VjWqUmGcFTLEeqP__lgZ9f59qBfVuGzNwHpyc3UTXy-GJXa6oC7A1-FX75imxEOxK-CkGE9ZYekr3vIq1EvV508Lfli4uP_-OxDHEhThN71t820wGPl9g" width="320" /></a></div><br /><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjx6vQLZcjUQorRL9DrovQWaOjmKoG1fazDvsF-d9TnZU81Q7zuGz7VeTYeyLv0ur2DJ9mElMg9Z70blo-cTpAYHjzBrsoWeT4_iHZEzHE2QONanpM-3ZPcCMz4bLj4qankp4J9CVUoBcbk2Erx9N4qVs0K6cU1lMjUWePJ8Ou0uPgw6_0a4pbzlKzDSw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjx6vQLZcjUQorRL9DrovQWaOjmKoG1fazDvsF-d9TnZU81Q7zuGz7VeTYeyLv0ur2DJ9mElMg9Z70blo-cTpAYHjzBrsoWeT4_iHZEzHE2QONanpM-3ZPcCMz4bLj4qankp4J9CVUoBcbk2Erx9N4qVs0K6cU1lMjUWePJ8Ou0uPgw6_0a4pbzlKzDSw" width="320" /></a></div><br /><br /><p></p>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-31241192490057476652022-01-30T13:45:00.007+01:002022-01-30T19:46:21.073+01:00El precedente remoto del “procés” está en la primera guerra carlista.... pero en el lado liberal<p>Estamos cansados de oír a algunos periodistas, y a gente poco versada en historia, que los orígenes del separatismo catalán están en el carlismo, afirmación gratuita que jamás ha sido demostrada. Lo que sí está demostrado, en cambio, es que el primer catalanismo político, el que surge de las Bases de Manresa de 1892, era liberal y, por tanto, ajeno al tradicionalismo español (véase nuestro anterior artículo <a href="https://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2019/10/el-separatismo-catalan-un-invento-de-la.html" target="_blank">El separatismo catalán: un invento de la masonería de finales del siglo XIX</a>).</p><p>Pero incluso algunos carlistas de hoy se han tragado el cuento de que el liberalismo español en el siglo XIX era, en lo tocante a la organización territorial, un bloque monolítico “centralista” y que fue el “constructor del Estado-Nación” en España (en verdad, el Estado-Nación lo habían hecho realidad en nuestra Patria siglos antes los Reyes Católicos, como <a href="http://reinodegranada.blogspot.com/2019/07/los-conceptos-de-nacion-y-de-estado-en.html">decían acertadamente Juan Vázquez de Mella</a> y los tradicionalistas de antaño), constructo al que supuestamente, dicen, se habría opuesto el carlismo.</p><p>Quienes así piensan se olvidan de que los dos primeros reyes carlistas, Carlos María Isidro de Borbón (Carlos V) y Carlos Luis de Borbón y Braganza (Carlos VI), jamás aludieron a los fueros de Cataluña, a pesar de lo cual hubo numerosas partidas carlistas levantadas en tierras catalanas de 1833 a 1840, de 1841 a 1842, de 1846 a 1849, de 1855 a 1856 y en 1860. De hecho, Cataluña fue la región con mayor presencia carlista tras el convenio de Vergara. Todo ello sin decir una sola palabra de los fueros de Cataluña, que oficialmente seguían suprimidos por el decreto de Nueva Planta de Felipe V. ¿Cómo se explica? Muy sencillo: las motivaciones del carlismo eran fundamentalmente otras.</p><p>Con esto no queremos decir que el carlismo fuese centralista, ni negamos que, con posterioridad, Carlos VII restaurase efectivamente los fueros de Cataluña, que llegaron a convertirse en una reivindicación más (no la principal) de la Santa Causa en el Principado. Lo que sí negamos es que ese bloque monolítico liberal español existiese. Nada más lejos de la verdad. El liberalismo más exaltado siempre fue anárquico y centrífugo. Se vio claramente en el cantonalismo de la década de 1870, pero el tema venía de antiguo. No venían a construir el Estado, ni la Nación, sino a destruir con sus principios disolventes esas dos formas en que se presenta España (para conocer mejor la doctrina tradicionalista al respecto, véase el folleto <a href="https://carlismo.es/wp-content/uploads/2019/04/La-Naci%C3%B3n-y-el-Estado.pdf" target="_blank">La Nación y el Estado</a>). Por contra, el carlismo siempre tuvo una idea política de España y la voluntad de que el orden reinase en todas sus regiones y provincias.</p><p>Como ejemplo de ello traemos hoy un <a href="https://prensahistorica.mcu.es/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=6006520&posicion=3&presentacion=pagina" target="_blank">extracto de la Gaceta Oficial</a> (órgano de los carlistas durante la primera guerra publicado en Oñate), que el 9 de mayo de 1837 se hacía eco de un artículo publicado en <i>El Vapor</i> de Barcelona, denunciando el intento de crear una república catalana. ¿Les suena?</p><p>El órgano de los carlistas escribía:</p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: left;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgZxSd2_vYa-yckQutwEG8v__WhQ_QjSuFkZmbKttt1CXMgjwgvGlyOFYZwyNVU_9qqZ7_nO7vMdkkuwlhiAtOFtjkuVOXNUD3KJ9TR5peCLrpzhPhTJbRQEMqhaMSlHC07zx4FM-6wjPjj65stbRs3blWzB6YtWLTvvc_qORXQAyS6U1VN0hS-LMgKRA=s609" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="313" data-original-width="609" height="164" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgZxSd2_vYa-yckQutwEG8v__WhQ_QjSuFkZmbKttt1CXMgjwgvGlyOFYZwyNVU_9qqZ7_nO7vMdkkuwlhiAtOFtjkuVOXNUD3KJ9TR5peCLrpzhPhTJbRQEMqhaMSlHC07zx4FM-6wjPjj65stbRs3blWzB6YtWLTvvc_qORXQAyS6U1VN0hS-LMgKRA=w320-h164" width="320" /></a></div>El<i> Vapor</i> dice, que en Barcelona se han repartido con profusion folletos incendiarios y proclamas sediciosas, notándose ademas reuniones sospechosas y gritos de alarma: que se han fabricado un gran número de puñales; y en fin, que mil antecedentes demuestran que se trama una conspiracion infernal...<p></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: left;">En efecto (prosigue el mismo periódico) aun se insiste en la idea de constituir una <b>república federativa, compuesta de las cuatro provincias del Principado</b>. La sociedad <i>Madre</i> de Madrid, de acuerdo con la de los <i>Derechos del hombre</i> de París y la de los <i>Vengadores de Alibeau</i>, lo ha dispuesto asi y dirije el movimiento. Se procura inflamar à la multitud, hablàndola de las humillaciones que sufrimos, y ha sido seducida una porcion de proletarios, ofreciéndoles honores y riquezas... Se dice que si las elecciones del nuevo ayuntamiento recayeren en los republicanos, como se espera, seràn celebradas con algazara, con música y demas que es consiguiente... </p></blockquote><br /><p>Por desgracia, mucho nos tememos que seguiremos sin oír nada sobre las <i>bullangas</i> y el liberalismo progresista como el verdadero origen del <i>processisme</i>. Pero los hechos están ahí para quien quiera estudiarlos. Y sí, para el carlismo, al unidad de España es sagrada, innegociable y un fin en sí misma.</p>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-61378687495585348142022-01-20T01:50:00.002+01:002022-01-20T01:57:39.661+01:00La abadía de Montserrat retira el monumento al Requeté caído<p>El profesor Javier Barraycoa, presidente de <a href="https://somatemps.me/" target="_blank">Somatemps</a> y dirigente de la <a href="http://carlistas.es" target="_blank">Comunión Tradicionalista Carlista</a>, es entrevistado por José Javier Esparza en El Toro TV sobre la retirada el pasado 14 de enero de 2022 de la estatua al Requeté del Tercio de Nuestra Señora de Montserrat, frente a la cripta en la que yacen cientos de muertos por Dios y por España:<br /><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="414" src="https://www.youtube.com/embed/zGELPDUWGJM" width="498" youtube-src-id="zGELPDUWGJM"></iframe></div><br /><p></p>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-42829038124338495672021-12-11T01:32:00.011+01:002021-12-11T11:21:17.777+01:00Francisco Palau Rabassó y la Peña Ibérica: Españolismo, tradición y deporte en la Cataluña de los años 20 y 30 del siglo XX<p><i>Declaración de Francisco Palau Rabassó. Fuente: Documentación privada de José del Castillo Álvarez. Tomada de la obra «Falange, Guerra Civil, franquisme: F.E.T. y de las J.O.N.S. de Barcelona en els primers anys del règim franquista», por Joan Maria Thomàs (págs. 437-449)</i>:</p><p><br /></p><p>Difícil resulta poder precisar cuando la distancia del tiempo ha ido velándolas y tengo que fiarlo todo a mi memoria: único elemento de que dispongo al escribir estas líneas. En este bosquejo, por lo tanto, podré confundir algún nombre y preposterar los hechos de la ilación histórica; más no se me podrá tachar de adulterar la verdad ni menoscabar la rectitud de intención. Citaré nombres de amigos, camaradas y aun de enemigos, que podrán testificar cuanto digo y afirmo. De estos unos han muerto, otros han sido asesinados o han caído en la redentora cruzada; pero dichosamente quedan más que suficientes para avalar mi conducta y mis aserciones. Además pública y notoria han sido siempre mi actuación españolista para que ahora pudiera tergiversarla con adornos superfluos. Vendrell y su comarca, Tarragona, Barcelona. Villanueva y Geltrú. Tarrasa, etc., aun no se ha borrado el recuerdo de mi estancia en ellas, y fácil es indagar cuanto a mi respecta. </p><p>No creo necesario deshilvanar, hebra a hebra, el hilo de mi vida. Supongo bastará que anote los hechos precisos que sirvan de mojón con que estaquillar el camino que he recorrido. Extenderme con minucioso detenimiento sería apartarme del objeto de lo que se pretende demostrar. Ya de por si resultan pesados y fatigosos estos memoriales; pues todo lo pasado pierde interés e intensidad emotiva; sólo el actor, el que lo ha vivido, le concede importancia. </p><p>Tampoco me parece oportuno ni ser yo el indicado para desacatar lo que permanece velado al dominio público. Bien que de algún episodio conocido por su acto de realización externo, apunto algo que haga referencia a mi intervención. </p><p>El orgullo de mi labor patriótica no me ciega con la enfatuada presunción de que sea conocida de cuantos han obrado en este sentido españolista en Cataluña. Por el contrario, soy el primero en reconocer de que es natural que haya muchos de estos que no solo me desconozcan sino que incluso ignoren mi existencia Con este trámite obligado encontrarán datos que les oriente para la revalidación que me justifique, de lo que expongo u de lo que omito, acudiendo a las personas que puedan acreditarlo de manera cierta y positiva, y no porque yo se lo haya referido o porque otros se lo hubiesen contado: y así podrán examinarme de frente, de espaldas, de canto y de través. </p><p>Por lo que me estimo no necesario fantasear mi imaginación, ni la ajena, de lo que soy y de lo que hice. Si hay abrojos en la senda de mi ruta, los he pisado, sabiendo lo que hacía a plena conciencia. Nada me duele ya. El sol, encendido y radiante, que hoy contemplan y alumbra a todos los españoles siempre ha alumbrado para mí.</p><p><br /></p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4FE45F-1A9Ynz_xvRU-KPbrLmyaFMfFltMzLRHYRw5OY8UHVSSTM2ejBDXbt-tRakYGYcRfPM8kjsZR2N1kmLVvzOyiaGLZrHks_0QgTpMlv9tc8Le3QHCYqEIdEuE1V76mWDEjmZxCs/" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="381" data-original-width="266" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj4FE45F-1A9Ynz_xvRU-KPbrLmyaFMfFltMzLRHYRw5OY8UHVSSTM2ejBDXbt-tRakYGYcRfPM8kjsZR2N1kmLVvzOyiaGLZrHks_0QgTpMlv9tc8Le3QHCYqEIdEuE1V76mWDEjmZxCs/" width="168" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Palau_Rabass%C3%B3" target="_blank">Francisco Palau Rabassó</a><br />(El Vendrell, 1900-1954)</td></tr></tbody></table><br /><br /><b>FRANCISCO PALAU RABASSÓ</b>, Ingeniero, de 38 años, soltero natural de <b>VENDRELL</b>, Jura ante Dios y por su honor ser verdad:<p></p><p>Ingresé en la «Juventud de Derechas» en Vendrell en 1910. En 1915 me di de alta en el «Centro Tradicionalista» de la calle Puertaferrisa, del «Requeté» y de la «Agrupación Escolar Tradicionalista» de Barcelona. </p><p>A fines de este año me hallé en el tiroteo que hubo en la calle Hospital y plaza Padró por repartir folletos a favor de la neutralidad, «Lerroux y su obra», a los concurrentes al mitin del «Centro Radical» del distrito V. De nuestra parte resultaron heridos Companys y B. Montagut. También intervino Serres (falangista), Centelles, Mediavilla, Cortés, etc. </p><p>En 1916 a causa del discurso de Cambó en el banquete de los 5000 en el parque Güell, fuimos un domingo a obsequiarle con una pita ante su casa y luego a asaltar el local de la «Lliga» en la plaza Cucurulla. </p><p>Ahondadas las diferencias entre los tradicionalistas partidarios de concertar componendas con la «Lliga» y los adversarios de ella, y a raíz de unas elecciones de Diputados provinciales efectuadas en Manresa, asaltamos un domingo por la tarde el «Centro Tradicionalista» de la c. Puertaferrisa. Se me expulsa del mismo porque se tiró un guardia de seguridad por el balcón; éste me parece se llamaba Carratalá. </p><p>De esta época data mi amistad con M. Masana, F. Farrés, J. Gómez, M. Navarides, Serrés, hermanos Balcells, J. Maristany, M. Fernández, M. Castany, etc., que viven aún, y entre los que murieron o han sido asesinados: J. Aymat, B. Montagut, P. Villamor, E. Rico, P. Mediavilla, N. Costa, etc. </p><p>En el curso de 1917 a 1918 la Escuda Industrial de Villanueva y la Geltrú, tenía acentuado matiz catalanista. En el curso siguiente, a pesar de ser un año de exaltada fermentación autonomista-separatista, me atrevo asegurar que éramos mayoría los estudiantes españolistas. En el curso 1919 a 1920 se fundó el «Ateneo Escolar» del que fui elegido presidente, y en el próximo la votación presidiola el secretario de la E.I. y profesor señor Crusat (catalanista de izquierda) —obtuve casi cinco veces más votos que el catalanista. El resto de la candidatura se votó a parte: ganó también la candidatura españolista. </p><p>Invitado por P. Mestres (ex-consejero de la Generalitat) (en aquel tiempo presidente de la juventud Federal), a una manifestación pro-autonomía, no acepté; pero reuniendo a varios estudiantes y requetés nos pegamos a su cola y contestábamos los iVisca Catalunya Lliure! con ¡Viva España una indivisible!. La manifestación fué decreciendo en número, disolviéndose al pasar frente al «Casal Catalá». Al día siguiente con los amigos del día anterior (E. Sebastián, D. Batet, M. Montes, J. Milá, J. lñigo, etc.) nos estacionamos en la Rambla, dando vivas a España y a Cataluña españolista, y ya no hubo manifestación ni «explosions d'entusiasme». </p><p>Un día que la banda del regimiento de S. Quintín daba un pasacalle, al pasar frente al Casal Catalá, los presuntos Vifredos y Fivallers empezaron a vitorear a Cataluña Lliure, contesté la provocación, acudieron otros en mi ayuda (Gil, Pepito, P. Balada, A. Ferret, etc.) y se armó la consabida zaragata. Hubo de salir la guardia civil y no sé qué caramba pasó que se creyeron obligados —catalanistas y federalistas— a celebrar un acto de desagravio a la bandera catalana, recabando a tal efecto la adhesión de los ayuntamientos de la región. </p><p>Con motivo de que cruzara algunas palabras con el alcalde catalanista (señor Soler), este quería expulsarme de Villanueva. Espontáneamente, sin que yo se lo pidiera ni me lo dijera, intervino el secretario de la E.I., señor Crusat, logrando disuadirle sus propósitos. </p><p>Durante el último curso publicamos un periódico (Juventud) de carácter juvenil y de ataque a los catalanistas. </p><p>Pueden dar fe de mi estancia en Villanueva: J. Grau (Exdiputado provincial), A. Ferret, Alegre (jefe Falange), F. Figueras (profesor de la E.I.), cap. Jover, com. Ramírez, ten. cor. Sobreviela, Foradada, F. Soler y J. Sas (exconcejales), Massó Llorens (exdiputado provincial separatista, desterrado cuando la Dictadura, quien siempre se comportó correctamente conmigo a pesar de entrar a clase con un grueso lazo de la bandera española), A. Sedó y R. Barbat (exconsejeros de la Generalitat), etc. </p><p>En 1920 iba a veranear S. Segui (a) Noy de Sucre, en la playa de Comaruga de Vendrell. El S.U. de esta villa contaba, entre hombres y mujeres, más de mil afiliados. Es entonces cuando reuniéndonos 12 amigos fundamos la «Juventud Jaimista». De estos seis han sido asesinados: Bomsons, Baldris, Ribas, Vidal, Miró, Trayner, y Gibert fué fusilado pero solo lo hirieron y pudo escapar con vida; Barot, murió, y restamos Marqués, Gual, Gálvez y el que esto escribe. </p><p>Con anterioridad se había asesinado a un pequeño propietario-labrador (Nin) y a un albañil (Fasi). En un mitin se instó contra J. Marqués y contra mi. Posteriormente se realizaron dos atentados más; el uno Pablo Padro (últimamente diputado por los rabassaires en el Parlamento de la República) y el otro contra un tal Pitxet (en la actualidad lo busca la policía como autor de numerosos asesinatos). Aun cuando resultaron ilesos, sus trajes fueron agujereados por las balas. No había fiesta mayor en los pueblos colindantes que terminaran sin riña. Ya no vino a veranear el Noy de Sucre en 1922, en que la lucha proseguía firme y enconada: ellos perdieron terreno y crédito; nosotros, afianzándolos. </p><p>De Vendrell huelgan nombres, todos me conocen. </p><p>En la Escuela Industrial de Tarrasa se repitió en 1922 lo que en 1918 había acontecido en la de Villanueva. Así se comprende que el Dr. Martínez Vargas (la Dictadura lo nombró Rector de la Universidad de Barcelona) viniera personalmente a inaugurar el ejercicio de 1923 a 1924, casi al finalizar el curso —recuérdese que en la Apertura de Curso de la Universidad de Barcelona se le silbó, y que los catalanistas amenazaron en repetir la pita si se presentaba nueva ocasión, fuese en la ciudad que fuese. Antes de la inauguración oficial del curso, los estudiantes del último año de ingeniero, fuimos requeridos por el secretario de la E.I., señor Ferré. Para tantear la predisposición de los escolares. A sus primeras preguntas respondile en nombre de los presentes (Calleja, Batet, Contreras, Ors, etc.) que le aseguraba un éxito completo. Y resultó un éxito, no escaseando los vítores ni los aplausos. Tan satisfecho se mostró el Dr. Martínez Vargas que prometió interceder cerca del General Primo de Rivera, para que el próximo año de excursión que realicen los nuevos ingenieros de una E.I. de España a cuenta del Estado, fuera designada la de Tarrasa, pues el de aquel año ya se había dispuesto. La excursión se efectuó. Fué una de las más magnificas que ha realizado Escuela alguna. De ella se aprovecharon varios catalanistas, incluso algún separatista. Yo ya había terminado la carrera, y fui, como todos los años a veranear, al lado de mis padres, en Vendrell. </p><p>En 1922 publiqué en Tarrasa un semanario tradicionalista: «El Pistolero». </p><p>En este mismo año se me encargó la organización de los «Grupos Esportivos Iberia» de Tarrasa y de Vendrell. </p><p>En las elecciones de diputado a Cortes de 1923, los catalanistas pagaron 5000 ptas a los «G.E.I.» para que, a Batet y a mí, se nos ordenase salir de Tarrasa el día de la votación, desde las 7 de la mañana a las 4 de la tarde. Después de cenar salimos a la calle con varios requetés a contrarrestar las manifestaciones en que se daban gritos no gratos hasta hostiles a nuestra Patria. Aquella noche el celebérrimo «escamot» Samper (a) Caratallat, el esporman que llevó la pluma de oro a S. Sebastián para que D. Niceto firmarse el «Estatut» tuvo que quedar a dormir en un bar de la calle de S. Pedro. </p><p>Pueden dar fé: Playa, Canals, Tremps, S. Farré, A. Oliva, G. Querol, Hernández, Pujadas, Dinarés, Fitó, F. Belda, Cadafalch, Parés, Abad, J. Ferrer, Solsona, etc. </p><p>A principios de 1923 en una conferencia de Martí Esteve en el centro de Acció Catalana de la calle Cazadors, y en el cual acudimos unos 20 tradicionalistas (A. Oliveras, Rico, Batet, Costa, Querol, Gómez, etc.), se produjo el gran escándalo al decir el conferenciante: «los catalanes no debemos admirar a los irlandeses, sino imitarlos». Todos los presentes, venidos a buenas razones, gritaron ¡Viva España!; siendo, desde luego, Ventura Gassol, Martí Esteve y Matons, los que mas veces tuvieron ocasión de repetir tan altisonante y hermosa frase. </p><p>Recuerdo palabras exactas, entre otras, que dije en catalán a Ventura Gassol: «Mi educación me priva de que insulte a tu madre, pero si hay otras que te hagan tanto daño te las das por dichas, o si no te las inventas». Al acudir la policía —que ellos fueron a avisar—, todos los émulos del alcalde de Cork, no soltaban una palabra en catalán ni por casualidad. </p><p>En 1923 se funda la «Peña Deportiva Ibérica». </p><p>Al advenimiento de la Dictadura recibí orden de movilizar a los «G.E.I.» para ayudar en lo que fuere necesario a su implantación. </p><p>Fué designado el capitán de artillería López Gatell, Delegado gubernativo de Vendrell. Se hizo amigo del grupito catalanista, so pretexto de que había que atraer a los de la acera de enfrente. No simpatizamos. Más tarde desterró a dos caracterizados españolistas: Serra y Olivé, este último director del semanario derechista «El Vendrellense», único de los tres que aparecían en la localidad, que se publicaba en castellano. También amenazó hacer lo propio conmigo. En 1934 este López Gatell fué condenado a cadena perpetua por los sucesos del 6 de Octubre, como segundo de Pérez Farrás. </p><p>En 1924 publicamos «La Lucha Deportiva». </p><p>En 1925 recibí orden de movilizar a los «G.E.I.». Así lo hice e inmediatamente me trasladé a Barcelona para estar cerca del Junta de Mando. Pero al tener confidencias de que íbamos conchavados con Maciá, Barriovero, la «Lliga», Vidal y Barraquer (confabulaciones en las que Roca Caball, cada dos por tres, durante un tiempo, embrollaba a los tradicionalistas catalanes); al enterarme, pues al instante recabé mi libertad de acción y advertí que los grupos de mis amigos saldríamos, pero que, desde luego, sería para pasar a degüello a los grupos de Maciá» este era, al parecer, quien debía comandar los grupos ajenos a los de «G.E.I.». A los pocos días renuncié a mis cargos y me retiré de la disciplina del partido Tradicionalista. </p><p>En aquel tiempo, y a raíz de los anteriormente manifestado, es cuando induje a varios amigos (López, Batet, Orá, Abad, Correa, Poblador, Sebastián, Valderrama, etc.) a hacernos con la «Peña Deportiva Ibérica» cambiar el nombre en «Peña Ibérica» y extender a más amplios horizontes su actuación. </p><p>Data también de esta época que al Inspector Inestrillas le avisé de que la gente enviada a Francia para espiar y vigilar los manejos de los separatistas, había algún elemento del cual se tenia que desconfiar. Más tarde hecha la misma advertencia a R. Sales, a los pocos días me contestó que el general —Martínez Anido—ya se habla enterado y que habían resultado ciertas las sospechas. </p><p>En 1926 o 1927 un aeroplano francés cayó cerca de Masllorens. El chofer de Vendrell A. Romeu, fué a recoger a los pilotos y llevarlos al campo de aviación de la compaña francesa en Barcelona. Se sorprendió al ver que al quitarse el mono vestían el uniforme de comandante y capitán del ejercito francés, dándose cuenta de que el envoltorio que habían retirado del avión y llevado consigo, era una máquina de fotografiar. Se lo escribí al General Primo de Rivera. A las 48 horas se personaron las autoridades en el lugar del accidente, comprobando la denuncia en todos sus extremos. A los pocos días publicose una disposición sobre los vuelos. No había transcurrido muchas semanas cuando un aparato francés aterrizó en la prov. de Alicante; detenidos sus dos ocupantes, resultaron ser dos militares franceses. </p><p>Tampoco puedo precisar la fecha, puestos de acuerdo varios amigos (Callao, Gual, Botinos, Batet, Gual Guixens, Abad, Melchor, etc.) para derribar la estatua de Casanovas, nos encaminamos la noche que media entre la del uno al dos de Mayo al lugar en donde se erigía. No pudimos realizar nuestro proyecto, pues junto a la estatua había apostados unos veinte guardias de seguridad; también estaban tomadas las bocacalles que daban acceso a la plaza. Nada nos dijeron al vernos pasar con cuerdas, varillas, etc. Alguien (y este «alguien» me reservo su nombre) inconscientemente debió hablar con quien no debía. «La Noche» del día siguiente se ocupó de este intento que, al fin, ha sido realizado al entrar el invicto Ejercito Nacional en Barcelona. </p><p>Cuando lo de Prats de Molló, G. Querol (recién llegado de Paris, Marsella y Toulose) me puso al corriente de los manejos y propósitos de los separatistas, que residían en Francia. Avisamos al inspector Inestrillas, quien tomó nota y fué a comunicarselo a sus superiores sin pérdida de tiempo. A los cuatro días es cuando intentaron realizar sus criminales deseos. Ignoro si las autoridades de entonces dieron crédito a lo que se les advirtió con la debida antelación. </p><p>En 1927 la «Peña Ibérica» decidió publicar «La Verdad Deportiva». En este semanario publiqué una serie de artículos en que ponía al descubierto la labor subrepticia de los separatistas catalanes. En uno de los cuales especificaba los trabajos de Maspons y Anglasell en Ginebra y la conferencia que dió en Moscú. En otro, la relación que existía, por mediación de A. Nin, entre los sucesos de Maciá con los Soviets; en otro, los conventículos que en el chalet que el «Centro Excursionista de Cataluña» posee en la Molina, celebraban Ventura y Gasol con otros caracterizados separatistas, que ni siquiera eran socios del mentado «Centro Excursionista». Recuerdo que este último nos valió una fuerte reprimenda del entonces Gobernador Civil, negando fuera cierta. Ya implantada la República, Ventura Gassol, desde un balcón de la Generalitat, se vanaglorió de ello. Todos estos artículos fueron censurados, a pesar de lo cual algunos se publicaron. </p><p>En un articulo aparecido en la página que intitulamos «Nosotros» de «La Verdad Deportiva», declarábamos que los de «Peña Ibérica» éramos fascistas. </p><p>En el mes de Mayo de 1929 el señor Bau (jefe de U.P. de la prov. de Tarragona) me ofreció la jefatura de Vendrell y su comarca, nombrándome alcalde y que designara a los concejales. No acepté su ofrecimiento. </p><p>Por este tiempo me hice del «Somatén». Si bien no se me dió de alta hasta mucho después; una noche, cuando cenaba, me trajeron el carnet, licencia de arma corta, y no se cuantos papeles más, con la orden de que inmediatamente me personara en el local, pues habíamos de salir para montar un servicio. De cincuenta y tantos que éramos de la Ronda ambulante, solo nos presentamos seis; de estos, otros dos se les había llevado el carnet aquella misma noche. En Agosto de este año vino a visitarme el señor Fuguet (entonces Vicepresidente de la Diputación Provincial de Tarragona) para que aceptase el cargo de Diputado provincial por aquella provincia. Tampoco acepté su amable distinción.</p><p>Nos acercamos al año 1930. Caída de la Dictadura. Cambia por completo el panorama político de toda España, pero en particular en Cataluña. Banderas catalanas —por más que no las viera el general Berenguer en su viaje a esta— y banderas separatistas. Las gentes se sitúan o amoldan a la nueva norma política. La censura me tacha un articulo que debía aparecer en «La Protesta», en el cual contestaba y rebatía el libro de Cambó «Per la concordia». Sin embargo, en aquellos días se publicaron otros en «La Batalla», «L'hora», que llamaban ladrón a Cambó y le dirigían otros epítetos parecidos. </p><p>La «Peña Ibérica» traslada su domicilio a la plaza Universidad y su primer acto es izar la bandera española. Despedida al general Barrera. Colisión con los de «F.U.E.» en el teatro Novedades en un festival que tomaban parte los coros de la «F.U.E.» gallegos y Sbert. A toda prisa nos hacemos socios de la «U.P.» del distrito V para evitar que se adhiriese a la «Lliga». Doy una conferencia en el local de la «Peña Ibérica» afirmando nuestra naturaleza de españoles y nuestra voluntad inquebrantable de serlo y que para ello, si era necesario, aceptaríamos la lucha, fuera lo que fuera y aunque tuviéramos que salpicar de lodo. Se me expulsa por indeseable del «Somatén», cuyo jefe de distrito era el conocido librero y caracterizado liguero Puig Alfonso —exconcejal del «Lliga» y volvió a serlo del primer ayuntamiento nombrado por la Dictadura. </p><p>Visita inopinada y reservadamente «Peña Ibérica» al Canciller del Consulado de Italia. Una comisión de «Peña Ibérica» pasa a saludar al cónsul del país amigo, quien los agasaja y los presenta al personal del consulado. </p><p>Viene Albiñana, acudimos a recibirle. En nuestro local pronuncia un discurso de exaltado patriotismo. </p><p>Sublevación de Galán y García Hernandez. En esta ocasión las dos únicas representaciones que acudieron a ofrecerse a Capitanía General, fueron «Peña Ibérica» y «Sindicatos Libres»— pasada la tormenta se cursaron innumerables telegramas pidiendo el <i>sitio de honor</i>. </p><p>La «Lliga» hace campaña demagógica. Conferencia de Roda Ventura en el local de la «Lliga» de Gracia contra la Dictadura. Terminó a silletazos, siendo detenidos tres ibéricos (Gual, Pastor y Amat). </p><p>«Peña Ibérica» acuerda apoyar todo acto españolista, sea el color político que fuera. </p><p>Campaña electoral. «Peña Ibérica» acuerda dar un Mitin en que la entrada fuese libre (recuérdese que entonces todos eran por invitación), para afirmar pública y categóricamente, nuestra condición de españoles. En todo aquel período, febril y agitado, solo «Peña Ibérica» fué la única que levantó la voz para enaltecer y honrar el nombre de España. Al advenir la República el primer local que asaltaron las pandillas de bigornios fue el de «Peña Ibérica». Era una turbamulta que dirigía el cap. Miranda. El miércoles o el jueves de aquella semana vino a buscarme el coche de la Gerencia a la cantera y me trasladó a las oficinas de Barcelona. En el despacho hallé a D. Pablo Martínez, Julio Milá y a mi hermano Salvador, proponiéndome casi imperativamente, que emprendiese un viaje por el extranjero. Me negué en absoluto, puesto que consideraba entonces más que nunca debía permanecer en Barcelona. </p><p>Envío a Batet a entrevistarse con el señor Pascual —éste era ibérico y había sido secretario político de Morales Pareja— para ofrecer al partido Radical que si nos acompañaban 50 de sus correligionarios, los de «Peña Ibérica», íbamos a asaltar la «Generalitat» (recuérdese que aquellos días regía la república catalana). </p><p>A últimos de Abril, a las diez de la noche, suben a la cantera el teniente, el sargento y cinco números más de la guardia civil (de estos algunos vuelven a estar en el puesto de S. Feliu) para registrar la casa en que vivía, las oficinas, etc. Se marcharon a las cuatro de la madrugada. A últimos de Abril de 1931 nos reunimos en mi domicilio de Barcelona, Ponz, Correa, Belén, Salvado, y Catalá de Besi, constituyéndonos en Comité Revolucionario de «Peña Ibérica» Aconsejamos a los ibéricos se hagan socios de alguna entidad —ya sea política, cultural o de recreo—, al objeto de extender nuestro radio de acción. </p><p>En Mayo con J. Bertrán y Güell y Bosch Labrús, formamos la «Junta Revolucionaria» de Barcelona. </p><p>Considerando conveniente la creación de un instituto obrero, de acuerdo con Bertran y Güell, fundamos la «Federación Obrera Catalana». En representación de «Peña Ibérica», forman parte de la junta, Correa, R. y J. Valderrama, Pastor, Peña y Salvador. Por la actuación equivoca de algunos elementos hacen dimisión de sus cargos al cabo de algún tiempo. </p><p>En Septiembre de 1931, celebramos una reunión en el «Mina», presidida por el Marqué de Esquilache, en la que acudieron el Conde Vallellano [<i>sic</i>] (hermano del Conde Rodezno) y otro tradicionalista —creo se llamaba Borrás y que era valenciano—, J. Bertrán y Güell y Bosch Labrús por los alfonsinos; y Sabadell y yo por «Peña Ibérica». Tres condiciones formulé, que fueron aceptadas por unanimidad: 1.° Que el día del Alzamiento, todos los paisanos tenían que salir a la calle con fusil; 2.° Que a cuantos interviniesen se les daría empleo o colocación, y que se les haría considerar, en donde entrasen a trabajar, como de los más antiguos; y 3.° Que a las familias de los que resultasen muertos o malheridos, se les proporcionaría un medio de vida decoroso. </p><p>Se constituye una nueva «Junta Revolucionaria» presidida por Irahola. Entre otros la integran: J. Bertrán y Güell, Bosch Labrús, Llanas de Niubó, Poblador, Sabadell, Ponz, y yo. A principios de 1932 la representación de «Peña Ibérica» (Ponz y yo) nos declaramos incompatibles con Juan Sabadell y explicamos las razones que nos obligan a tomar tal determinación. </p><p>Fort va a Madrid, y le exponen que es necesario atentar contra una alta personalidad para que el Movimiento se produzca. Bel viene de Madrid acompañado de dos delegados. Nos apremian para que activemos la organización, y de que necesitaran 4 o 5 «hombres bien dispuestos» para que fueran a Madrid. Les aconsejamos que visiten a Irahola y Bertrán y Güell, al Comandante Mandolell y Poblador, y al Conde de Vallellano [<i>sic</i>] y Félix Oliveras. </p><p>Al regresar de uno de sus viajes a Madrid, Fort nos pregunta: «Cuánto necesita «Peña Ibérica». Le respondimos: «Nada, solo órdenes». En alguno de sus viajes se lleva «hombres bien dispuestos». </p><p>Se me llama urgentemente estando en la fábrica. Acudo con Bel a la calle Sepúlveda, en la casa en que residía Baratech. En una habitación estaba la señora este y J. Gascón limpiando de 40 a 50 pistolas oxidadas. En el comedor Fort y Baratech. El primero de los cuales me dijo: Los únicos grupos que se avisan los de «Peña Ibérica» y estos debían estar preparados para obrar en el término de 48 horas. Ante la premura del tiempo y de las pistolas oxidadas (siempre se nos había prometido buen acopio de ellas y de la clase llamadas ametralladoras como asimismo bombas de mano etc.) expuse algunas objeciones. Contestándome Fort «Arréglatelas como puedas, pero hay que asaltar la Generalitat tan pronto salgan las tropas a la calle. Cuando sepas quien me ha encomendado que trasmitiera esta orden no pondrás ningún reparo. Ahora no te digo su nombre porque no tengo su consentimiento, pero esta noche es fácil pueda decírtelo». Por la noche me dijo su nombre: General Barrera, quien se hacía cargo del Movimiento en Cataluña. Lledó nos trajo algunas pistolas más, estas en buen uso y ofreció su concurso y el de sus amigos. Antes de cenar celebramos una reunión (Correa, Maristany, Pastor, Mota, Catalá de Besi, Peña, Valderrama, etc.). Requerido Poblador se mostró desde el primer instante dispuesto a todo lo que fuera menester. El día esperado cada cual estuvo en su sitio. Era el día que Alcalá Zamora llegaba a Madrid de regreso de su excursión a Palma de Mallorca, Sanjurjo aun era Director General de la Guardia Civil. </p><p>¿Por qué no se dió la orden? No lo sé ni he intentado averiguarlo. Creo que los militares retirados por la Ley Azaña también estuvieron movilizados. </p><p>Con motivo del viaje de Herriot a España, escribí la primera hoja clandestina contra el régimen y sus hombres. Se intitulaban «Al Pueblo» y en la página reversa llevaban la poesía de Bernardo Lopéz García «El 2 de Mayo». </p><p>Repásense los legajos de la Comisión de Responsabilidades que vino a Barcelona presidida por Guerra de Rio. A muchos de los comparecientes se les preguntaba si conocían a Francisco Palau Rabassó, presidente de «Peña Ibérica». </p><p>Atentado frustrado contra Azaña. Tres de los detenidos eran de la organización de «Peña Ibérica» (J. Ferrer, Juan de la Manta y Bel). Tres de las cinco pistolas del celebre maletín, eran mías. </p><p>El comandante Jimeno avisa a Catalá de Besi de que «Peña Ibérica» tenga los jefes de grupo concentrados para la noche del 9 al 10 de Agosto. Aquella noche y la siguiente estuvimos en el «Mirza» hasta altas horas, aguardando las órdenes sin que nos llegara una, ni la de que podíamos ir a dormir. </p><p>A principios de 1933 fundamos el «Centro de Cultura Ciudadana». Durante este año se proyecta vengar al teniente de caballería asesinado por Menéndez el día 10 de Agosto. A los comisionados les digo que busquen en otros lugares los «hombres dispuestos». Vuelven a los quince días y celebramos algunas entrevistas, poniendoles en relación con «hombres dispuestos». Estos (Abad y Maristany, este último asesinado) solo piden se les lleve a Madrid y que si mueren que se atienda a su familia.</p><p>Por esta época también comparecen otros dos enviados de Madrid. No recuerdo quien les avaló ni como se llamaban (no obstante, me parece que más tarde fueron detenidos en Madrid por prender fuego a una tribuna desde la cual D. Niceto había de presenciar un desfile). Me citan para la noche en el «Patria», más como en la misma hora debo encontrarme con el cap. Despujol, Rato y otro en la «Puñalada» sita en el Paseo de Gracia, encuentro a Poblador y le encargué esta misión. Los planes y proyectos que le propusieron, según me manifestó Poblador, eran cual más desacertado e inaceptables. En Otoño lanzamos a la publicidad el seminario «El Combate», de tendencias netamente fascistas. </p><p>Movilización general para el día de las elecciones —Noviembre 1933— a las 10 de la noche. Se aguarda la orden de ir a posesionarnos de varios centros oficiales. A las tres se comunica con Madrid. A las cuatro se nos manda a ...dormir. </p><p>Se funda «Unión Social Hispánica» y el «Centro de Cultura Ciudadana». Se me requiere para que entre a formar parte del primer Triunviro «Falange Española» en Cataluña. Viene José Antonio a Barcelona y designa: Basas, Santa Marina, Fontes, Claret y a mí. En una reunión del triunviro acordamos cambiar la junta de «Unión Social Hispánica». El día de la asamblea somos elegidos Santa Marina para el cargo de secretario, y yo para el de presidente. El primer acuerdo de la nueva junta es el de adherirse a «Falange Española». En el primer trimestre de 1934 por la fusión de «F.E. y de la J.O.N.S.» entra a formar parte del triunviro, J. M. Poblador y Berenguer. </p><p>Por ciertas discrepancias surgidas en el seno del triunviro, no se imprime a la organización la actividad que es de desear. Se organiza un gimnasio de «F.E.». </p><p>Me retiro del triunviro a causa de las discrepancias. Sigo, no obstante en el cargo de presidente de «U.S.H.». </p><p>Visita «U.S.H.» Gual de Manresa (organizador de la C.E.D.A. en la mentada población) acompañado de Prats (exconsejero de la «Generalitat» después del 6 de Octubre). Nos invitan a que organicemos la C.E.D.A. Desechamos la propuesta. Prats, Tomás, Fernández, y algún otro elemento pide una reunión a la junta de «U.S.H.». Se les concede; en ella también asisten Correa, Rodriguez, Valderrama, cap. Navarro, Ponz, Claret, etc. Prats propone ingresar en la «C.E.D.A.» y que una comisión se traslade a Madrid para entrevistarse con Gil Robles. Después de breve discusión se rechaza la proposición. Se acuerda redacte un manifiesto. </p><p>Repartimos manifiesto de «U.S.H.», en el que nos declaramos: españoles, antidemocráticos, antiparlamentarios, partidarios del régimen nacional-sindicalista, y del estado totalitario corporativo. Recibo confidencia de que el día anterior hablan salido para Madrid, varios sindicalistas, pagados por los socialistas de Madrid, para atentar contra José Antonio. Sin perdida de tiempo se lo comunico a Santa Marina, quien inmediatamente avisó a José Antonio. A los pocos días fué objeto de un atentado el hijo del Luque, confundido con José Antonio. </p><p>Pronuncio conferencia en «U.S.H.» tratando la «Unidad Española» en sus cuatro aspectos: la geográfica, de la raza, la política-social y la espiritual. </p><p>La noche del 6 de Octubre aguardo en casa Benet al cap. Navarro, quien debía pasar a recogerme para ir al cuartel. A las doce de la noche me reintegro a mi casa. A la mañana siguiente me levanté a las seis de la mañana y al salir a la calle me entero de que Companys y demás compiches se habían rendido. </p><p>En marzo o Abril de 1935 entramos en contacto con la «U.M.E.» Designamos al cap. Navarro para enlace de la citada organización. Nos encarecen tengamos grupos preparados para actuar en octubre. Les contestamos que los tenemos para actuar a las cuarenta y ocho horas. Con Segura, Colom, etc. fundamos las «Juventudes Antimarxistas». </p><p>Solicitando por Berenguer y Cebriano, me presentan a Ledesma Ramos. Me expuso los propósitos de la creación de otra organización nacional de carácter fascista, invitándome a cooperar en la misma. Rehusé y de mi parte procuré disuadirle, considerando que era una lamentable equivocación, ya que no era el tiempo el más adecuado para que nos dividiésemos. </p><p>Sale «Presente!». Segura y Giménez me piden que colabore. Así lo hago. </p><p>Durante estos meses hay distintas movilizaciones y aplazamientos. Recogemos fusiles para mandar a Madrid. Doy tres de míos. Elecciones 16 de Febrero de 1936. Todo preparado, previsto y dispuesto. </p><p>Fracaso electoral. Toda la noche en vela aguardando la orden que tampoco llega. Desilusión y amargura. Es entonces cuando escribí las hojas revolucionarias que dirigidas a los «españoles» firmaba «Cruces de Sangre» (con este nombre se encubría el de «Peña Ibérica»). Ya regularmente fueron apareciendo otras. </p><p>Los meses que se sucedieron fueron de intensa actividad. La mayoría de los días de Abril y Mayo, no comparecí a trabajar, Laguasca me dió por tres veces la orden, «esta semana no vaya a trabajar». Inútil que las ordenes de movilización sus correspondientes contraórdenes se repetían cada dos por tres. </p><p>Entrevistas con Mosén Guiu, algunas acompañado de Fort y de Lladó. En una de las cuales me encarece en gran manera a vigilar al «Casino Militar». Las visitas que hacen al citado casino ciertos jefes y oficiales que tienen su destino en Madrid, en especial al ayudante de un general que también está con destino en Madrid. Se encargan de este cometido Ponz, Lemel y el Dr. Bellot. </p><p>Otras entrevistas con el cap. López Varela. En la discusión de un proyecto, me dijo: «no solo es conveniente y necesario que se realice sino imprescindible para que el movimiento sea un hecho». Quedamos acordes. Por nuestra parte nos encargaríamos de uno y otra organización del otro. </p><p>Atentado contra Crespo Moracho. El de Sandino no se realiza. </p><p>Avisé al comandante Mandolell de que había malos informes del camarero que le servía café, en la granja del Paseo de Gracia. También hago llegar aviso a Poblador de que cierto falangista que trabaja en el canódromo de Sarriá, hay quien asegura que es un espía de lo escamots. Siempre que de alguien tuve noticias parecidas, advertí a quien debía hacerlo para que comprobaran su certeza o falsedad. </p><p>El asesinato de Calvo Sotelo colma de exasperación a los buenos españoles. A las cinco de la tarde del sábado, día 18 de Julio de 1936, el cap. Navarro recibe orden de que los encuadrados en «Peña Ibérica», deberán presentarse en los cuarteles de la Vía Icaria y otros al de la Guardia Civil de la calle Consejo de Ciento, entre dos a cinco de la madrugada. Se le advierte que en absoluto, no se ha de decir nada a nadie, hasta que se reciba el santo y seña. </p><p>A las once y media de al noche el teniente Solano viene al «Turia» y me da santo y seña y además 500 ptas para el cap. Navarro por unos anticipos que había hecho. A los 20 minutos comparece Navarro. Viene de «Acción Obrerista» y está cerrado; pasamos por Gracia y un enlace (Juan Guri) nos dice que hacía media hora que se habían marchado, pues el bar se había llenado de «mala gente» y que a Maristany lo encontraríamos en el Kennel de Sarriá. Efectivamente allí está. También encontramos a Paris Gimenez, Dr. Bellot, Correa, Valderrama, etc. Sale el cap. Navarro en coche a transmitir el santo y seña a los demás grupos. Nos encontramos con Poblador, Bosque, Pérez, que tienen que ir al cuartel de Pedralbes. Los guardias de Asalto entran en el Kennel, cachean y detienen alguno. A las cinco me presento en el cuartel de la Guardia Civil, encuentro entre otros al comandante Sobreviela (Hoy ten. coronel), al Ten. Benosa. Subo a una habitación en que hay varios jefes y oficiales. Después el ten. de guardia (ahora detenido con la graduación de ten. coronel de Asalto) nos quería poner de «parapeto» a los paisanos cuando dijeron que la artillería venía atacarnos: luego nos detuvo en el patio, más tarde quería entregarnos a los de la «F.A.I.» cuando vinieron varios coches a buscar municiones, impidiéndolo un cap. de la Guardia Civil. No sé a qué hora era que el comandante Sobreviela nos dió salida a los paisanos. Entre 5 a 6 llegué a casa Benet. Algo mas tarde compareció el cap. Navarro. Me quedé a dormir en casa de Pepito. </p><p>En la noche del 21 al 22, las dos, delatados por F. Delgado, vienen varios coches de la «F.A.I.». Al abrir la puerta ya dispararon hiriendo al cap. Navarro quien rematan abajo en la calle (Aragón, entre Rambla Cataluña y Paseo de Gracia). </p><p>Yo me salvo por verdadero milagro. Me refugio en casa del Sr. Wyrowoy. El 25 de Agosto tengo que escapar nuevamente y me acoge Pepe Montón. Tanto mi familia como los Señores Wyrowoy, procuraron en vano obtener un pasaporte con el cual pudiera intentar pasar al extranjero. </p><p>Me aseguraron que por la provincia de Cuenca era fácil pasar a la España Nacional y con este propósito salgo el 14 de septiembre para Valencia. Todo en vano. He de permanecer en Valencia con la documentación que me prestó José Gumbau Olivar (este es el nombre que usé desde principios de Agosto) hasta el día de liberación, 29 de Marzo de 1939. </p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwImE_KwNli92868ppgOTFuXdQRfyq3HBYnSld1ur00toVfC_6m6JeuLnJk8ZTfrQ6C1OTYnnCzsNSKpUjisDrl7EUhBOhWWRSVbqjGtGvpXgppWHUvxAjC6sXurI1OFR6YsuqrswfSLw/" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="281" data-original-width="400" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwImE_KwNli92868ppgOTFuXdQRfyq3HBYnSld1ur00toVfC_6m6JeuLnJk8ZTfrQ6C1OTYnnCzsNSKpUjisDrl7EUhBOhWWRSVbqjGtGvpXgppWHUvxAjC6sXurI1OFR6YsuqrswfSLw/" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Placa ubicada en la casa que nació Francisco Palau</i>.<br /></td></tr></tbody></table>En Valencia mi historia es la de tantos perseguidos. <p></p><p>En el mes de Octubre un tal Martínez me proporciona carnet de la «S.U.R.T.E.F.» por mediación de Don Juan Ros, éste igualmente huido. De este sindicato pasé al de vendedores ambulantes, y de este al de fotógrafos. </p><p>A los pocos días de estar en Valencia llegó a mis oídos de que la Guardia Civil se iba a sublevar. Como en la Pensión Bilbao había un cabo de G.C. aun cuando ignoraba quien era y como pensaba, me ofrecí acompañarle al cuartel y unirme a ellos. Desde entonces nos unió y nos une estrecha amistad. Y hasta que se pasó a los Nacionales estuvimos en constante comunicación. En la actualidad es sargento de Guardia Civil: se llama Bernardo Sanz Colomin. Cuando éste logró pasarse a los Nacionales ingresé en la centuria de Falange del camisa vieja camarada Garnoria. </p><p>No serví en el ejercito rojo, ni trabajé en nada que afectara a industrias de guerra, ni directa ni indirectamente. En Valencia solo trabajé de vendedor ambulante y de fotógrafo, en casa de D. Francisco Costa Salas. </p><p>El día 19 de Febrero de 1939 tuve un ataque de apendicitis en que los médicos me dieron por muerto. Me levanté de la cama el 21 de Marzo. Salí de casa para ir a la peluquería, el 28. El 29 a las ocho y media de al mañana ya estaba en casa de Garnoria (este no me había avisado porque sabía que estaba enfermo pero mi hermano me había dicho que se preparaba «algo»). A las tres de la madrugada me fui a dormir. Al día siguiente entraron las fuerzas del Ejercito de Levante. El día 1 de Abril tuve que meterme otra vez en cama. El día 30 de Abril llegué a esta a las 8 de la mañana. A las 11 me presento al trabajo donde me recibieron con toda cordialidad. </p><p><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span></span> </span>Barcelona, a 3 de Julio de 1939. <br /><span> </span><span> </span><span> </span><span> <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> <span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span></span></span>AÑO DE LA VICTORIA. </p><p>¡VIVA ESPAÑA! <br /><span> </span><span> </span>¡SALUDO A FRANCO! <br /><span> </span><span> </span><span> </span><span> </span>¡ARRIBA ESPAÑA!</p><p><br /></p>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-59209835630124132982021-09-14T00:47:00.000+02:002021-09-14T00:47:29.567+02:00Víctimas de Olot durante el dominio de los rojos<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjiBKd9-nn3cZnjjn2HStKdo_H6ptgRcSBON4_71xekB0XwsSD9YCiHcXUPlV5J-whAzytsc2p-lTtoqgoOZzRWkJr3K-o1JFkc4RM-Bjdrublmw3-6qZADvvokmwQ_C_7Zyb56XoqvW9t/s2048/V%25C3%25ADctimas+de+Olot_page-0001.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1331" data-original-width="2048" height="416" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjiBKd9-nn3cZnjjn2HStKdo_H6ptgRcSBON4_71xekB0XwsSD9YCiHcXUPlV5J-whAzytsc2p-lTtoqgoOZzRWkJr3K-o1JFkc4RM-Bjdrublmw3-6qZADvvokmwQ_C_7Zyb56XoqvW9t/w640-h416/V%25C3%25ADctimas+de+Olot_page-0001.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Imagen tomada de <a href="http://www.bibgirona.cat/pandora/viewer.vm?id=0000269363&page=4&search=" target="_blank">¡¡Arriba España!! (18/2/1939)</a></td></tr></tbody></table><div><br /></div>
<table border="0" cellpadding="10" cellspacing="10"><tbody><tr><td><div align="justify"><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;"><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">1. José María de Bolós Llavanera</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">2. Fray Jesús Miguel Girbal</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">3. Rdo. Félix Farró Vilanova</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">4. Rdo. Joaquín Bonet Batlle</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;"><br /></span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">5. José Puig Pagés</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">6. Ramón Arqués Masoliver</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">7. Juan Romero Alcaraz</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">8. José Darnés Bartrolí</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;"><br /></span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">9. Manuel Serra Legares</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">10. Matías Castañer Fajula</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">11. Ramón Deu Pinós</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">12. Sebastián María Ferrer</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;"><br /></span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">13. Joaquín Monturiol Sanz</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">14. Juan Plana Moreu</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">15. José María Plana Moreu</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">16. Manuel Sellas Cardelús</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;"><br /></span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">17. Ramón Llongarriu Catalá</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">18. José Guitart Buch</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">19. José Conill Vilaró</span></div><div style="color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium;"><span style="color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;">20. Rdo. José Piernau Hospital</span></div></span></div></div></td>
<td><div align="justify"><div style="text-align: left;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;"><br /></span></div><div style="text-align: left;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: "Times New Roman", Times, FreeSerif, serif; font-size: 16.5px;"><br /></span></div><div style="text-align: left;">21. Pío Torrent Orri</div><div style="text-align: left;">22. José Castañer Fajula</div><div style="text-align: left;">23. Rdo. Juan Codina Ilaguera</div><div style="text-align: left;">24. Rdo. Juan Simón Fábrega</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">25. Ramón Batlle Figueras</div><div style="text-align: left;">26. Rdo. Joaquín Deu Pinós</div><div style="text-align: left;">27. Rdo. Martín Mir</div><div style="text-align: left;">28. Rdo. Enrique Canadell</div><div style="text-align: left;"><i><br /></i></div><div style="text-align: left;"><i>Sin fotografía:</i></div><div style="text-align: left;"><i><br /></i>Fray Victoriano Díaz Gutiérrez, Capuchino. <br />Rdo. Francisco Mollfulleda </div><div style="text-align: left;">Juan Plana Surribas</div><div style="text-align: left;">Mario Boada</div><div style="text-align: left;">Rdo. Ramón Casas Pujades</div><div style="text-align: left;">Rdo. Joaquín Puigdevall Feu</div><div style="text-align: left;"><i><br /></i></div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;"><i><br /></i></div><div style="text-align: left;"><br /></div></div></td>
</tr>
</tbody></table><br /><div>Muchos de estos mártires de Dios y de la Patria eran carlistas. Entre otros, podemos citar a Ramón Deu Pinós (militante tradicionalista) y José Puig Pagés (directivo del Centro Carlista de Olot).</div><div><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBYcu_HXwiEbKVpOwPKc13FzsXAOPiBamROshdQgEtrf-r4GvYsuaY8Skh3UrLMTbmhCOUT6K5SbnmIy6Vfk6wAjs_uCwmIvD9mANLqWABVdTBXx7SYoy2-0T0kNwuQ2yyuR-OKEYj7eb2/s550/Jos%25C3%25A9+Puig+Pages.webp" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="550" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBYcu_HXwiEbKVpOwPKc13FzsXAOPiBamROshdQgEtrf-r4GvYsuaY8Skh3UrLMTbmhCOUT6K5SbnmIy6Vfk6wAjs_uCwmIvD9mANLqWABVdTBXx7SYoy2-0T0kNwuQ2yyuR-OKEYj7eb2/s320/Jos%25C3%25A9+Puig+Pages.webp" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fuente: <a href="https://www.todocoleccion.net/postales-religiosas-recordatorios/olot-1936-recordatorio-directivo-centro-carlista-victima-hordas-marxistas-girona~x38905758" target="_blank">Todocolección</a></td></tr></tbody></table><br /><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIGccgSLSGZo_qQeWQpnmdvvkf0jaYV_qrMGpQnyJJEgjm6_6iKAiGnQc5LV67tk3_YBBydSvf6JQ9dTQIr3w3r4jNgFNmlzvo3ajRikiDIystSmyvi3C4q8a8Ej4Caf-Sm90ItnwEmUp-/s526/Joaqu%25C3%25ADn+Deu+Pin%25C3%25B3s.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="353" data-original-width="526" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIGccgSLSGZo_qQeWQpnmdvvkf0jaYV_qrMGpQnyJJEgjm6_6iKAiGnQc5LV67tk3_YBBydSvf6JQ9dTQIr3w3r4jNgFNmlzvo3ajRikiDIystSmyvi3C4q8a8Ej4Caf-Sm90ItnwEmUp-/s320/Joaqu%25C3%25ADn+Deu+Pin%25C3%25B3s.png" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fuente: <a href="https://raco.cat/index.php/RevistaGirona/article/view/87118/112195" target="_blank">La Comunió Tradicionalista a Girona (1931-1936)</a></td></tr></tbody></table><br /><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLu0TGqQaD-v0-TphZoJ_Kma2gCGF2nO9gVnOdePCLc9gHMfySsKR_sgkf_QA3B1juYyvtLkibx11iAZqCJrZFaFaa7Ev5povADWHBnyD1J39ydAXKe_BTnllAEDcuZBoLx8PdWDKWe3Zw/s640/Olot+a+sus+ca%25C3%25ADdos+por+Dios+y+por+Espa%25C3%25B1a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="360" data-original-width="640" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLu0TGqQaD-v0-TphZoJ_Kma2gCGF2nO9gVnOdePCLc9gHMfySsKR_sgkf_QA3B1juYyvtLkibx11iAZqCJrZFaFaa7Ev5povADWHBnyD1J39ydAXKe_BTnllAEDcuZBoLx8PdWDKWe3Zw/w400-h225/Olot+a+sus+ca%25C3%25ADdos+por+Dios+y+por+Espa%25C3%25B1a.jpg" width="400" /></a></div><br /><div><br /></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-78171399171505035872021-08-27T06:34:00.000+02:002021-08-27T06:34:09.291+02:00Acto de homenaje en memoria del mártir Ramón Parés y Vilasau<p>El 28 de agosto de 2021 se cumple el LXXXV aniversario del martirio de D. Ramón Parés y Vilasau, el ilustre carlista barcelonés que da nombre al Círculo Tradicionalista de Barcelona. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-L1V_UtuobT8cujBAnEL1HDsP8kMVhzOuLAy2LMY-nHPIl1MYd012X9SYzRAot33YCi8DutF8feHXZ7p0iyL4O3rZyvPxTDGuYkuNz70c1T4gQgqptrR29KmbVvYuA-F3iMPywRHf9Ak/s177/Ram%25C3%25B3n+Par%25C3%25A9s.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="177" data-original-width="113" height="177" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-L1V_UtuobT8cujBAnEL1HDsP8kMVhzOuLAy2LMY-nHPIl1MYd012X9SYzRAot33YCi8DutF8feHXZ7p0iyL4O3rZyvPxTDGuYkuNz70c1T4gQgqptrR29KmbVvYuA-F3iMPywRHf9Ak/s0/Ram%25C3%25B3n+Par%25C3%25A9s.jpg" width="113" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p>Ramón Parés tiene una vida tan heroica y admirable, como desconocida:</p><p></p><ul style="text-align: left;"><li>Es uno de los «12 mártires de la Sagrada Familia de Barcelona» y está en proceso de beatificación.</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Muy vinculado a Antonio Gaudí y a su Templo Expiatorio, su hermano Mosén Gil Parés era capellán de la Cripta de la Sagrada Familia. Vivía en la rectoría junto a su hermana Consol y su tía materna María.</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Don Ramon fundó el Círculo de la Comunión Tradicionalista en la ciudad donde trabajaba, el Somatén, y otras entidades carlistas.</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Concejal y Diputado provincial carlista, por la C.T.</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Catequista, miembro de hermandad de Portantes de Cristo de la Iglesia del Santo Espíritu (actual catedral de Tarrasa), responsable de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio en su parroquia, congregante de María Inmaculada…</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Tuvo 13 hijos con su esposa, Francisca Sallent. En su hogar se rezaba a diario el Rosario, se practicaba la devoción de los Primeros Viernes de mes, y el Sagrado Corazón reinaba en su hogar.</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Su hijo Ramón María fue requeté del Tercio de Montserrat y falleció en combate durante la Cruzada.</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Don Ramón fue secuestrado por los milicianos el 27 de agosto de 1936, torturado, y al día siguiente fue conducido a Tarrasa para un “juicio”: sería asesinado antes de entrar en la ciudad y enterrado en un lugar cercano.</li></ul><ul style="text-align: left;"><li>Antes de morir, dijo: «¡Yo muero, pero la causa, el ideal religioso y patriótico por el que he ofrecido mi vida no puede ser alcanzado por el plomo de vuestras balas! ¡La España católica es imperecedera! Mis hijos lucharán por ella y la verán triunfante».</li></ul><p></p><p> ———- </p><p>Con motivo de dicha efeméride, el Círculo Tradicionalista de Barcelona organiza un acto de homenaje el próximo 4 de septiembre con el siguiente orden del día:</p><p>12:00 h. Homenaje a D. Ramon Parés y Vilasau en el lugar donde fue martirizado (Tarrasa) con parlamento del historiador Antonio Peña.</p><p>13:00 h. Responso y homilía en el lugar donde reposan actualmente sus restos.</p><p>14:00 h. Almuerzo de hermandad en una Masía-Restaurante cercana.</p><p>15:30 h. En los cafés, parlamentos de algunos miembros del Círculo: Helena Escolano, Víctor Ibáñez, y José Escobedo.</p><p>Los interesados en asistir, pueden enviar correo electrónico a: carlismobarcelona@gmail.com</p>Rodrigohttp://www.blogger.com/profile/06915869867695981258noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-32749933520323459092021-07-27T08:00:00.000+02:002021-07-27T08:00:00.186+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) IX - Horrorosa matanza de tradicionalistas <div><b>CAPÍTULO IX</b></div><div><br /></div><div><b>Horrorosa matanza de tradicionalistas</b></div><div><br /></div><div>Ignoramos si cayó o no en poder de los Comités marxistas ninguna lista de los asociados al Círculo Tradicionalista. Creemos que no, por cuanto se tomaron bien todas las disposiciones para que así no fuera. No podemos imaginarnos tampoco que entre los que concurrían al Círculo hubiera ningún <i>chivato</i>. Sabemos también que ninguno de los jóvenes requetés que fueron violentados por los <i>justicieros</i> y ajusticiadores rojos desplegó los labios para acusar y delatar a ningún correligionario; supieron todos morir como unos héroes, como verdaderos descendientes de los que durante más de cien años sacrificaron vidas y haciendas por el honor y por el triunfo de la Causa. </div><div><br /></div><div>No obstante, los que pertenecían al Partido Tradicionalista y estaban inscritos en las listas de asociados al Circulo fueron los que sufrieron mayormente las iras y el furor de los izquierdistas revolucionarios. </div><div><br /></div><div>El pariente marxista del correligionario Sr. Verdal dijo verdad al asegurarle que la mayoría o la totalidad de los asociados a dicho Centro serían asesinados, por cuanto de ellos se hizo una horrorosa matanza. </div><div><br /></div><div>El cronista recuerda en estos momentos, y ha podido comprobar, que fueron villanamente asesinados los siguientes, en los primeros meses del movimiento; y aun tememos omitamos alguno:</div><div><br /></div>
<div style="float: left; width: 45%;"><div>D. Jorge Abad Pérez</div><div>» Juan Arasa Puvill</div><div>» Pedro Ardit Aragonés</div><div>» José Arnau Mola</div><div>» Domingo Audi Panisello</div><div>» Manuel Beltrán Valldepérez</div><div>» Juan Benaiges Nivera</div><div>» Luis Canivell Curto</div><div>» José Casanova Baiges</div><div>» David Catalá Solá</div><div>» Antonio Cerveto Riba</div><div>» Ramón Albacar Nicolau</div><div>» Bartolomé Arbona</div><div>» José Ardit Altadill</div><div>D.ª Carmen Audí Forés</div><div>D. Manuel Bau Vergés</div><div>» Adolfo Bellés Ebrí</div><div>» Juan Calderó Escurriola</div><div>» José Capdevila Nebot</div><div>» José Casanova Ferrando</div><div>» Enrique Cervera Lleixá</div><div>» Luis de Cruells Ayguavives</div><div>» Luis de Cruells Aragonés</div><div>» Luis de Cruells Martí</div><div>» José Chavarría Cortiella</div><div>» Ramón Ejarque Ulldemolins</div><div>» Manuel Esteve Monfill</div><div>» Manuela Estrada Arasa</div><div>» Cristóbal Falomir Villarrocha</div><div>» Daniel Ferreres Ferreres</div><div>» Ramón Flors Gómez</div><div>» Manuel Gordon Picardo</div><div>» Hilarión José Solé</div><div>» Segismundo López Serrano</div><div>» Antonio Marca Odena</div><div>» José Matamoros Sancho</div>
</div><div style="float: right; width: 45%;"><div>» Ramón Monfort Ferrando</div><div>» Enrique Mur Brull</div><div>» Ramón Ortiz Andreu</div><div>» Enrique Pedret Tejedor</div><div>» José Querol Piñol</div><div>» Ignacio de Ramón Salvador</div><div>» Daniel Rodríguez Balagué</div><div>» José Sol Altadill</div><div>» Mateo Valldepérez Tafalla</div><div>» Luis Vergés Freixa</div><div>» Antonio de Wenetz Piñol</div><div>» Antonio de Cruells Martí</div><div>» Ramón de Cruells Martí</div><div>» Manuel Duart Palomar</div><div>» Joaquín Escorihuela Mateu</div><div>» José M.ª Estrada Arasa</div><div>» Juan Fabra Miralles</div><div>» Manuel Ferré Solares</div><div>» Felipe Forés Omasqué</div><div>» Bernardo Frasno Peñarroya</div><div>» Julián Hierro Calsapeu</div><div>» Julián Lavega</div><div>» Luis Llasat Durán</div><div>» José Marín Subirats</div><div>» Baldomero Mola Pedro</div><div>» Fausto Muñoz Llombart</div><div>» Francisco Olesa Homedes</div><div>» Luis Panisello Martí</div><div>» Juan Piquer Valenzuela</div><div>» Ramón Ramírez Miravalls</div><div>» Ismael Rius Ferrando</div><div>» José Sabaté Abarcat</div><div>» José Tafalla Botella</div><div>» Manuel Valls Segura</div><div>» Juan Vidal Galindo</div><div>» Emilio Lucía Izquierdo</div></div>
<div style="clear: both;"></div>
<div><br /></div><div>Todos dieron gustosos la vida por el Ideal y en los últimos momentos tuvieron presente las «Ordenanzas del Requeté»: «Dar la vida por la Causa es el acto más fecundo y el sacrificio más útil»; «Ante Dios nunca serás héroe anónimo»...</div><div><br /></div><div>Tampoco nosotros les hemos olvidado y elevamos gratamente nuestras fervorosas oraciones al Señor para que les tenga en su Santo Seno...</div><div><br /></div><div>Los miserables que les sacrificaron creían que con su muerte acabarían con los caballeros del Ideal...</div><div><br /></div><div>Ya habrán podido darse cuenta con el triunfo de las gloriosas armas nacionales, que el sacrificio de nuestros mejores no ha sido estéril. Ellos desde el Cielo nos dieron valor y fortaleza para lograr el triunfo definitivo para la salvación de España...</div><div><br /></div><div style="text-align: center;">—=—</div><div><br /></div><div>Lo mismo que en la ciudad, fueron perseguidos y asesinados por los marxistas, en los frentes de batalla, los jóvenes tradicionalistas que fueron obligados a formar en las filas del Ejército rojo. Presumían los frentepopulistas —y no sin razón, porque mal podían defender los jóvenes educados en el amor a Cristo y a la Patria unas utopías que pugnaban con sus doctrinas y con sus sentimientos— que aprovecharían la primera ocasión propicia para pasarse <i>a los enemigos</i>, que no eran otros que los defensores de la auténtica España. Había, pues, que aniquilarlos tan pronto como fueran conocidos sus antecedentes políticos o adivinados sus loables propósitos patrióticos.</div><div><br /></div><div>Muchos fueron los jóvenes tortosinos villanamente asesinados en los frentes rojos por sus convicciones católicas y nacionales, convicciones que no negaron ni un momento. Prefirieron morir lanzando vivas a Cristo Rey y a España antes que ayudar con sus esfuerzos a los viles que nos deshonraban. Prefirieron sucumbir asesinados traidoramente por la espalda cuando acudían con el corazón anhelante a engrosar las filas de los soldados del Caudillo, abandonando las de los verdugos de nuestras sacrosantas tradiciones. He ahí un oficio que bien puede ser calificado de histórico, a la vez que de timbre de gloria, de cómo murió un requeté tortosino. Y como éste, todos los requetés y jóvenes educados en el amor a los más sublimes ideales:</div><div><br /></div><div><span> </span>«<i>42 DIVISIÓN</i></div><div><i>BÓN. DE AMETRALLADORAS 42</i></div><div><i><span> </span>Comisariado</i></div><div><i><br /></i></div><div><i><span> </span><span> </span>—</i></div><div><i><span> </span>Sr. D. José Valls Durán</i></div><div><i><span> <span> <span> </span></span></span>Tortosa</i></div><div><i><br /></i></div><div><i><span> </span>Por el presente, y en contestación a la suya de 12 del actual, debo comunicarle que según los informes que obran en mi poder, el soldado Manuel Valls Segura, de la 3.ª Compañía, murió el día 28 de septiembre del corriente año cuando, inconsciente de los deberes que todos tenemos en estos momentos para con nuestra patria, intentaba pasarse al enemigo.</i></div><div><i><span> </span>Siento mucho tenerles que dar estas noticias y sinceramente debo confesarle que dicho soldado no se portó con la nobleza y gallardía con que se portan los soldados de la República.</i></div><div><i><span> </span>Su acto, lamentable en todos los conceptos, fué la demostración de que sus sentimientos no estaban a la altura de los momentos históricos que vivimos y que sentía atracción hacia los traidores que desencadenaron la horrible guerra que desangra a España.</i></div><div><i><span> </span>Lamento mucho lo ocurrido. Le saludo deseándole muchos años de vida para bien de la República y de la Libertad.</i></div><div><i><span> </span>P. C. 29 de noviembre de 1938.</i></div><div><i><span> </span><span> </span><span> </span>El Comisario,</i></div><div><i><span> </span><span> </span><span> </span>R. VIZCAÍNO</i></div><div><i><br /></i></div><div><i>(Hay un sello que dice: República Española.—42 División.—Comisario.—Batallón Especial).</i>»</div><div><br /></div><div>¡El requeté Manuel Valls Segura «sentía atracción hacia los traidores», confiesa el Comisario rojo; sentía atracción hacia los que estaban reconquistando el suelo patrio... y se disponía a unirse a ellos para ofrecer su sangre y su vida por el Ideal que siempre había sustentado!</div><div><br /></div><div>¡Así pensaban, así procedían y así morían todos los jóvenes inspirados en nuestras doctrinas!</div><div><br /></div><div>¡Gloria eterna para ellos!</div><div><br /></div><div><br /></div><div><br /></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-7131105839484281232021-07-26T08:00:00.000+02:002021-07-26T08:00:00.186+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) VIII - Un aviso oportuno<p><b>CAPITULO VIII </b></p><p><b>Un aviso oportuno </b></p><p>Día 27 de julio de 1936. Serían aproximadamente las diez de la mañana cuando pide avistarse conmigo un entusiasta y buen correligionario, D. José Verdal Asensio, que tenía un pariente cercano en uno de los trágicos Comités de salud pública que se habían constituido aquellos días. </p><p>Me hago momentáneamente visible con él. Trae malas noticias. Había que desaparecer lo más rápidamente posible, pues algunos individuos del Comité habían sugerido la idea de asesinar a los elementos derechistas de relieve. </p><p>Su pariente izquierdista le había enterado que en el asalto al Círculo Tradicionalista había caído en su poder una lista de asociados, los cuales serían asesinados en su totalidad; que su pariente le había enviado a advertirme del peligro que yo corría, puesto que algunos del Comité abogaban por mi muerte aunque él se oponía a que se me sentenciara a la última pena; que viéndose impotente para poder lograrlo debía evitar pudiera ser detenido, pues de serlo estaba irremisiblemente perdido.</p><p>Agradecí, naturalmente, el aviso y el interés, y me decidí a buscar un mejor escondite, a fin de poder evitar caer en las garras de los que andaban buscándome. </p><p>Después de conferenciar conmigo, el buen amigo y correligionario señor Verbi, sabemos se dirigió al domicilio de otros directivos de significación, algunos pertenecientes al Comité Político y Junta Directiva. Desgraciadamente, algunos no quisieron dar crédito al aviso y al pesimismo del correligionario que exponiendo su libertad en aquellos momentos —tiempo después fué detenido dos veces, estando encarcelado cerca de sesenta días— acudió a advertirnos del inminente riesgo que corríamos. No tardaron en convencerse de la certeza del aviso. Una infinidad de milicianos rodeaba su casa y procedían a su detención. Estoicamente, valerosamente, daban pocos días después la vida por la Causa, a la que habían ofrendado sus entusiasmos y amores durante toda su existencia. Su valentía les hizo desechar todo temor. Ellos, todo bondad, todo sentimiento, todo corazón, no pudieron imaginarse que los hombres, que eran sus hermanos, debían comportarse como chacales, y no como seres civilizados. </p><p>¡Los llorados hermanos no quisieron comprender que los hombres que en aquellos momentos se habían erigido en dueños de vidas y de haciendas, habían dejado de ser seres racionales, envenenados como estaban por unas utopías y unos falsos postulados de libertad y fraternidad humana... y que en nosotros no veían sino a los enemigos de su emancipación y de su bienestar. Que no otra cosa les habían predicado los miserables de los apóstoles de guardarropía que desde el advenimiento de la malhadada República venían explotándoles!</p>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-73311657920616959322021-07-25T08:00:00.000+02:002021-07-25T08:00:00.181+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) VII - Los bárbaros en acción<p><b>CAPÍTULO VII </b></p><p><b>Los bárbaros en acción </b></p><p>El día 23 de julio de 1936 los tortosinos pudieron presenciar uno de los más vergonzosos espectáculos, llevado a cabo por unos cuantos bárbaros del marxismo local. </p><p>En uno de los trenes mixtos de la Compañía de los Ferrocarriles del Norte viajaban en dirección a Valencia los Hermanos de las Escuelas Cristianas D. Pascual Escuin Ferrer y don Andrés Pradas Lahoz, que huían de Tarragona, ante la persecución de que eran víctimas los religiosos en la capital de la provincia. Algún miserable descubrió su personalidad y fueron detenidos en el mismo tren por una cuadrilla de patrulleros, conduciéndolos a esta ciudad. </p><p>Los granujas que les conducían les golpearon bárbaramente desde la estación hasta los bajos de las Casas Consistoriales, donde primeramente fueron conducidos. Las calles de Cervantes, Ángel, Rosa y Merced, fueron el calvario que recorrieron los infelices, sufriendo un verdadero suplicio. Golpes, puñetazos, puntapiés, culatazos, bofetadas, etc., etc... Cuando llegaron al Ayuntamiento sangraban abundantemente. Uno de ellos no podía ya más. Sufrió un desvanecimiento. </p><p>La turba, embrutecida y rabiosa, se ensañaba criminalmente con estos mártires. </p><p>—¡Son unos curas! —vociferaban unos. </p><p>—jSon unos fascistas! —bramaban otros. </p><p>—iMatadles, matadles! —gritaban a coro. </p><p>Y los miserables que les conducían arreciaban furiosamente contra los infelices que sufrían sin proferir la más leve queja. ¡Sufrían por la Fe y por España! </p><p>Pero, con todo, lo más indignante, fué el espectáculo, denigrante y vil, que ofrecían la masa de <i>indiferentes</i> que presenciaban tanta criminalidad, deshonra de todo ser humano. Fueron muchos los que miraban complacidos —sí, complacidos— cómo la bestia se <i>entretenía</i> martirizando a aquellos grandes patriotas. Otros tantos se atrevían incluso a reír la gracia de los canallas cada vez que les maltrataban a culatazos o bofetadas. Asqueados y avergonzados como tortosinos y españoles quedamos cuando unos amigos, con lágrimas en los ojos, vinieron a contarnos en la Redacción, la salvajada que se estaba llevando a cabo contra dos indefensos religiosos. Y más aún cuando nos citaron algunos nombres de señores —¡señores porque iban vestidos como tales!— que teniendo aún en aquellos momentos autoridad —puesto que las masas todavía les obedecían, ¡estaban en el comienzo de la tragedia!— se complacían en contemplar y asistir a tan salvaje espectáculo. Presagiamos cuanto ocurriría en días futuros y la suerte que aguardaba a cuantos tuvieran la desdicha de caer en manos de turba tan vil. Como presumimos también, no habrían de salir mejor librados los elementos que en aquellos momentos, pudiéndolo aún hacer, no ponían freno a la bestia. A todo puerco le llega su San Martín.... Y puesto que puercamente, cochinamente, canallescamente, se estaban comportando los marxistas adinerados y gubernamentales, con las pobres víctimas indefensas, habrían de recibir tarde o temprano el premio que merecían... </p><p>En el transcurso de les días los hechos vinieron a darnos la razón. Llegó un momento en que a tan estúpidos elementos se les acabó la risa. El terror apareció retratado en sus semblantes, con la huella del impotente, del vencido, del cobarde. Estaban en su San Martín. </p><p>Los gloriosos mártires señores Escuin y Pradas, fueron sacrificados los días 19 y 29 de agosto de 1936, respectivamente, en la carretera de Tortosa a Barcelona. </p><p>¡Los malvados completaron así su obra, tan villanamente comenzada el día 23 de julio, contra sus venerandos cuerpos!</p>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-677271660007532852021-07-24T08:00:00.000+02:002021-07-24T08:00:00.174+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) VI - En tercer lugar<p>El día 23 de julio se vió claramente por primera vez que la Divina Providencia velaba por nosotros. </p><p>Serían las tres de la tarde cuando descendió las escaleras del primer piso del Centro Obrero de Corporaciones el tristemente famoso Juan Vilás (a) <i>Chaparro</i> con un papel en la mano. Se sentó preocupado en una de las mesas, a la sazón desocupadas. Se puso a leer el citado papel, que seguramente acababan de entregarle los individuos que formaban el comité del Partido Socialista o del citado Centro. Hasta la fecha no hemos podido averiguar con certeza quienes fueron los que dieron este papel al que poco tiempo después había de adquirir triste y trágica celebridad. </p><p>Un peón albañil, al que nosotros no debíamos ciertamente ningún favor, pero con el que nos unía desde hacía muchísimos años una buena amistad por habernos criado y convivido en un mismo barrio, observó la preocupación del <i>Chaparro</i>, leyendo y releyendo el citado papel, y se acercó a su mesa preguntándole el porqué de su nerviosidad. Y le enseñó el citado papel. Se trataba de una lista en la que figuraban una veintena de nombres. El peón de albañil la leyó. Inquirióle su significación. El <i>Chaparro</i> le manifestó que le habían ordenado la inmediata detención y encarcelamiento de las personas allí anotadas. El buen obrero protestó, manifestando que se trataba de personas dignísimas que ningún daño habían cometido contra el orden y la causa obrera. Alegó que eran medidas de precaución ordenadas por el Comité. El que encabezaba la relación era D. Restituto González, militar retirado, y le seguía D. Manuel Gordon. Nuestro modestísimo nombre figuraba en tercer lugar. </p><p>Mi amigo el obrero protestó de nuevo y enérgicamente contra la inclusión de mi persona, pidiendo fuera excluido. El <i>Chaparro</i> se negaba. Aquél después ya no exigió, suplicó en mi favor, alegando circunstancias que en aquellos momentos el Señor le inspiró. Por fin se avino el <i>Chaparro</i> a excluirme, pero para salvar su responsabilidad, escribió nuevamente todos los nombres en otro papel, excluyendo el mío, a fin de poder alegar, cuando se le hicieran cargos por no haberme detenido, de que mi nombre no se le habla facilitado, presentando al Comité, como comprobante, la lista que se le había dictado, y en la cual yo no figuraba. </p><p>Pocas horas después la totalidad de las dignísimas personalidades que figuraban en la trágica lista eran detenidas y en los primeros días del mes de agosto villanamente asesinadas. </p><p>No tardé en enterarme de esta feliz, para mí, escena, faltándome tiempo para advertir a cuantos amigos me fué posible en aquellos terribles momentos, en que las calles todas de la ciudad estaban poco menos que tomadas por asalto por los afiliados de las agrupaciones izquierdistas, armados, como si en nuestra querida Tortosa se albergaran los criminales más empedernidos, para que se pusieran a salvo. </p><p>Desde aquel momento, aunque ya lo adivinamos desde el primer instante, comprendimos que éramos presa codiciada de algunos elementos, que no olvidaban nuestras campañas en defensa del Orden, de la Religión y de la Patria, y en contra de todos los malandrines y vividores de la política. Más de una vez en anónimos y desde su prensa se me había amenazado para el día de su definitivo triunfo. Y ahora que creían que la victoria les sonreía se disponían a <i>ajustarme </i>las cuentas...</p>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-16800986383722962282021-07-23T08:00:00.000+02:002021-07-23T08:00:00.177+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) V - Asalto del Círculo Tradicionalista ¡Se han perdido las llaves!<p><b>CAPITULO V </b></p><p><b>Asalto del Circulo Tradicionalista ¡Se han perdido las llaves!</b> </p><p>El terror se había apoderado ya, el día 21, de todas las personas de orden de la localidad. Los mozalbetes mal educados de las sindicales rojas y de los partidos marxistas se paseaban por nuestras calles con ridícula <i>marcialidad</i> y armados hasta los dientes. Ya no había poder humano que pudiera detenerles en sus ínfulas de matasietes. No sabían por donde empezar sus tropelías. De pronto parece partió de los directivos de un partido izquierdista la orden de asalto e incautación —robo— de todo lo perteneciente al Círculo Tradicionalista. </p><p>Y allí se dirigió un grupo numeroso de escopeteros junto con unos cuantos Guardias de asalto del retén destacado en esta ciudad. </p><p>Personados en el local del Círculo el cabo o jefe que mandaba la fuerza de asalto, pidió —y queremos consignarlo así porque es de justicia— con buenos modales al conserje las llaves de las estanterías, del despacho y de los cajones de las mesas del mismo. </p><p>El conserje, D. Ramón González, les dijo que no las poseía. pues creía estaban en poder del Presidente o Vicepresidente del Comité Político. </p><p>La turba que acompañaba a los guardias creyó que era un pretexto para eludir el registro, y empezó a vociferar, dando varios gritos destemplados y exigiendo de los guardias procedieran al registro violentando las cerraduras. Los guardias no accedieron, momentáneamente, a esta pretensión y pidieron serenidad a la turba. </p><p>Se exigió al conserje fuera en busca de las llaves, ya que de lo contrario procederían a violentar todo lo que estuviera cerrado. </p><p>Ante la contestación del señor González de que no poseía las llaves pedidas, la chusma se afirmó más en la creencia de que en las mesas del despacho del Círculo estaba toda la documentación del <i>complot fascista</i> en esta comarca y unas listas en las que se señalaban los nombres de las personas izquierdistas que habían de ser fusiladas. Este rumor hiciéronle correr unos cuantos miserables que pocos días después más se significaron en la delación de personas derechistas que no tardaron en ser detenidas y asesinadas. </p><p>El señor González, ante el requerimiento del jefe de las fuerzas de asalto, vino en mi busca a la Redacción de «Heraldo de Tortosa», donde me encontraba. Serían las once de la mañana. </p><p>—Sr. Monllaó —me dijo—: ¿tiene Vd. por casualidad las llaves de los cajones del despacho de Secretaría? </p><p>—No; las entregué al señor Mur hace unos días —le contesté. </p><p>—¿No sabe si las tiene el señor Gordon? —me preguntó de nuevo. </p><p>—No lo creo, pues el señor Gordon hace unos días marchó a Mallorca a descansar y reponerse de su última enfermedad. </p><p>—No; no está en Palma de Mallorca, está aquí, pues regresó anteayer. </p><p>—¿Que está aquí el señor Gordon? </p><p>—Sí, señor.</p><p>Me quedé sorprendido y lamenté muy de veras el regreso del querido correligionario, pues temía, dado el odio que le profesaban los marxistas, lo detuvieran y le hicieran víctima de sus iras, como así ocurrió efectivamente, ya que no transcurrieron muchas horas sin que la detención del buen amigo se llevara a efecto, siendo villanamente asesinado el día 5 de agosto de 1936. </p><p>El conserje se fué a ver al señor Gordon por si tenía las llaves, a fin de que los muebles del Círculo no fueran violentados. No las tenía tampoco, según me vino a comunicar de nuevo el señor González. </p><p>En vista de ello, el conserje volvió al Círculo, donde le aguardaban con impaciencia los guardias y los escopeteros. </p><p>—¡Las llaves se han perdido! —les dijo. </p><p>Y como si con esta contestación se les hubiera inferido una grave ofensa, engañándoles, la emprendieron a golpes con las culatas de las pistolas y de los fusiles contra las cerraduras de las mesas y contra todos los muebles, causándoles graves destrozos. </p><p>Los muchachos de las juventudes marxistas pusiéronse afanosamente a buscar y rebuscar papeles para encontrar algún documento sensacionalista y poder lanzar un grito de triunfo, a la vez que de acusación, contra los tradicionalistas. No lo encontraron... pero lo inventaron.</p><p>No tardó en circular por la ciudad la versión de que en el Circulo Carlista se habían encontrado unas listas acotadas con unas cruces. Eran los nombres de las personas destinadas al sacrificio poros reaccionarios... </p><p>Evidentemente, se encontraron unos ficheros y unas listas acotadas con unos signos. Eran el fichero y las listas electorales que habían servido en las últimas elecciones, con los signos convencionales hechos por los interventores de los electores que habían emitido el voto. Bien lo comprendieron así los que dieron con el fichero y las listas... pero les convenía lanzar la vil infamia que favorecía sus satánicos planes de persecución de los elementos tradicionalistas, y particularmente de los directivos del Comité político, la mayoría de los cuales sucurnbieron a la ferocidad de los marxistas, vilmente asesinados. Eran éstos D. Manuel Gordon, Vicepresidente; D. Enrique Mur, Secretario; D. Luis Llasat, D. Ramón Cruells y D. Antonio de Wenetz, Vocales. Pudiendo sobrevivir a la persecución D.ª Josefa Noguerón de Llop, que estuvo escondida durante veintidós meses junto con su esposo D. José Llop; D. Antonio Aleixendri, detenido varios meses en un buque-prisión; y el cronista, que ostentaba la Presidencia; así como casi la totalidad de la Junta Directiva del Círculo, que la formaban: D. Julián Falomir, Presidente, escondido durante treinta y dos meses; D. Antonio Juncosa, Vicepresidente, escondido igualmente en un pueblo de la provincia durante treinta y dos meses; D. Juan Gisbert, Secretario, detenido varios meses en un buque-prisión y escondido después; D. Francisco Ferrando y D. José Ibáñez, escondido también en Barcelona, Vocales; fué asesinado D. Antonio Marca, Vocal. Otros ex directivos como los señores D. José Calbet Mulet, D. Sitvestre Ibáñez, D. Luis Vericat, D. José Grego y don José Valls, pudieron salvarse huyendo de la ciudad y escondiéndose en otras localidades. </p><p>Nada importante, como hemos dicho, encontraron los asaltantes en los cajones de Secretaría, que pudiera ser motivo de acusación y persecución contra los directivos ni asociados. Hacía dos días que el inolvidable y querido Sr. Mur, temiendo un asalto de las turbas al Círculo, había puesto a salvo todas las listas y documentación, así como los nombres de los que formaban los Comités y Subdelegaciones del Partido en todos los pueblos de la comarca. El señor Mur, con su muerte, se llevó el secreto del lugar en que fueron puestos a salvo. </p><p>Sabemos que en la Secretaría quedaron tinos libros y unas matrices de talonarios sin importancia, así como unas cuantas fotografías de algunos actos celebrados por la <a href="http://carlismo.es" target="_blank">Comunión Tradicionalista</a>. Uno de los muchachos que se unió a los milicianos asaltantes se dedicó a la loable tarea, según supimos más tarde, de ir rompiendo en mil pedazos las matrices de talonarios, papeles en que figuraban nombres y las fotografías, con el fin de que estos <i>documentos</i> no pudieran servir de pretexto a los malhechores para ensañarse con las personas en ellos anotadas. Se cometió más de un asesinato de dignísimas personas que jamás habían tenido relieve político sólo por el mero hecho de figurar retratadas al lado de algunas personalidades políticas o religiosas. Una de ellas, D. Pedro Ardit Aragonés, que, según se cuenta, fué asesinado porque figuraba en una fotografía junto con el Ilmo. Sr. Obispo y otras dignidades eclesiásticas. ¡Sólo Dios sabe el bien que hizo este joven con su plausible trabajo destructor!...</p><p>El afán con que la chusma husmeó per todos los rincones del Círculo, en busca de una <i>prueba acusatoria</i>, nos afirmó mucho más en el criterio de que debíamos desaparecer cuanto antes de la escena si queríamos burlar la persecución de que a no tardar se nos haría víctimas. No habían encontrado pruebas, pero bien se cuidarían de inventarlas quienes estaban interesados en perdernos... Por eso encarecí con más insistencia a mis amigos la necesidad de que cuando menos momentáneamente, no se hicieran muy visibles de las masas, que como canes rabiosos, estaban ansiosas de hacerse con alguna presa. </p><p>Terminado el registro, los guardias de asalto se llevaron detenido al señor González, y en la Inspección, le requieren con amenazas de muerte, les diera los nombres de todos los directivos del partido. El señor González les manifestó que los ignoraba, por cuanto los mismos directivos tenían buen cuidado en no hacer públicos los cargos que respectivamente desempeñaban. ¡Y claro que el Sr. González los conocía, pero prefería morir como todos los tradicionalistas murieron, antes que revelar ni acusar a ninguno de sus jefes! </p><p>Los hechos, desgraciadamente, no tardaron en darnos la razón. </p><p>Nosotros procurarnos proceder con cautela, y el temor —¿por qué no confesarlo?— que nos embargaba, nos obligaba a tomar mayores precauciones. Sentíamos caer sin provecho alguno ni para la Causa ni para la Religión ni para la Patria. Ofrecer tontamente nuestra vida para sólo mera satisfacción y entretenimiento de los chacales de la revolución, era estúpido. Debíamos defenderla por cuantas argucias estuvieran a nuestro alcance para ofrecerla a Dios y al Ideal en el momento propicio. Y con la ayuda de la Divina Providencia procuramos ponernos a salvo y defendernos de la tenaz persecución que en el transcurso de los meses fuimos víctimas...</p><p><br /></p><p><b>Los bárbaros en Tortosa: 1936-39 (José Monllaó Panisello, 1942) </b></p><div style="float: left; width: 300.237px;"><div><a href="https://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2021/07/los-barbaros-en-tortosa-1936-39-prologo.html" target="_blank">Prólogo e introducción</a><br />I - El dolor de España</div><div>II - El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria</div><div>III - ¡El Tercio se ha sublevado!</div><div>IV - ¡Hay que desaparecer!</div><div>V - Asalto del Círculo Tradicionalista.—¡Se han perdido las llaves!</div><div>VI - En tercer lugar</div><div>VII - Los bárbaros en acción</div><div>VIII - Un aviso oportuno</div><div>IX - Horrorosa matanza de tradicionalistas</div><div>X - Las primeras detenciones</div><div>XI - Primera providencia marxista</div><div>XII - Otra vez en los primeros lugares</div><div>XIII - Cierre de los Centros de la <i>facción</i></div><div>XIV - La primera visita del coche fantasma</div><div>XV - Primer registro domiciliario</div><div>XVI - Si te cogen, te fusilan</div><div>XVII - Dos coches fantasmas sobre la pista</div><div>XVIII - Fraternidad revolucionaria</div><div>XIX - En la guarida de los monstruos</div><div>XX - Dos coches fantasmas a la vista</div><div>XXI - Gritos en la noche</div><div>XXII - Los héroes del Alcázar y de Oviedo</div><div>XXIII - El miedo a los fascistas — Detenciones a granel</div><div>XXIV - Llamadas trágicas</div><div>XXV - Las charlas del general Queipo de Llano</div></div><div style="float: right; width: 300.237px;"><div>XXVI - El miedo a la aviación</div><div>XXVII - Jugándonos el todo por el todo</div><div>XXVIII - Visita de un coche que no es fantasma.—¡Vaya susto!</div><div>XXIX - La mala sombra de un guarda rural</div><div>XXX - Cruenta lucha entre marxistas</div><div>XXXI - Un serio contratiempo</div><div>XXXII - La sorpresa de unos payeses</div><div>XXXIII - Cambio de escondite</div><div>XXXIV - Desagradable visita.—Certificado salvador</div><div>XXXV - De todos los colores...</div><div>XXXVI - Las charlas con un republicano. — Yo, furibundo izquierdista</div><div>XXXVII - ¡Terrible amanecer!</div><div>XXXVIII - Octavillas redentoras</div><div>XXXIX - Fragores de lucha</div><div>XL - ¡Yo he visto a los moros!</div><div>XLI - Cañonazos que nos saben a repique de campanas</div><div>XLII - Unos oficiales rojos que merecían ser nacionales</div><div>XLIII - ¡Se llevan y fusilan a los hombres!</div><div>XLIV - La famosa <i>cadena</i> de la Aviación Nacional</div><div>XLV - En medio de la lucha.—¡Recemos!</div><div>XLVI - ¡Un comandante del Ejército Nacional!</div><div>XLVII - ¡Al servicio de la Patria!</div><div>XLVIII - ¡Honor a los Caídos!</div></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-79325397604272928512021-07-22T08:00:00.000+02:002021-07-22T08:00:00.177+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) IV - ¡Hay que desaparecer!<p style="text-align: right;">por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Monlla%C3%B3" target="_blank">José Monllaó Panisello</a> «Llaonet»</p><p><b>CAPÍTULO</b><b> IV </b></p><p><b>¡Hay que desaparecer! </b></p><p>En la mañana del día 20 se presentaron en la redacción varios amigos y correligionarios de la ciudad y de los pueblos comarcanos a cambiar impresiones respecto a la marcha del movimiento. Recordamos, entre otros, a D. Enrique Mur Brull, Director de «Correo de Tortosa» y Secretario del Comité Político Tradicionalista; D. Antonio Marca, que había sido detenido el día anterior en Reus, donde se hallaba accidentalmente, pudiendo escapar y venirse a Tortosa; D. José Baiges, D. José Marín; D. Ramón Ortiz; de La Cenia; D. Ramón Accensi Ferré, de Santa Bárbara; D. José Vandellós, de Villalba de los Arcos; don Pedro Delgado, de Horta de San Juan; D. Joaquín Beltri, de La Cava; D. Luis Llasat, jefe de la minoría Tradicionalista del Ayuntamiento de Tortosa; D. Enrique Gavaldá, de Horta; don Andrés Gironés, de Fatarella, y otros que sentimos no recordar en estos momentos. </p><p>Los acontecimientos, por lo que se desprendía de las noticias que se iban recibiendo, no se desarrollaban con la satisfacción que los amantes de la Patria ansiábamos. La mayoría de capitales de España estaban en poder de los elementos marxistas. Los atropellos y las detenciones estaban a la orden del día. Se habían producido ya asaltos de moradas de caballeros católicos y de tradicionalistas. La fiera estaba demostrando ansias de venganza y de sangre. El rumor de que había que acabar con los frailes, con los curas y con los fascistas, circulaba, va con insistencia. Había, pues, que tornar medidas de seguridad personal desde el momento que la fuerza pública se mostraba pasiva, más bien, acobardada, atemorizada, cuando no parte de esa fuerza a las órdenes de los elementos marxistas revolucionarios que querían <i>arreglarlo</i> todo a sangre y fuego. </p><p>Cambiamos impresiones con los amigos y expuso cada cual su opinión. No podríamos defendernos porque éramos pocos en comparación con los elementos marxistas y fuerzas armadas, y desarticulados, sin cohesión, con nuestros correligionarios y afines de la provincia y de la Región. No podíamos, pues, hacer nada. Más bien, no debíamos hacer nada; pues de intentarlo, era correr a un inútil sacrificio. Sería un suicidio seguro, estéril. Era cuestión de esperar a un mejor desarrollo de los acontecimientos para ofrecer nuestro esfuerzo a los caballeros del Ideal que desde la auténtica España se disponían a reconquistar la totalidad del suelo patrio. </p><p>Y expusimos a nuestros amigos y correligionarios nuestro leal y sincero parecer, dado como se estaban produciendo los sucesos. </p><p>—¡Hay que desaparecer inmediatamente —les dijimos—pues estarnos más de convencidos que de no hacerlo, nos detendrán a todos y seremos asesinados! Los directivos marxistas no tardarán muchos días en no ser dueños de la situación y serán impuestos por las masas. Fijaos que han armado a toda la escoria de sus partidos y a esos no habrá autoridad ni ascendiente humano que les detenga en sus fechorías. </p><p>Algunos de estos amigos casi se burlaron de nuestros temores. Creían sí, que la chusma cometería asaltos, detenciones, atropellos sin fin, pero que respetarían las vidas. </p><p>—Nosotros nada hemos hecho —respondieron algunos— y nada podemos temer. Si nos detienen que nos detengan. Ya nos soltarán. </p><p>No compartimos ni un momento de su optimismo. Y aducimos varias razones para disipar su crédula confianza.</p><p>Algunos aceptaron nuestro criterio. Y procuraron desaparecer de la escena. Esperaron, no obstante, algunos días, pero al ver como los milicianos practicaban las más vergonzosas <i>razzias</i> de personas dignísimas, se escondieron definitivamente y salvaron sus vidas. Y más tarde pudieron, con su esfuerzo, encuadrados en Tercios de Requetés, en Banderas de Falange y en los cuadros del Ejército Nacional, coadyuvar a la salvación de la Patria. </p><p>Otros, más confiados en que la <i>sangre no llegaría al río</i> —como alguno insinuó cándidamente— dejaron de escuchar nuestros consejos. Fueron prendidos por la chusma roja y villanamente asesinados en la carretera de Tortosa a Barcelona. ¡Que Dios les tenga en su santa gloria! </p><p>¡Cuántos de estos queridos hermanos debieron recordar en las últimas horas de su cruento martirio nuestra última entrevista y nuestro sincero consejo en este valle de lágrimas! ¡Su excesiva confianza y valor, había malogrado unas vidas que tanto necesitaban unos hogares y la redención de España!</p><p><br /></p><p><b>Los bárbaros en Tortosa: 1936-39 (José Monllaó Panisello, 1942) </b></p><div style="float: left; width: 300.237px;"><div><a href="https://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2021/07/los-barbaros-en-tortosa-1936-39-prologo.html" target="_blank">Prólogo e introducción</a><br />I - El dolor de España</div><div>II - El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria</div><div>III - ¡El Tercio se ha sublevado!</div><div>IV - ¡Hay que desaparecer!</div><div>V - Asalto del Círculo Tradicionalista.—¡Se han perdido las llaves!</div><div>VI - En tercer lugar</div><div>VII - Los bárbaros en acción</div><div>VIII - Un aviso oportuno</div><div>IX - Horrorosa matanza de tradicionalistas</div><div>X - Las primeras detenciones</div><div>XI - Primera providencia marxista</div><div>XII - Otra vez en los primeros lugares</div><div>XIII - Cierre de los Centros de la <i>facción</i></div><div>XIV - La primera visita del coche fantasma</div><div>XV - Primer registro domiciliario</div><div>XVI - Si te cogen, te fusilan</div><div>XVII - Dos coches fantasmas sobre la pista</div><div>XVIII - Fraternidad revolucionaria</div><div>XIX - En la guarida de los monstruos</div><div>XX - Dos coches fantasmas a la vista</div><div>XXI - Gritos en la noche</div><div>XXII - Los héroes del Alcázar y de Oviedo</div><div>XXIII - El miedo a los fascistas — Detenciones a granel</div><div>XXIV - Llamadas trágicas</div><div>XXV - Las charlas del general Queipo de Llano</div></div><div style="float: right; width: 300.237px;"><div>XXVI - El miedo a la aviación</div><div>XXVII - Jugándonos el todo por el todo</div><div>XXVIII - Visita de un coche que no es fantasma.—¡Vaya susto!</div><div>XXIX - La mala sombra de un guarda rural</div><div>XXX - Cruenta lucha entre marxistas</div><div>XXXI - Un serio contratiempo</div><div>XXXII - La sorpresa de unos payeses</div><div>XXXIII - Cambio de escondite</div><div>XXXIV - Desagradable visita.—Certificado salvador</div><div>XXXV - De todos los colores...</div><div>XXXVI - Las charlas con un republicano. — Yo, furibundo izquierdista</div><div>XXXVII - ¡Terrible amanecer!</div><div>XXXVIII - Octavillas redentoras</div><div>XXXIX - Fragores de lucha</div><div>XL - ¡Yo he visto a los moros!</div><div>XLI - Cañonazos que nos saben a repique de campanas</div><div>XLII - Unos oficiales rojos que merecían ser nacionales</div><div>XLIII - ¡Se llevan y fusilan a los hombres!</div><div>XLIV - La famosa <i>cadena</i> de la Aviación Nacional</div><div>XLV - En medio de la lucha.—¡Recemos!</div><div>XLVI - ¡Un comandante del Ejército Nacional!</div><div>XLVII - ¡Al servicio de la Patria!</div><div>XLVIII - ¡Honor a los Caídos!</div></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-72266088958271431442021-07-21T08:00:00.000+02:002021-07-21T08:00:00.189+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) III - ¡El Tercio se ha sublevado!<p style="text-align: right;">por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Monlla%C3%B3" target="_blank">José Monllaó Panisello</a> «Llaonet»</p><p><b>CAPÍTULO</b><b> III </b></p><p><b>¡¡El Tercio se ha sublevado!! </b></p><p>En la Redacción de «Heraldo de Tortosa», como en las redacciones de la mayoría de periódicos, se reunía todas las tardes una <i>peña</i> de amigos que comentaban las noticias que circulaban referentes a política local y nacional: los sucesos del momento. Esta reunión la componían ordinariamente D. Fran-cisco Mestre y Noé, cronista de Tortosa y uno de los hombres más insignes y cultos de la ciudad, D. Juan Palau Mayor, ex Diputado, D. Antonio Campos Sapiña, Abogado, D. Luis Llasat, D. Enrique Mur, D. Ernesto Mestre, Vetericario, D. Manuel Gordon, Secretario del Banco de España —todos fallecidos y la mayoría asesinados por los marxistas—, D. Francisco Pentinat, D. Roberto Andreu, Director del citado periódico, el Cronista y algún que otro señor que venía en busca de noticias de última hora. </p><p>El cronista, redactor-jefe de dicho periódico, estaba encargado de recoger las conferencias de los corresponsales de Barcelona y Madrid, que generalmente eran transmitidas a las cinco de la tarde, para la edición que se publicaba a las seis y media de la misma. </p><p>El día 18 de julio, al entrar en la redacción, de regreso de teléfonos, nos encontramos reunidos a la mayoría de señores que hemos nombrado, y que ansiosamente nos estaban esperando, ya que durante todo el día habían circulado rumores de haberse producido sucesos de extraordinaria importancia en Marruecos y en algunas ciudades españolas. </p><p>Al llegar, la pregunta fué unánime: </p><p>—¿Qué noticias gordas nos traes? </p><p>A la que dimos rápida contestación: </p><p>—El Tercio y los regulares se han sublevado en Marruecos. En Madrid y provincias han sido detenidos algunos generales y centenares de oficiales. Parece que la cosa está que arde... </p><p>Y les leí las siguientes históricas notas, ya que desde aquel momento se empezó la reconquista de España por los verdaderos amantes de la Patria. </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: left;">«NOTA OFICIAL DEL GOBIERNO.—UN MOVIMIENTO SUBVERSIVO.—<i>Parte del Ejército español en Africa se ha sublevado en armas contra la República. El movimiento está circunscrito a determinadas ciudades del Protectorado, sin que nadie en la Península se haya sumado a tan absurdo intento. Es completamente falso lo dicho por radio Ceuta, simulando ser radio Sevilla, sobre cosas ocurridas en Madrid y en el resto de España</i>». </p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«OTRA NOTA OFICIAL DEL GOBIERNO.—<i>De nuevo el Gobierno se dirige al país para manifestarle que la tranquilidad es absoluta en toda España. El Gobierno ha recibido gran número de ofrecimientos, dando ejemplo de serenidad y de confianza en el Poder. </i></p><p><i>Gracias a las medidas adoptadas puede darse por desarticulado un amplio movimiento de agresión a la República. Sólo las fuerzas de Marruecos han sido arrastradas por la pasión política. El Gobierno ha tomado medidas radicales. Se ha practicado la detención de varios generales, jefes y oficiales complicados en el Movimiento. También ha sido detenido un avión extranjero en el que había de entrar en España un cabecilla. </i></p><p><i>La acción del Gobierno es suficiente para restablecer la normalidad. La opinión debe estar prevenida por las noticias falsas que se den por radio Ceuta simulando radio Sevilla y en las que se dice que han ocurrido sucesos en Madrid. El movimiento se da por fracasado</i>». </p></blockquote><p>Todos los señores de la peina convinieron en que los sucesos revestían excepcional gravedad y que este movimiento ten-dría más serias consecuencias que el del día 10 de agosto de 1932, ya que las fuerzas sublevadas eran nada menos que las aguerridas y valerosas de África, como eran el Tercio y Regulares. </p><p>D. Francisco Mestre y Noé apuntó que España viviría días de verdadera tragedia, puesto que los elementos avanzados es-taban demasiado envalentonados por la descarada protección que, desde hacía un tiempo, disfrutaban de los Poderes públicos. </p><p>Todos los tertulianos abundaron en el mismo criterio, ya que, unidos como estaban republicanos, comunistas, socialistas y sindicalistas, el triunfo de los heroicos militares no podría producirse sin librar sangríentos combates. </p><p>Mientras el cronista estaba escribiendo las noticias para la edición del día y los de la peña continuaban con sus comenta-rios alrededor de tan sensacionales noticias, llegaron ya otros amigos a la Redacción con las:- impresiones de que se habían convocado urgentes reuniones en el Centro Republicano, Centro Obrero y en la C. N. T., para adoptar medidas para guardar el <i>orden revolucionario</i>. </p><p>Poco a poco desfilaron los tertulianos y ya por las calles circulaban grupos de mozalbetes con indicios evidentes de que estaban prestos a cometer los más viles y graves atropellos, como así ocurrió pasadas pocas horas, y de los que nos ocupamos en nuestro libro «Estampas de Dolor y de Sangre». </p><p>A las siete de la tarde quedábamos solamente en la Redacción el Director D. Roberto Andreu, que ha hecho famoso su pseudónimo de <i>Tipities</i>, y el cronista. </p><p>La conversación entre los dos recayó, naturalmente, sobre los sucesos que ya estaban desarrollándose en muchas capitales de España. </p><p>Temíamos, como así sucedió, que la primera medida que tomarían las autoridades para guardar el <i>orden revolucionario</i>, sería la detención de todos los elementos directivos de las agrupaciones derechistas y muy especialmente de las de extrema derecha. </p><p>Como .el cronista, a la vez que Director de «La Tradición», único periódico carlista que se publicaba en la provincia de Tarragona, era directivo destacado de la gloriosa <a href="http://carlismo.es" target="_blank">Comunión Tradicionalista</a>, el admirado <i>Zipities</i> temió fuese la mía una dejas primeras detenciones que se ordenasen, y así me lo manifestó. </p><p>—No dudo —me dijo— que te detendrán, porqué se ve que los militares cuentan con la colaboración de carlistas y falangistas; y como el Gobierno debe saberlo dará órdenes de que se proceda al ingreso en la cárcel de todos los directivos. </p><p>—No dudo que así se procederá —le contesté— pero lo que es yo no me dejaré coger tontamente. En los sucesos de octubre del 34 ya dieron pruebas los marxistas de los propósitos que les animaban, fusilando y asesinando a muchos detenidos. No creo que esta vez se comporten más cuerdamente y mucho menos si llevan las de perder. </p><p>El amigo Andreu no participó de momento de mis pesimismos. Cuando al correr de los días vió cuan miserablemente se comportaban los marxistas, aplaudió más de una vez hubiera burlado las pesquisas de los sicarios que con tanta insistencia me perseguían. </p><p>Como era de presumir, las noticias que durante toda la noche del día 18 fueron retransmitiendo las emisoras rojas, exasperaban y envalentonaban a las mesnadas marxistas, que procedieron inmediatamente a la detención de las personas más dignísimas de la localidad, las que luego fueron asesinadas por las cunetas de las carreteras de este término municipal. </p><p>Aquella misma noche se sabía también que todo lo más digno y bizarro de nuestro glorioso Ejército, acaudillados por los generales Franco, Mola, Goded, Fanjul, Varela, Yagüe, Orgaz, Saliquet, Sanjurjo, Millán Astray, Martínez Anido, Queipo de Llano, etc., se habían lanzado a la laudable empresa de salvar a España. La Cruzada, tan decididamente emprendida por tan egregios Capitanes, no podía fracasar. Nuestra seguridad, nuestra fe en el triunfo total, definitivo, de tan grande como gloriosa empresa, la tuvimos ya en el mismísimo día del levantamiento: 18 de julio de 1936. Lo que no sabíamos era si podríamos sobrevivir a la espantosa tragedia que habíamos de correr. Sólo fiamos nuestra suerte en la Divina Providencia. Nosotros ofrecimos gustosos nuestra vida por la salvación de la Fe y de la Patria.</p><p><br /></p><p><b>Los bárbaros en Tortosa: 1936-39 (José Monllaó Panisello, 1942) </b></p><div style="float: left; width: 300.237px;"><div><a href="https://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2021/07/los-barbaros-en-tortosa-1936-39-prologo.html" target="_blank">Prólogo e introducción</a><br />I - El dolor de España</div><div>II - El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria</div><div>III - ¡El Tercio se ha sublevado!</div><div>IV - ¡Hay que desaparecer!</div><div>V - Asalto del Círculo Tradicionalista.—¡Se han perdido las llaves!</div><div>VI - En tercer lugar</div><div>VII - Los bárbaros en acción</div><div>VIII - Un aviso oportuno</div><div>IX - Horrorosa matanza de tradicionalistas</div><div>X - Las primeras detenciones</div><div>XI - Primera providencia marxista</div><div>XII - Otra vez en los primeros lugares</div><div>XIII - Cierre de los Centros de la <i>facción</i></div><div>XIV - La primera visita del coche fantasma</div><div>XV - Primer registro domiciliario</div><div>XVI - Si te cogen, te fusilan</div><div>XVII - Dos coches fantasmas sobre la pista</div><div>XVIII - Fraternidad revolucionaria</div><div>XIX - En la guarida de los monstruos</div><div>XX - Dos coches fantasmas a la vista</div><div>XXI - Gritos en la noche</div><div>XXII - Los héroes del Alcázar y de Oviedo</div><div>XXIII - El miedo a los fascistas — Detenciones a granel</div><div>XXIV - Llamadas trágicas</div><div>XXV - Las charlas del general Queipo de Llano</div></div><div style="float: right; width: 300.237px;"><div>XXVI - El miedo a la aviación</div><div>XXVII - Jugándonos el todo por el todo</div><div>XXVIII - Visita de un coche que no es fantasma.—¡Vaya susto!</div><div>XXIX - La mala sombra de un guarda rural</div><div>XXX - Cruenta lucha entre marxistas</div><div>XXXI - Un serio contratiempo</div><div>XXXII - La sorpresa de unos payeses</div><div>XXXIII - Cambio de escondite</div><div>XXXIV - Desagradable visita.—Certificado salvador</div><div>XXXV - De todos los colores...</div><div>XXXVI - Las charlas con un republicano. — Yo, furibundo izquierdista</div><div>XXXVII - ¡Terrible amanecer!</div><div>XXXVIII - Octavillas redentoras</div><div>XXXIX - Fragores de lucha</div><div>XL - ¡Yo he visto a los moros!</div><div>XLI - Cañonazos que nos saben a repique de campanas</div><div>XLII - Unos oficiales rojos que merecían ser nacionales</div><div>XLIII - ¡Se llevan y fusilan a los hombres!</div><div>XLIV - La famosa <i>cadena</i> de la Aviación Nacional</div><div>XLV - En medio de la lucha.—¡Recemos!</div><div>XLVI - ¡Un comandante del Ejército Nacional!</div><div>XLVII - ¡Al servicio de la Patria!</div><div>XLVIII - ¡Honor a los Caídos!</div></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-50191627306463967292021-07-20T08:00:00.000+02:002021-07-20T08:00:00.194+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) II - El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria<p style="text-align: right;">por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Monlla%C3%B3" target="_blank">José Monllaó Panisello</a> «Llaonet»</p><p><b>CAPÍTULO</b><b> II </b></p><p><b>El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria </b></p><p>Sólo una esperanza alimentaba nuestra ilusión de redención en el inmenso caos en que estábamos sumidos: el patriotismo y la bizarría de los militares españoles darían un día u otro al traste con tanta decadencia y vergüenza. </p><p>Los auténticos patriotas, los verdaderos amantes del orden y de España así lo esperábamos, y ansiosos estábamos de ponernos a su disposición y colaborar, con todos nuestros entusiasmos y con la ofrenda de nuestras propias vidas, a la loable empresa redentora de nuestros destinos. </p><p>Los antipatrias también así lo presumían, especialmente los elementos que estaban detentando el Poder, desde el momento que hacían objeto de los más infames vejámenes a los Jefes y Oficiales más dignísimos y competentes de nuestro glorioso Ejército. Traslados, ceses, detenciones, retiros, etc., etc., estuvieron a la orden del día para dar cumplimiento a la infame promesa del sádico Azaña de que no cejaría en su empeño hasta triturar totalmente a un Ejército ya esquilmado de sí, como el español, que no contaba más que con nueve mil Oficiales y cuarenta mil soldados para la defensa de una nacionalidad de veinticuatro millones de habitantes.</p><p>Y estas esperanzas del pueblo español depositadas en sus heroicos militares se hicieron más patentes después del gran latrocinio electoral de las elecciones del 16 de febrero de 1936 en que a pesar de haber sacado de las urnas las coaliciones derechistas 4.910.000 votos contra 4.497.000 los de los conglomerados del Frente Popular, los gobernantes judaico-masónicos, presididos por el funesto Portela Valladares, dieron validez a las actas de los candidatos del conglomerado revolucionario-soviético. </p><p>¡España está irremisiblemente perdida si no se levantan los militares! era el grito unánime de todo español honrado. </p><p>No negaremos que los hubo no pocos que hasta en los militares habían perdido la fe. No así los que sabíamos del valor y del patriotismo de los Franco, de los Sanjurjo, de los Fanjul, de los Mola, de los Martínez Anido, de los Cavalcanti, de los Orgaz, de los Millán Astray y los de tantos y tantos centenares que preferirían mil veces perder la vida que hacer traición al juramento que hicieron un día de defender la Bandera rojo y gualda y la Patria a la que hablan consagrado sus amores. </p><p>Y esperábamos que los acontecimientos habrían de surgir de un momento a otro. Nuestros pechos ardían en ansias de revuelta santa y salvadora. ¡Qué podía importarnos la vida si no disfrutábamos de libertad! ¡Qué nos podía importar nuestra existencia si estaban siendo hollados y vejados nuestros más caros sentimientos católicos y patriotas! </p><p>Pasaban, no obstante, los días, y ningún indicio nos señalaba de que la ansiada hora de liberación iba a producirse. Pero de boca en boca, corría ya un nombre, la designación de un Caudillo: FRANCO era la esperanza de todos. No hay duda que los conjurados para la salvación de España supieron acertar con el Triunfador. Pocos como el joven general habían dado durante toda su vida militar tantas pruebas de virtud, de competencia, de capacidad, de valor, de prudencia y de amor a los ideales de Religión y Patria. Con él España entera —y al nombrar a España designamos a los hijos que de verdad la sienten, la estiman y la defienden, no con palabrería huera y vana, sino con hechos—se sintió esperanzada y fortalecida e hizo juramento de seguirle en la arriesgada cual magnífica empresa de rescatar la libertad y el 'honor de nuestra Patria. Y que el pueblo estimó justa la designación y que aceptó con agrado su Caudillaje bien lo demostró en el transcurso de la gloriosa cual larga Cruzada, en la que docenas de miles de jóvenes requetés, falangistas y soldados, murieron en los campos de batalla satisfechos de haber sido mandados y guiados por Capitán tan excelso. </p><p></p><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPSjgTjhrmwA_zU9cVFk2UEtK2SsSxLIDxDtyJplOpJkzMuqTSaSVkcmHdpEZTRrUTNdDXFnLOD3b_LbLLICtwGkdWq6I_E28gCGbCxwrOi5AwNQ6-8N-rbAS1nrOW4qJGr67WWYtT7Jg/" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="263" data-original-width="192" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPSjgTjhrmwA_zU9cVFk2UEtK2SsSxLIDxDtyJplOpJkzMuqTSaSVkcmHdpEZTRrUTNdDXFnLOD3b_LbLLICtwGkdWq6I_E28gCGbCxwrOi5AwNQ6-8N-rbAS1nrOW4qJGr67WWYtT7Jg/w146-h200/image.png" width="146" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tomás Caylá</td></tr></tbody></table><p></p><p>No tardó el cronista en tener confirmación de estos rumores de que la gloriosa estirpe de los militares españoles dirigidos por el general Franco se preparaban para derribar el tinglado político que nos deshonraba y expulsar a los farsantes que nos esquilmaban y envilecían desde las poltronas que inmerecidamente ocupaban. Nuestro lloradísimo Jefe Regional Tradicionalista D. Tomás Caylá, vilmente asesinado en Valls, su pueblo natal, por las hordas marxistas, nos dió la orden de atención a mediados del mes de mayo de 1936. Falangistas y Requetés, con otros elementos de valía del país, estaban de acuerdo con lo más florido y aguerrido del Ejército para salvar a España. Nuestro pecho fué invadido de un gozo sin límites. ¡Por fin saldríamos de tanto vilipendio, vergüenza y esclavitud! </p><p>Pocos días después, otro buen amigo, D. José Nofre Jesús, ex Gobernador civil de Castellón y de Canarias —de este último Gobierno civil había cesado hacía pocos días— nos ponía igualmente en antecedentes de lo que se preparaba. Nos habló de los generales Balmes y Fanjul y de otros dignísimos militares con quienes había convivido y relacionado durante su mandato en las Palmas. </p><p>A medida que transcurrían los días nos imponíamos más de la marcha de los acontecimientos y de la certeza de que esta vez la cosa estaba mucho mejor preparada que el patriótico levantamiento del 10 de agosto de 1932. </p><p>Pero —y creemos que no estando aún ultimados todos los detalles y pormenores para el mejor triunfo del levantamiento—vino el vil e infame asesinato del insigne estadista D. José Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936. Y este criminal hecho adelantó seguramente los acontecimientos. </p><p>Al asesinato del glorioso estadista, indudablemente seguiría el de otros hombres beneméritos y meritísimos. </p><p>Y el Ejército y las Organizaciones que se habían unido a él para redimir a España no podían aguardar a más. España estaba apurando el cáliz de la amargura. Debía evitarse, costare lo que costare, que se continuara derramando estérilmente la sangre de sus mejores...</p><p><br /></p><p><b>Los bárbaros en Tortosa: 1936-39 (José Monllaó Panisello, 1942) </b></p><div style="float: left; width: 300.237px;"><div><a href="https://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2021/07/los-barbaros-en-tortosa-1936-39-prologo.html" target="_blank">Prólogo e introducción</a><br />I - El dolor de España</div><div>II - El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria</div><div>III - ¡El Tercio se ha sublevado!</div><div>IV - ¡Hay que desaparecer!</div><div>V - Asalto del Círculo Tradicionalista.—¡Se han perdido las llaves!</div><div>VI - En tercer lugar</div><div>VII - Los bárbaros en acción</div><div>VIII - Un aviso oportuno</div><div>IX - Horrorosa matanza de tradicionalistas</div><div>X - Las primeras detenciones</div><div>XI - Primera providencia marxista</div><div>XII - Otra vez en los primeros lugares</div><div>XIII - Cierre de los Centros de la <i>facción</i></div><div>XIV - La primera visita del coche fantasma</div><div>XV - Primer registro domiciliario</div><div>XVI - Si te cogen, te fusilan</div><div>XVII - Dos coches fantasmas sobre la pista</div><div>XVIII - Fraternidad revolucionaria</div><div>XIX - En la guarida de los monstruos</div><div>XX - Dos coches fantasmas a la vista</div><div>XXI - Gritos en la noche</div><div>XXII - Los héroes del Alcázar y de Oviedo</div><div>XXIII - El miedo a los fascistas — Detenciones a granel</div><div>XXIV - Llamadas trágicas</div><div>XXV - Las charlas del general Queipo de Llano</div></div><div style="float: right; width: 300.237px;"><div>XXVI - El miedo a la aviación</div><div>XXVII - Jugándonos el todo por el todo</div><div>XXVIII - Visita de un coche que no es fantasma.—¡Vaya susto!</div><div>XXIX - La mala sombra de un guarda rural</div><div>XXX - Cruenta lucha entre marxistas</div><div>XXXI - Un serio contratiempo</div><div>XXXII - La sorpresa de unos payeses</div><div>XXXIII - Cambio de escondite</div><div>XXXIV - Desagradable visita.—Certificado salvador</div><div>XXXV - De todos los colores...</div><div>XXXVI - Las charlas con un republicano. — Yo, furibundo izquierdista</div><div>XXXVII - ¡Terrible amanecer!</div><div>XXXVIII - Octavillas redentoras</div><div>XXXIX - Fragores de lucha</div><div>XL - ¡Yo he visto a los moros!</div><div>XLI - Cañonazos que nos saben a repique de campanas</div><div>XLII - Unos oficiales rojos que merecían ser nacionales</div><div>XLIII - ¡Se llevan y fusilan a los hombres!</div><div>XLIV - La famosa <i>cadena</i> de la Aviación Nacional</div><div>XLV - En medio de la lucha.—¡Recemos!</div><div>XLVI - ¡Un comandante del Ejército Nacional!</div><div>XLVII - ¡Al servicio de la Patria!</div><div>XLVIII - ¡Honor a los Caídos!</div></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-4157291682817928832021-07-19T08:01:00.001+02:002021-07-19T08:01:00.164+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) I - El dolor de España<p style="text-align: right;">por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Monlla%C3%B3" target="_blank">José Monllaó Panisello</a> «Llaonet»</p><p><b>CAPÍTULO PRIMERO</b></p><p><b>El dolor de España </b></p><p>Los españoles que de verdad estimamos a la Patria y a nuestras sacrosantas tradiciones veíamos con intenso dolor de nuestro corazón, como desde que se instauró el malhadado régimen republicano, se iba desmoronando y hundiendo todo lo que nos era más querido, todo lo que era secular y consustancial con nosotros mismos... el prestigio, la Religión, la Moral, la Familia y el Orden. </p><p>Y los mal llamados gobernantes, que lo hacían al dictado de sectas extrañas, no querían darse cuenta de que el mal se agravaba por momentos, que la revolución iba minando todos los cimientos de la Sociedad y amenazaba acabar con todo. Más que acudir con medidas urgentes a atajar la gangrena se complacían en que la terrible dolencia fuese carcomiendo y pudriendo todos los miembros de nuestra madre común: España. </p><p>¿Estaban ciegos para no ver la rapidez vertiginosa con que se propagaba la dolencia que había de acabar con todo y con todos? No. Eran tan viles y malvados que ponían cuantos medios les eran posibles para que España sucumbiera, ya que así convenía a los elementos que desde países extraños les dirigían y pagaban. España debía dejar de ser nación independiente y libre y prestarse a ser lacaya de los deseos y designios de las democracias judaizantes a las órdenes del Komitern.</p><p>De nada valía que los españoles auténticos clamáramos uno y otro día para que se evitara la catástrofe definitiva. Éramos unos enemigos del régimen que se <i>había dado el pueblo</i>. Así se nos consideraba a los que queríamos impedir la ruina de nuestra Patria. Y lo malo era que incluso elementos que por su situación económica y conservadurismo, sea por cobardía, por conveniencia o por ceguera, les hacían coro. Pero tampoco hoy tienen excusa en sus lamentaciones. Los periodistas y los propagandistas que jamás hemos vendido nuestras plumas ni nuestros sentimientos, y que por nuestros ideales y creencias y por nuestro amor a España jamás hemos temido las sanciones ni las iras de los tiranos, expusimos claramente y sin eufemismos, más de una vez, en el error en que vivían todos los que comulgaban con las ruedas de molino de la masonería y de las falsedades democráticas.</p><p>Recordarnos que el día 23 de abril de 1934 escribíamos lo siguiente en las columnas de «Heraldo de Tortosa»: </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«<i>Viviendo engañados</i>.—<i>El régimen se cree consolidado. El capital también se cree seguro. Bien que así sea. Pero ni para unos ni para otros están las cosas en situación tan favorable que les invite a dormir sobre los laureles. </i></p><p><i>A pesar de que se nos diga que desde el 14 de abril de 1931 los cotizantes del socialismo se han triplicado, somos de los que creemos de que quienes en verdad se triplican son los elementos más avanzados. Y tenemos hoy por avanzados precisamente a los elementos que nada tienen de socialistas ni de republicanos. Los avanzados hoy ya no son estos partidos. Éstos han pasado ya a la categoría de burgueses.</i></p><p><i>No hay que vivir engañados. No hay que hacernos los ilusos. Quienes en verdad se triplican y multiplican son los sindicalistas y comunistas. A cada desengaño que sufren las masas en las promesas que se les hicieron en no muy remotos tiempos, se da un crecido porcentaje de adeptos a esos elementos.</i></p><p><i>No pedimos que se rectifiquen conductas. No pedimos que se rectifiquen procedimientos, puesto que parece que el pedir ciertas cosas y el exponer ciertas sinceridades es por algunos tildado de pesimismo o de derrotismo. Sólo querernos que tanto los gobernantes como los burgueses, como los patronos, como los capitalistas, se den cuenta de la realidad que vivimos. Y que no la olviden en sus comodidades y en el plano superior en que creen estar. Y que se están creando ciertos estados de opinión extremista, estados de opinión no tan ficticios como quieren dar a entender ciertos periódicos para engañar tontamente a las masas, nos lo dicen los últimos atentados.</i></p><p><i>No somos derrotistas, pero tampoco unos bobalicones que vayamos a creer a pies juntos que estamos viviendo en el mejor de los mundos y de que no existe problema serio que nos pueda cortar la digestión</i>...—<i>Llaonet</i>» </p></blockquote><p>Eso decíamos. Pero ¡cualquiera hacía caso a un periodista tradicionalista! Era un enemigo del régimen que soñaba con la quimera de la implantación de un sistema y de una doctrina que no sería posible en nuestro siglo. Ellos no lo creían... pero nosotros cada día veíamos más cercano el triunfo de nuestros redentores postulados. Y lo veíamos más cercano cuanto peormente ellos gobernasen. Pero ante todo y sobre todo sentíamos el dolor de España, sentíamos el hundimiento de nuestra querida Patria, sentíamos el vilipendio y la deshonra en que la sumían los villanos que la desgobernaban. </p><p>Y para demostrarlo arreciábamos en nuestras campañas, costare lo que costare, para que se procurara poner algo de remedio a tanta vergüenza como diariamente nos deshonraba ante el mundo entero. Y procurábamos con sinceridad, con datos, con detalles, demostrar que no era ya el desprecio y el odio que por el régimen sentíamos, sino por el sonrojo de que se nos considerase ante el mundo a todos los españoles tan viles y degenerados como los que capitaneaban los grupos o partidos de turno, ante el tétrico panorama que ofrecía nuestro desdichado país. </p><p>Al efecto, para desmentir a las plumas mercenarias, que las hubo no pocas a las órdenes de los directores del fenecido régimen, que pretendían presentar como una Arcadia feliz lo que no era más que un páramo de fiambre, de desolación, de tragedia y de muerte, publicábamos el día 20 de agosto del año 1934 el siguiente artículo en las columnas de «El Cruzado Español» de Madrid: </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«<i>LO QUE HA PASADO EN UN SOLO DIA. — Se nos dice cada día que reina tranquilidad, que hemos entrado ya en vías de normalidad. Es ridículo decir tales cosas, puesto que es perjudicial que tratemos de engañarnos a nosotros mismos. Creemos es más patriótico nos demos cuenta de la verdadera realidad en que vivimos y que todos, en la medida de sus disponibilidades, procuren evitar o remediar los males para que, en breve plazo, pueda llegar a ser una bella realidad esa normalidad que tantos deseamos, puesto que sin ella, el país no saldrá esa postración económica y social cuyas dolorosas consecuencias a todos nos alcanzan. A todos, sin distinción de clases ni de partidos, puesto que la crisis no distingue de rangos ni de ideologías. </i></p><p><i>Para poder apreciar cuál es la normalidad en que vivimos, no tendremos más que hojear las páginas dedicadas a información de un periódico cualquiera, y veremos cómo en un solo día se han producido los siguientes lamentables hechos, los que son el más rotundo mentís a los que pretenden, ellos sabrán por qué interés, «no darse cuenta» de la realidad. Veamos: </i></p><p><i>Huelga de campesinos en Baena. Anuncio de huelga general en Pedroche. Se acuartelan las tropas en Córdoba. Estallan dos bombas en Granada resultando herida una mujer. Los huelguistas destruyen un sector de la línea eléctrica del alumbrado en Granada. Los guardias de asalto disuelven una manifestación en Sevilla. En la Plaza de Toros de Valencia se descubre una bomba antes de comenzar la corrida. En Pasajes y Rentería se promueven varios incidentes. Es asaltado un Círculo político en Bilbao. Se intenta incendiar la Plaza de Toros de Algeciras. Huelgan los obreros del Salto de Mijares. Anuncian la huelga los taxistas de Valencia. Huelgan los panaderos de Almería. En Segovia se promueven varios incidentes en el curso de una conferencia. Se tirotean en Granad los huelguistas y la fuerza pública. Es asesinado un Guardia municipal en Vitoria. En Toro se promueven disturbios con motivo de la destrucción de unas hornacinas. En Baena se tirotean la Guardia civil y unos revoltosos resultando un muerto y varios heridos. En Barcelona es apuñalado un individuo al finalizar un concierto público. Hace explosión una bomba en la casa rectoral de Cabra (Tarragona). </i></p><p><i>Y... no querernos seguir detallando más para no cansar al lector. </i></p><p><i>¿Es eso normalidad? No. Los ciudadanos todos debernos capacitarnos que ante todo y sobre todo somos españoles y que ciertos procedimientos más que a nadie perjudican a España. Deber, pues, es de todos, procurar que esa normalidad sea una bella realidad, no una dolorosa ficción.—Llaonet.</i>» </p></blockquote><p>¿Hablar como lo hacíamos nosotros era derrotismo? No. Era que sinceramente sentíamos a España, que la sentimos hoy, como la sentíamos ayer: como la hemos sentido siempre los que hemos sida educados en un credo que nos obliga por y sobre todo al amor a la Patria. Y a ella, a España, ayer, hoy y mañana y siempre ofrendaremos nuestros sentimientos y fervores... ¡Pero qué saben de estos amores y quereres la chusma educada con miras al vil egoísmo materialista! </p><p>Claro que para nosotros no fué una novedad la tragedia que empezó a vivir España desde que se instauró la segunda maldita república. Sabíamos que los carrascales no podían dar manzanas. Ni los republicanos ni anarquizoides, esplendores y felicidades. Y nuestro corazón lloraba con el dolor de la Patria y nuestro espíritu saturado de santa rebeldía se sublevaba contra todas las infamias que se inferían a España y contra los insensatos políticos que considerábamos los causantes de tanta tragedia y desdicha. Al efecto publicamos no pocos trabajos que merecieron el honor y la persecución de los tiranos de turno. En 3 de agosto de 1935, y ante la perspectiva de que en las elecciones generales pudiera encaramarse el hombre más funesto que en un siglo ha producido la política española, publiblicábamos el siguiente artículo, que fué reproducido por varios queridos colegas de España, abogando por la guerra civil, antes que sentir otra vez la tiranía y la incapacidad del sádico que un año después habla de conducirnos a la tragedia más espantosa que jamás y en el transcurso de los siglos haya sufrido nuestra querida Patria: </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«<i>POR EL BIEN DE ESPAÑA.—ANTES QUE AZAÑA...—Lo decimos muy en serio. Antes que Azaña la guerra civil. Antes que vuelva a dirigir los destinos del país el bilioso jefe de Izquierda Republicana, todos los ciudadanos que se precien de españoles y patriotas, deben hacer Causa común para impedir que la Patria vuelva a caer bajo las garras de ese hombre cuya vida política no es más que un cúmulo de desastres, de desaciertos y de desgracias. Azaña no debe gobernar nunca jamás la nave del Estado español. No debe tocar nunca jamás con sus pecadoras manos el patrimonio de la Patria. </i></p><p><i>Todo cuanto se idee e intente para impedirlo será lícito. </i></p><p><i>Sería cometer un atentado de lesa Patria consentir que ese funestísimo político que ayer insultaba a la opinión diciendo que «la voz de la calle no interesaba» y hoy anda por los campos de fútbol azuzando a las masas ignorantes e inconscientes, volviera a empuñar las riendas del Poder. </i></p></blockquote><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p><i>Tamaña ofensa, insulto tan grave, no debe consentirlo, ni lo consentirá, la ciudadanía española. </i></p><p><i>Ni los obreros, a quienes vejó, atropelló y asesinó; ni los patronos a quienes insultó y trituró; ni los comerciantes ni los industriales, a quienes arruinó; ni los agricultores a quienes abandonó; ni los altos ni los bajos; ni los ricos ni los pobres, pueden consentir que el bárbaro gobernante de «tiros a la barriga»; que el inhumano y déspota político sobre cuyo historial pesan tantas muertes y víctimas inocentes, pueda nunca jamás, ni en breve ni en lejano plazo, ser el dueño de nuestros destinos, de nuestras vidas y haciendas. </i></p><p><i>Antes que su vuelta al Poder, doloroso es proclamarlo, hasta imponerse los mayores sacrificios debe llegarse. Vale más caer con dignidad defendiendo a la Patria que caer bajo la férula de un sanguinario déspota, que no sucumbir bajo los zarpazos de su tiranía o los trallazos de su látigo. El odioso bienio de su tiranía, en que se azuzaba al crimen, se amparaba el pillaje, en que el despojo era costumbre y el chulo y el analfabeto eran los amos de la cosa pública y de la libertad de los ciudadanos, fué una lección demasiado cruenta y vergonzosa para que nuevamente se deje repetir. </i></p><p><i>Azaña, no. No puede gobernar otra vez este nobilísimo país el hombre cuyas inspiraciones son el odio y la maldad. No puede tener nuevamente el Gobierno el político que se jactaba de haber destruido el patrimonio, las instituciones, la familia, el hogar; que disfrutaba martirizando a sus semejantes; que arruinaba la Hacienda del país repartiendo sin tasa ni medida dádivas y enchufes a cuantos, carentes de talentos y virtudes, comulgaban con sus ruedas de molino. </i></p><p><i>Azaña, no. Queda descalificado el hombre que se ha erigido en panegirista de los crímenes, de los robos e incendios del 6 de octubre. Queda incapacitado, como muy bien ha dicho el Sr. Royo Villanova, el político que se erige en defensor de las hordas que sin sentimientos ni entrañas asesinaron a mansalva a militares, civiles, religiosos y ciudadanos en general. </i></p><p><i>Azaña, no. No puede volver a ser gobernante el funesto político mezclado en todas las fases de la rebeldía de Octubre, pues a pesar de presumir de inocente; bien se hubiera averiguado su culpabilidad y su intervención en la revolución, de no mediar en el juego político para salvarle de sus culpas, personajes influyentes que han demostrado poco interés o han hecho la vista gorda para que el tenebroso Azaña no diera con sus huesos en la cárcel. Sólo recordaremos las frases pronunciadas por el señor Lerroux en el campo de Mestalla asegurando «que era ridículo presumir de inocentes, puesto que no faltaba quien tenía la convicción y las pruebas de su responsabilidad», y que si andaban sueltos tan tranquilamente era a excesiva benevolencia de quienes estaban enterados de los manejos de los que ahora tanto gritan y amenazan con respecto a la asonada de Octubre. Y entre los que gritan y amenazan está en primer término el funestísimo autor de «los burgos podridos» y «tiros a la barriga». </i></p><p><i>¡Pobre de nuestro país; pobre de España; pobres de todos los ciudadanos, puesto que el endiosado político de Izquierda Republicana no perdona a nadie cuando está en el pedestal, si el repugnante autor de «ahora cabalgo yo» llegara a poder empuñar las riendas del Poder! Ni las piedras podrían presumir de libertad ni de independencia. La tiranía azañista se dejaría sentir con mucha más dureza que en el bienio. Ya lo ha anunciado así últimamente en Bilbao. «El día que vuelva a gobernar —ha dicho Azaña en su osadía— han de ser muchos los que han de añorar el bienio. Hemos de introducir aún muchas más reformas». </i></p><p><i>Este anuncio en boca del «eximio» gobernante del bienio, ya se sabe lo que significa: la tiranía vesánica y vil contra todo y contra todos. </i></p><p><i>Pero eso no será: ningún ciudadano consciente ha de permitir que Azaña pueda darse nuevamente el gusto de manejar el látigo. </i></p><p><i>Antes que esta hora llegue, todos, absolutamente todos los amantes de la libertad y de la Patria, deben hacer ofrenda de sus vidas. </i></p><p><i>Es preferible caer con dignidad que ser esclavos de político tan funesto.—Llaonet.</i>» </p></blockquote><p><br /></p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPrPL-04rh3eISSfJjvpL-glkdCzQY5PgrXie_S7n5pQCPk1eiQ-ATlisVHyraoplZCFBq3QlTiuw3mWUjG_QhDLIgpiCNAG07zORUXKjfKKZbmD12FXi1TxqQNQhKreMtOq994P6dMS4/s340/azana_manuel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="322" data-original-width="340" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPrPL-04rh3eISSfJjvpL-glkdCzQY5PgrXie_S7n5pQCPk1eiQ-ATlisVHyraoplZCFBq3QlTiuw3mWUjG_QhDLIgpiCNAG07zORUXKjfKKZbmD12FXi1TxqQNQhKreMtOq994P6dMS4/s320/azana_manuel.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Manuel Azaña</td></tr></tbody></table><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><p></p><p>Y mientras nosotros clamábamos por la salvación de todo cuanto más querido nos era, los elementos revolucionarios preparaban el asalto definitivo al orden y a la sociedad, los elementos republicanos podían considerarse desbordados, puesto que hasta el pérfido Azaña se pasaba con armas y bagajes a los esclavos de las sectas extranjeras. En nuestras notas hemos guardado algunos de los párrafos más salientes de discursos pronunciados por algunos malos hijos de España preparando la catástrofe: párrafos que, a pesar de haber sido divulgados oportunamente, no quisieron tener en cuenta elementos conservadores que les alentaron y se sumaron a su odiosa política... creyendo estúpidamente que toda esa verborrea mitinesca no pasaría de ser más que un juego político... mientras se estaba envenenando el espíritu de las masas ignaras: </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«<i>Frente a estas falanges del partido socialista y de la U. G. T., frente a eso es imposible oponer nada en España. Somos los más y los más potentes. Somos quienes, al frente de la revolución, decidiremos los destinos del país</i>.—(Indalecio Prieto, en Pardiñas, 4 febrero 1935)».</p><p>«<i>El 14 de abril fué un estallido. Vamos a que estalle la revolución con mayor fuerza, y ya veremos lo que pasa</i>.—(Manuel Azaña, en Pardiñas, 4 febrero 1935)».</p><p>«<i>Cataluña no siente la unidad española. En espíritu está separada del resto del Estado español.—</i>(Jaime Aguader y Miró, «Catalunya i la revolució»)».</p><p>«<i>Si la revolución se hace de acuerdo conmigo, no será para traer la Monarquía, ni para defender la República burguesa, sino para instaurar la República social</i>.—(Largo Caballero)». </p><p>«<i>Por eso en nuestra táctica aceptamos un período de transición, durante el cual la clase obrera, con los resortes del Poder político en sus manos, realiza la socialización. Eso es lo que nosotros llamamos «dictadura del proletariado, hacia la cual vamos resueltamente</i>».—(González Peña)».</p><p>«<i>Es indudable que en un momento determinado el proletariado se pondrá, corno vulgarmente se dice, en pie y «procederá violentamente contra todos sus enemigos</i>».</p><p>«<i>Lo primero que tendremos que hacer es desarmar al capitalismo. ¿Cuáles son las armas del capitalismo? El Ejército, la Guardia civil, los guardias de asalto, la Policía, los Tribunales de Justicia. Y en su lugar ¿qué? Esto: el armamento general del pueblo. Yo he dicho dos veces en Consejo de Ministros que era indispensable esto.—</i>(Largo Caballero. Discurso a los trabajadores en Madrid)». </p></blockquote><p>Y a pesar de tan gráficas y rotundas afirmaciones y amenazas, nuestros conservadores continuaban en la higuera... Sólo los nuestros, los auténticos españoles, falangistas y requetés, comprendieron y adivinaron la magnitud de la tragedia que se avecinaba... Como comprendieron y adivinaron las desventuras que se cernerían sobre nuestro suelo con la instauración de la maldita República, no pocos críticos extranjeros. En nuestra cartera hemos guardado hasta hoy unos recortes de periódicos franceses, ingleses y portugueses que son verbo elocuente de pronóstico profético. Pertenecen a las ediciones correspondientes a los primeros días del mes de enero de 1931. El lector verá en ellos cómo los extranjeros comprendieron mucho mejor que los papanatas de por aquí que votaron y batieron palmas por que se encargaran del timón de la nave del Estado español los elementos profesionales del escándalo y de la revuelta. Decían, pues, estos periódicos en vísperas de instaurarse la República y con motivo de las revueltas estudiantiles y huelguísticas preparadas por los elementos acaudillados por los Largo Caballero, Prieto, Azaña, Alcalá Zamora, Maura, Ossorio y Gallardo y unos cuantos políticos despechados de la Monarquía porque no comían seguramente cuanto era de su gusto: </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«The Daily Mail:—<i>Los enemigos del orden en España son los enemigos de España y de Europa. Con la creación de la anarquía y del caos empobrecen una comunidad, cuya desgracia es ésta: que sus productos van siendo suplantados por los de otros países</i>». </p><p>«The Times:—<i>Si hay realmente aquí un sentimiento republicano, Madrid no lo ha demostrado</i>». </p><p>«A Voz:—<i>¿Qué hubiera sido de la unidad española, tan amenazada por otros lados, si la revolución hubiera triunfado?</i>». </p><p>«Le Matin:—<i>Nada tenemos, que decir ni a los sindicalistas españoles ni a los republicanos. Sin embargo, séanos permitido recordarles que en estos momentos desempeñan un papel peligrosísimo. Su victoria no tendría porvenir para ellos, porque habrían vencido con la ayuda de los elementos más turbulentos de España. ¡Y qué porvenir para un país que tanta necesidad tiene de calma y de orden!</i>». </p><p>«L'Echo de Paris:—<i>La España republicana fué la causa inmediata de la guerra franco alemana. Desde 1875, la frontera franco española es tan tranquila como una frontera marítima. Bajo la República, podría llegar a ser una de las fronteras más peligrosas de Europa</i>».</p><p>»<i>Tan preparados están los cuadros revolucionarios, que los republicanos —tipo Unamuno— no comerían las castañas que sacaran del fuego</i>». </p><p>«La Croix:—<i>La caída de la Monarquía sería fatal para España: ésta no tardaría, a pesar de la buena voluntad de los republicanos moderados, en convertirse en presa de las peores convulsione</i>s». </p></blockquote><p>Y sin embargo aquí prefirieron continuar ciegos y sordos ante tan terrible realidad. Y así fué de inmensa, de pavorosa, la tragedia que vivió España hasta el 18 de julio de 1936 en que se dió la consigna redentora del Glorioso Movimiento Nacional.</p><p><br /></p><p><b>Los bárbaros en Tortosa: 1936-39 (José Monllaó Panisello, 1942) </b></p><div style="float: left; width: 300.237px;"><div><a href="https://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2021/07/los-barbaros-en-tortosa-1936-39-prologo.html" target="_blank">Prólogo e introducción</a><br />I - El dolor de España</div><div>II - El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria</div><div>III - ¡El Tercio se ha sublevado!</div><div>IV - ¡Hay que desaparecer!</div><div>V - Asalto del Círculo Tradicionalista.—¡Se han perdido las llaves!</div><div>VI - En tercer lugar</div><div>VII - Los bárbaros en acción</div><div>VIII - Un aviso oportuno</div><div>IX - Horrorosa matanza de tradicionalistas</div><div>X - Las primeras detenciones</div><div>XI - Primera providencia marxista</div><div>XII - Otra vez en los primeros lugares</div><div>XIII - Cierre de los Centros de la <i>facción</i></div><div>XIV - La primera visita del coche fantasma</div><div>XV - Primer registro domiciliario</div><div>XVI - Si te cogen, te fusilan</div><div>XVII - Dos coches fantasmas sobre la pista</div><div>XVIII - Fraternidad revolucionaria</div><div>XIX - En la guarida de los monstruos</div><div>XX - Dos coches fantasmas a la vista</div><div>XXI - Gritos en la noche</div><div>XXII - Los héroes del Alcázar y de Oviedo</div><div>XXIII - El miedo a los fascistas — Detenciones a granel</div><div>XXIV - Llamadas trágicas</div><div>XXV - Las charlas del general Queipo de Llano</div></div><div style="float: right; width: 300.237px;"><div>XXVI - El miedo a la aviación</div><div>XXVII - Jugándonos el todo por el todo</div><div>XXVIII - Visita de un coche que no es fantasma.—¡Vaya susto!</div><div>XXIX - La mala sombra de un guarda rural</div><div>XXX - Cruenta lucha entre marxistas</div><div>XXXI - Un serio contratiempo</div><div>XXXII - La sorpresa de unos payeses</div><div>XXXIII - Cambio de escondite</div><div>XXXIV - Desagradable visita.—Certificado salvador</div><div>XXXV - De todos los colores...</div><div>XXXVI - Las charlas con un republicano. — Yo, furibundo izquierdista</div><div>XXXVII - ¡Terrible amanecer!</div><div>XXXVIII - Octavillas redentoras</div><div>XXXIX - Fragores de lucha</div><div>XL - ¡Yo he visto a los moros!</div><div>XLI - Cañonazos que nos saben a repique de campanas</div><div>XLII - Unos oficiales rojos que merecían ser nacionales</div><div>XLIII - ¡Se llevan y fusilan a los hombres!</div><div>XLIV - La famosa <i>cadena</i> de la Aviación Nacional</div><div>XLV - En medio de la lucha.—¡Recemos!</div><div>XLVI - ¡Un comandante del Ejército Nacional!</div><div>XLVII - ¡Al servicio de la Patria!</div><div>XLVIII - ¡Honor a los Caídos!</div></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-2428036170420643932021-07-18T08:00:00.002+02:002021-07-18T08:00:00.184+02:00Los bárbaros en Tortosa (1936-39) - Prólogo e introducción<p><b>A guisa de Prólogo</b></p><p>Con sumo gusto, por satisfacer un grato deber de amistad y compañerismo, bien que con no leve molestia y contrariedad, por verme forzado a interrumpir en esta temporada de intenso trabajo de reorganización de los Archivos tortosinos, ocupaciones apremiantes e inaplazables, voy a cumplir, como pueda, la promesa que hice a mi dilecto amigo Monllaó, de prologarle sus RECUERDOS E IMPRESIONES DE UN PERSEGUIDO EN EL INFIERNO ROJO. </p><p>Si no corriera riesgo de interpretarse a inmodestia, casi podría anticipar que el que esto escribe puede considerarse entre los mas indicados para presentar al público, apadrinándolo, este libro de azares y desventuras en pleno dominio rojo. </p><p>Cabalmente empezó a conocer al autor, allá por los años de 1907, al tiempo en que bisoño aprendiz de impresor en la inolvidable imprenta de D. José Foguet, se preparaba Monllaó, con lecturas y observación directa de la vida, para las campañas de periodismo que pocos años después emprendía con alientos combativos tan entusiásticos y tenaces que contratiempos y persecuciones, desengaños y reveses, amarguras y deserciones, no lograron entibiar ni impedir que, a despecho de todo, tomasen a menudo osados auges de heroísmo. </p><p>Quien con el cariño de amigo y convicción de correligionario insinuó su ruta, tomando parte en sus calvarios y en sus triunfos, bien puede merecer disculpa de que se atreva ahora a colocar una corona de siemprevivas y a esparcir flores de afecto sobre esa tumba de sus RECUERDOS que cierran el ciclo de sus campañas en el palenque de «La Tradición» y gran número de periódicos carlistas y católicos de España como «El Radical», de Reus, «El Tradicionalista», de Tarragona», «El Guerrillero», de Valencia, «El Pensamiento Español» y «El Cruzado Español», de Madrid, «La Razón», de Lérida, «Oria-mendi», de Bilbao, «Diario de Tortosa», «Heraldo de Tortosa», entre otros, y vienen a constituir en hecho de verdad el coronamiento digno de una vida sacrificada en aras de un gran ideal patriótico, que podrá acaso no ser compartido, pero nunca discutido o vilipendiado. </p><p>Existe, además, un motivo personal que ha podido contribuir a hacerme más grata la tarea de este Prólogo. Cúmplese precisamente ahora, treinta años, día por día, en que «La Tradición», nacida al calor de los más plausibles entusiasmos, salió al palenque de la publicidad con propósitos de lucha noble y de labor abnegada, ocupando desde el primer momento el puesto de mayor peligro en la vanguardia de la prensa tortosina, con el doble programa señero de abrir paso a doctrinas redentoras y de hacer frente a la Revolución que desde «El Pueblo», marcelinero, descargaba sus furias contra todo lo más santo y sagrado de la Religión y de la Patria. ¡Quién había de predecirme entonces, que en la dirección de aquel periódico de lucha que fué, ya desde sus primeros días, «La Tradición», me sucedería a no tardar aquel enclenque obrero impresor, todo nervio y acometividad, y que desde sus columnas, de broma y de veras, con artículos-cañonazos y con reseñas humorísticas, haría popular el pseudónimo de «Llaonet» hasta convertirlo en guión representativo, no de un partido solo, sino también de un Ideal; no en el estrecho círculo local precisamente, sino ensanchando cada vez más su esfera de acción muy fuera de Tortosa! </p><p>Pero lo inesperado fué realidad, y realidad a temporadas muy viva y culminante. Tanto, que cuando estalló la Revolución, nadie dudaba que «Llaonet», con méritos sobrados para víctima propiciatoria, figuraría entre los primeros de aquella <i>lista macabra</i> preparada por los rojos para liquidar cuentas y vidas de sus adversarios políticos. </p><p>Y aquí entra muy oportunamente «Llaonet» a referirnos en sus RECUERDOS... las múltiples peripecias de su accidentada existencia en aquellos días que siguieron al 18 de julio de 1936 hasta el venturosísimo 13 de enero de 1939 en que, al liberarse Tortosa, pudo darse «Llaonet» por indultado de la pena de muerte. </p><p>Entre una y otra fecha media un mundo de recuerdos trágicos, un trienio que semeja un siglo pasado en el Infierno, un cuadro de horrores ante los cuales palidece la fantasía más desbordada y calenturienta. </p><p>Tortosa, por funestos destinos que pudiera reservarle el Porvenir, no verá superadas sus torturas: crímenes de los más inhumanos, incendios devoradores, angustias de agonía, coronado todo trágicamente por el odio satánico rojo, que todo lo atropellaba, todo lo pervertía, en todo se cebaba, cerrando el camino a los más elementales sentimientos de humanidad y convivencia social. </p><p>No debo insistir descendiendo a pormenores, porque éstos cabalmente corren a cuenta de «Llaonet», que los especifica y sazona en sus RECUERDOS con precisión de <i>reporter</i> profesional, y con aquel garbo y desenfado a que habituado le tienen sus ya largos años de vida y ajetreos periodísticos. </p><p>Del libro, en general, no juraría yo que va a gustar y satisfacer igualmente a todos. Los que lo censurarán por largo en demasía, tal vez será porque pierden de vista que trátase en él de la historia de más de dos años, los más movidos y arriesgados de que hay memoria en España. </p><p>Acaso la crítica más osada se ensañará más bien contra el personalísmo de la narración. Realmente, ésta da la sensación de que lo más interesante de aquellos meses trágicos ha girado alrededor de «Llaonet», y que los demás personajes que salen a veces en escena constituyen su cortejo de satélites o de figuras secundarias de la tragedia. Pero, tal sensación, es del primer momento, y a medida que se van apurando las últimas páginas del relato, va uno convenciéndose de que sobrepuja el interés meramente personal para adquirir la prestancia de un cuadro social, cuyo fondo es Tortosa y los tortosinos, con vislumbres y lejanías que prefilan a España (...).. </p><p>A mí se me antoja que el primer beneficio que reportarán estos RECUERDOS, será el de avivar otros recuerdos y otras ansias de <i>recordarlos</i> por escrito a muchos que al igual que «Llaonet», pero en diversos escenarios y en parecidas o muy desemejantes circunstancias, corrieron también como él riesgos y aventuras, y sintieron, como él sintió, tristezas y amarguras, hambre y estrecheces, viéndose en ocasiones en tantos o más peligros de muerte a manos de los rojos. </p><p>Yo quisiera que ese contagio reporteril se propagase mucho en España. Los víctimas supervivientes de la zona roja, son muchos, y las peripecias que algunos pasaron sobrepujan, en casos dados, al interés de la más sugestiva novela de julio Verne. Y esto, naturalmente, interesa mucho; pero de mayor interés resulta que se haga un historial completo de aquellas víctimas y de aquellos mártires, porque, además del aliciente ejemplar, tendrá el de perpetuar un recuerdo de cosas que no han de olvidarse jamás. La lección de aquella guerra y de aquella tiranía roja ha de enseñarse a las futuras generaciones, con vistas a impedir que por el <i>sanchopancismo</i> de unos o las claudicaciones de otros, vuelvan a repetirse aquellas escenas de horror y de desventuras que por males de nuestros pecados hemos presenciado y vivido nosotros. </p><p>Voy a concluir con un sencillo recuerdo personal, que viene aquí muy a propósito. Mientras «Llaonet» vagaba en plan de fiera , por esos montes y valles para zafarse de la persecución marxista, el que esto escribe iba de Herodes a Pilatos, de banquillo en banquillo, por los Tribunales, acusado de católico y de fascista, para acabar, condenado a veinte años de presidio, por las cárceles de Tarragona, Barcelona y Cerdañola del Vallés, esperando, como reo en capilla, la hora del martirio. </p><p>Con los compañeros de cautiverio departíamos con frecuencia sobre nuestra deplorable situación. Pero, no todo eran pesimismos y tristezas. Más bien predominaba el optimismo, fundado en la esperanza cierta de la definitiva victoria de Franco. </p><p>Precisamente en momentos de buen humor, coincidíamos todos en el deseo de historiar nuestro cautiverio, y aun fuí nombrado en el «Palacio de Pilatos» de Tarragona, cronista oficial de los fascistas allí encerrados. </p><p>La lectura de RECUERDOS, de «Llaonet», me ha refrescado la memoria de aquel <i>nombramiento</i> y de la promesa que a la sazón hice de justificarlo con una crónica. El propósito subsiste, pero el tiempo es lo que me falta. Por lo menos, estos RECUERDOS han sido a mí a quien primero han beneficiado, recordándome la palabra empeñada. Gratitud, pues, a «Llaonet». Y que sean muchos los que puedan agradecerle beneficios parecidos.</p><p></p><div style="text-align: right;"><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Bayerri" target="_blank">ENRIQUE BAYERRI</a>, </div><div style="text-align: right;">Cronista de Tortosa </div><p></p><p>Tortosa, 26 de julio de 1941.<br /><br /><br /><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4dv3iKcBDvDwW6CNN2XvLunEyFRDiewZBInHzWu5-kIOWpnmb84WUyANuFMP6erzWCrpuEsF60wMA6sGnu8eXUS8WPoisg-c2l4h05I2Euiz900rdFZinHx91JzUgOJjU3dZ7vRvsErQ/s404/Enrique+Bayerri+Bertomeu.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="404" data-original-width="242" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4dv3iKcBDvDwW6CNN2XvLunEyFRDiewZBInHzWu5-kIOWpnmb84WUyANuFMP6erzWCrpuEsF60wMA6sGnu8eXUS8WPoisg-c2l4h05I2Euiz900rdFZinHx91JzUgOJjU3dZ7vRvsErQ/s320/Enrique+Bayerri+Bertomeu.jpg" /></a></b></div><p><b><b><br /></b></b></p><b>Introducción </b><p></p><p>A instancias de algunos buenos amigos me he decidido a escribir este libro. Reconozco de antemano que no tiene ningún valor histórico ni crítico. Ni hasta siquiera episódico, puesto que nuestro caso es el mismo que el de centenares de millares de españoles que sufrieron persecución en la España roja. </p><p>Ni hemos sido héroes, ni hemos sido mártires. Y en una tan terrible epopeya como la que vivió nuestra querida Patria en el periodo 1936-1939 en la que medio millón de hermanos nuestros fueron villanamente inmolados y otros millares hicieron patente su heroísmo y su bizarría, ¿qué pueden representar la insignificancia de unos sufrimientos, de unas privaciones y de una persecución? Nada en absoluto.. </p><p>Bien que arguyan mis amigos que nuestra modesta persona era una de las que mayormente concentraba las iras de los marxistas por haber combatido sin descanso ni tregua durante más de veinticinco años sus utopías y desvaríos doctrinarios; y que desempeñáramos, al estallar el movimiento revolucionario selvático-rojo, cargos y representaciones <b>(1)</b> que ellos tenían penado con la muerte. Indudablemente, que de haber tenido la desgracia de ser descubierto y detenido, mi pobre humanidad hubiera ido a parar a la cuneta de cualquier carretera. Pero ello tampoco puede dar motivo para que nuestra <i>suerte</i> sea objeto de un libro. No pensamos pasar a la posteridad ni hemos hecho méritos suficientes para intentarlo ni pretenderlo. </p><p>Bien que escriban sus Memorias hombres de valía: estadistas, literatos, políticos y hombres de ciencia que con sus desvelos y trabajos han dado días de gloria y de esplendor al Estado y a la Patria, pero los infelices mortales que pasamos por la tierra sin pena ni gloria ¿qué <i>Memorias</i> podemos legar a la posteridad que puedan servir de enseñanza o de estímulo? ¿qué podemos contar a nuestros descendientes que sea digno de admiración o de imitación? </p><p>¿Que cualquiera puede escribir unas Memorias? ¡Qué duda cabe! Pero servirán, sí, solamente para su sola e íntima satisfacción o para solaz o entretenimiento de los desocupados. En ellas nada se aprenderá, pero podrán matar el tiempo, como vulgarmente se dice. </p><p>Y con todo, ni esa clase de Memorias nos atrevemos a escribir. Sentimos temor hasta de defraudar a los desocupados... </p><p>Por eso queremos advertir a los que tuvieren la bondad de hacernos el honor de leernos. En las páginas que siguen de los RECUERDOS E IMPRESIONES DE UN PERSEGUIDO no encontrarán ni mérito científico ni literario alguno; ni elevados pensamientos, ni períodos floridos, ni párrafos elegantes: sólo sí, el detalle sincero, veraz, de la vida —si así puede denominarse— que durante veintidós meses vivió un hombre. Ya hemos dicho que nuestra odisea es la misma que la que corrieron millares y millares de hermanos en Ideal. Y encontrarán también en esos recuerdos un poco de historia contemporánea local. Que es lo que quizá, más que la estúpida vanidad humana, nos ha movido a dar satisfacción a los requerimientos de los buenos amigos que nos han obligado a acometer tan pesada, cual para mí odiosa tarea, de hablar de nuestra insignificante personalidad.</p><p>«¡Queremos que nos cuentes cómo pudiste burlar la tenaz persecución de que fuiste objeto por parte de los rojos!» — me han exigido. Pues bien, lo intentaré. Y caiga la responsabilidad sobre vosotros, si el lector no llega a ver, en el transcurso de estas páginas, satisfechos sus deseos de curiosidad. No hemos sido ni héroes ni mártires, repetimos, que son precisamente los que deben contar en la más grande de las persecuciones que ha sufrido la Religión y la Patria y la más sublime de las Cruzadas que se han librado para rescatar a la Madre España de los poderes extraños y manos mercenarias que la explotaban, envilecían y deshonraban. </p><p>Lo nuestro es, sí, un caso, un caso más, patente, evidente, de la protección de la Divina Providencia para con uno de sus modestos y humildísimos hijos. Porque estamos seguros, segurísimos, que sin su maternal amparo no hubiéramos podido sobrevivir a tan tremenda tragedia. Bien lo podrá adivinar el amable lector en estas páginas si tiene paciencia para seguirnos... en nuestros veintidós meses de persecución.</p><p><br /></p><p><b>(1)</b> Presidente del Comité Político Comarcal Tradicionalista, Director de «La Tradición», Delegado de las Margaritas, Presidente de la Patronal de Artes Gráficas, Presidente de la Asociación de la Prensa, Redactor-Jefe de «Heraldo de Tortosa», etc., etc.</p><p><br /></p><p><b>Los bárbaros en Tortosa: 1936-39 (José Monllaó Panisello, 1942) </b></p><div style="float: left; width: 300.237px;"><div><a href="https://latradiciodecatalunya.blogspot.com/2021/07/los-barbaros-en-tortosa-1936-39-prologo.html" target="_blank">Prólogo e introducción</a><br />I - El dolor de España</div><div>II - El Ejército, esperanza del Orden y de la Patria</div><div>III - ¡El Tercio se ha sublevado!</div><div>IV - ¡Hay que desaparecer!</div><div>V - Asalto del Círculo Tradicionalista.—¡Se han perdido las llaves!</div><div>VI - En tercer lugar</div><div>VII - Los bárbaros en acción</div><div>VIII - Un aviso oportuno</div><div>IX - Horrorosa matanza de tradicionalistas</div><div>X - Las primeras detenciones</div><div>XI - Primera providencia marxista</div><div>XII - Otra vez en los primeros lugares</div><div>XIII - Cierre de los Centros de la <i>facción</i></div><div>XIV - La primera visita del coche fantasma</div><div>XV - Primer registro domiciliario</div><div>XVI - Si te cogen, te fusilan</div><div>XVII - Dos coches fantasmas sobre la pista</div><div>XVIII - Fraternidad revolucionaria</div><div>XIX - En la guarida de los monstruos</div><div>XX - Dos coches fantasmas a la vista</div><div>XXI - Gritos en la noche</div><div>XXII - Los héroes del Alcázar y de Oviedo</div><div>XXIII - El miedo a los fascistas — Detenciones a granel</div><div>XXIV - Llamadas trágicas</div><div>XXV - Las charlas del general Queipo de Llano</div></div><div style="float: right; width: 300.237px;"><div>XXVI - El miedo a la aviación</div><div>XXVII - Jugándonos el todo por el todo</div><div>XXVIII - Visita de un coche que no es fantasma.—¡Vaya susto!</div><div>XXIX - La mala sombra de un guarda rural</div><div>XXX - Cruenta lucha entre marxistas</div><div>XXXI - Un serio contratiempo</div><div>XXXII - La sorpresa de unos payeses</div><div>XXXIII - Cambio de escondite</div><div>XXXIV - Desagradable visita.—Certificado salvador</div><div>XXXV - De todos los colores...</div><div>XXXVI - Las charlas con un republicano. — Yo, furibundo izquierdista</div><div>XXXVII - ¡Terrible amanecer!</div><div>XXXVIII - Octavillas redentoras</div><div>XXXIX - Fragores de lucha</div><div>XL - ¡Yo he visto a los moros!</div><div>XLI - Cañonazos que nos saben a repique de campanas</div><div>XLII - Unos oficiales rojos que merecían ser nacionales</div><div>XLIII - ¡Se llevan y fusilan a los hombres!</div><div>XLIV - La famosa <i>cadena</i> de la Aviación Nacional</div><div>XLV - En medio de la lucha.—¡Recemos!</div><div>XLVI - ¡Un comandante del Ejército Nacional!</div><div>XLVII - ¡Al servicio de la Patria!</div><div>XLVIII - ¡Honor a los Caídos!</div></div>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-42659612827119235562021-07-14T07:00:00.001+02:002021-07-14T07:00:00.184+02:0050 aniversario de José Monllaó Panisello «Llaonet», heroico periodista carlista<p style="text-align: left;"></p><div style="text-align: left;">Tal día como hoy, hace exactamente 50 años, moría cristianamente D. José Monllaó Panisello, prestigioso periodista tortosino, popularmente conocido como «Llaonet». </div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">Monllaó dedicó toda su vida al periodismo y al Tradicionalismo y legó para la posteridad dos magníficos libros que narran las atrocidades cometidas en la Tortosa —ciudad y comarca de gran historia y tradición carlista— bajo el dominio rojo-separatista: <i>Estampas de dolor y de sangre</i> (1941) y <i>Los Bárbaros en Tortosa: 1936-1939. Recuerdos e impresiones de un perseguido en el infierno rojo</i> (1942), los cuales recomendamos vivamente a todo aquel que pueda adquirirlos o leerlos en alguna biblioteca.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">No compartimos el «unificacionismo» ni el carlooctavismo de nuestro autor, pero lo consideramos <i>pecata minuta</i> dentro de una vida ejemplar al servicio de la Santa Causa de la Tradición española, y no nos queda sino inclinarnos ante su portentosa figura. </div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: left;">En tributo a su memoria, reproducimos a continuación la reseña biográfica que le dedicó su paisano y correligionario, el historiador Enrique Bayerri.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div style="text-align: center;">⚜️ ⚜️ ⚜️</div><br />Monllaó Panisello (José) Nació en Tortosa el 1.º de Julio de 1892. Nadie ignora su infatigable labor periodística en la prensa de Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Pamplona, Tarragona y, sobre todo, en su Tortosa. Pasan de treinta y cinco mil los artículos publicados que abarcan todas las modalidades periodísticas. <p></p><p style="text-align: left;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_I2hIBvPkGWhImQOeHeeresriK9p3O8cpqXdEwtLZr13ctCm6hjnjY8vtfxKFO5C37fpH9qi3OghYs_9hjzSaaL9SBx7qjIpiaJc9pUOB6E1Nf1NXpnzH0G6a5craRQyjHeyAfgAgQrDB/" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" data-original-height="464" data-original-width="343" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_I2hIBvPkGWhImQOeHeeresriK9p3O8cpqXdEwtLZr13ctCm6hjnjY8vtfxKFO5C37fpH9qi3OghYs_9hjzSaaL9SBx7qjIpiaJc9pUOB6E1Nf1NXpnzH0G6a5craRQyjHeyAfgAgQrDB/" width="177" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">José Monllaó Panisello<br />(Tortosa, 1892-1971)</td></tr></tbody></table></p><p>Lleva publicadas las obras <i>Estampas de dolor y de Sangre</i>, 200 páginas (1941); <i>Los bárbaros en Tortosa</i>, 200 páginas (1942); <i>El huelguista</i>, 48 páginas (1918); <i>El voluntario</i>, 56 páginas (1922); <i>Recull de treballs premiats en Jocs Florals y Certamens Literaris</i>, 700 páginas, dos tomos (1929), y otras muchas tiene dispuestas para publicar. </p><p>Ha hecho célebres los seudónimos de <i>Llaonet</i>, <i>Plinio</i> y <i>Dertusano</i>. </p><p>Ha merecido las siguientes condecoraciones : Cruz de Caballero de la Orden de San Carlos Borromeo; Cruz de Caballero de San Raimundo de Peñafort, y Miembro de Honor del Patronato de Buenas Lecturas de Madrid. </p><p>Ha sido galardonado con treinta y siete primeros premios en Juegos Florales y Certámenes Literarios en diferentes provincias españolas, sin contar los muchos accésits y menciones honoríficas. </p><p>Ha sido víctima de tres atentados y varias agresiones, sufriendo heridas de pronóstico reservado, por elementos disconformes con sus campañas católicas y patrióticas. </p><p>Ha sufrido dos destierros gubernativos. Miembro Directivo de la Junta Preparatoria del glorioso Alzamiento Nacional del 18 de Julio de 1936 en las comarcas tortosinas y provincia tarraconense. </p><p>Condenado a muerte por los Comités antifascistas por sus actividades en la prensa y en la tribuna pública.</p><p>Incorporación a las fuerzas nacionales en 18 de Abril de 1938 en que fué liberado, siendo designado representante de Frentes y Hospitales en primera línea de fuego, durante la Batalla del Ebro, y Delegado del Decreto de Unificación en la zona del Delta del Ebro, pronunciando al efecto numerosas conferencias en varias ciudades españolas recién liberadas por las tropas del Caudillo.</p><p>El primero en entrar en Tortosa con las fuerzas nacionales, a las diez de la mañana del día 13 de enero de 1939 en que esta ciudad fué liberada. </p><p>Teniente alcalde y concejal carlista, por elección popular, durante ocho años. </p><p>Jefe de la Minoría de Derechas del Ayuntamiento de Tortosa en los períodos más agitados de 1917 a 1923. Presidente del Comité Tradicionalista, Vicepresidente de la Junta Provincial Carlista. Presidente de la Asociación de la Prensa, Presidente de la Federación Provincial Patronal de Artes Gráficas, Delegado Comarcal de las Margaritas y Presidente del Círculo Carlista.</p><p>Con el título <i>Distinción a nuestro delegado en Tortosa</i>, decía <i>Diario Español</i>, de Tarragona, del día 11 de Marzo de 1955:</p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«El Ministro de Justicia, don Antonio Iturmendi, ha concedido la Cruz de San Raimundo de Peñafort al corresponsal de la Agencia Cifra de Tortosa, don José Monllaó Panisello por sus campañas periodísticas y orales durante cuarenta años en defensa de la religión y de la Patria.—Cifra.</p><p>»La precedente noticia, que nos transmite la Agencia Cifra ha sido acogida en esta casa con la legítima satisfacción de ver distinguido a su dilecto colaborador, el querido <i>Llaonet</i>, jefe hoy de nuestra redacción en Tortosa y el más dinámico representante del periodismo tortosino en este medio siglo. Felicitamos muy cordialmente al señor Monllaó Panisello, cuya constante lucha en favor de la verdad y la justicia obtiene hoy este premio tan merecido.»</p></blockquote><p>De él ha escrito José Querol Voltes, en <i>Diario Español</i>, de Tarragona, del 24 Abril 1957: </p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px; text-align: left;"><p>«Es una de las mejores plumas de nuestros tiempos, tesoneras y muy batalladoras que, a lo largo de cincuenta años de ejercer el periodismo, jamás ha conocido el desánimo ni el descanso. </p><p>»Nuestro inolvidable y eximio escritor tortosino don Francisco Mestre y Noé, refiriéndose al señor <i>Llaonet</i>, le oí decir como si fuera ahora, en tonos muy elogiosos, lo siguiente: <i>Llaonet</i>, por su propio esfuerzo, por su confianza en sí mismo, por su gran espíritu batallador y la seguridad con que estudia y trata los temas periodísticos, nos demuestra que reúne todas las cualidades que constituyen las características del buen periodista.» </p></blockquote><p><br /></p><p>Extraído de <i>Bayerri y Bertomeu, Enrique (1960). Historia de Tortosa y su comarca. Tomo octavo. Págs. 1016-1017.</i></p>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-38116456811522389302021-04-02T07:41:00.000+02:002021-04-02T07:41:01.759+02:00El P. Juan María Solá<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiVautLvmt9TqqaJeV-nfFfBAmBBqONV1_AhQNVPosNT5U3uHjCrkb0AFu9WBSZKxciigxAnjt8E1YsR4Lu29ZLqwsScnZCZ3DjKLJnDsjaPwVy14Rh04sjmfXve_IgJrDeuxGUJPK5R7f/s1600/Juan+Mar%25C3%25ADa+Sol%25C3%25A1.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="549" data-original-width="367" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiVautLvmt9TqqaJeV-nfFfBAmBBqONV1_AhQNVPosNT5U3uHjCrkb0AFu9WBSZKxciigxAnjt8E1YsR4Lu29ZLqwsScnZCZ3DjKLJnDsjaPwVy14Rh04sjmfXve_IgJrDeuxGUJPK5R7f/s320/Juan+Mar%25C3%25ADa+Sol%25C3%25A1.png" width="213" /></a></div>
Tal día como hoy, un 2 de abril de 1937, moría cristianamente en Valencia (en aquel momento bajo dominio rojo) el íntegro y sabio padre jesuita Juan María Solá, natural de Igualada (Barcelona), aunque criado en Zaragoza.<br />
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Amigo leal de la <a href="http://carlismo.es/" target="_blank">Comunión Tradicionalista</a> y autor de numerosas obras de gran erudición, no logró morir mártir de Jesucristo como tantos de sus hermanos en religión, pero moría en santa ancianidad y lleno de merecimientos, que atesoró con una vida intensísima de profesor de Sagrada Escritura y de Retórica, y más tarde de predicador intrépido, en que consiguió merecido renombre en toda España.<br /><br />Su correligionario <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Mar%C3%ADn_del_Campo" target="_blank">Juan Marín del Campo</a>, el célebre «Chafarote» de <i><a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_Siglo_Futuro" target="_blank">El Siglo Futuro</a></i>, que había militado como él del integrismo (cisma en la Santa Causa felizmente superado en 1931) consideraba su pluma a la altura de las principales del Siglo de Oro. He aquí la semblanza que le dedicó en una ocasión.<br />
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<br />Estas cartas son un verdadero panal de rica literatura católica y española; y basta y sobra este botón de muestra para que los que no conozcan al P. Juan María Solá barrunten (si algo les alcanza en achaques literarios) que no es novicio en el arte de escribir, sino padre grave y autor verdaderamente clásico, español por los cuatro costados y católico a machamartillo el que tan formidables, tan católicas, tan españolas, tan clásicas y tan gustosas epístolas escribe.<br />
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El P. Sola es poeta y gran poeta, como lo rezan y cantan sus magníficas odas y sonetos a la Inmaculada, a la batalla de Castelfidardo y al Sagrado Corazón de Jesús; su polímetro castellano a Pío IX, su himno triunfal al Sagrado Concilio Vaticano, su canción al escudo de España, su cantar de gesta o trova en castellano antiguo a la muerte del Rey de Castilla y de León San Fernando, y otras composiciones que pudiera citar fácilmente porque gran parte de ellas las sé de memoria desde que era niño.<br />
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Es también <i>alma hebrea</i>, como llamaba a Fray Luis de León el P. Cámara, y así lo está pregonando a voces la magnífica versión de algunos Salmos de David en rima castellana, versión hecha directamente de la sagrada lengua, versión infinitamente superior a la famosa de González Carvajal, mucho más primorosa que las del citado Fray Luis y no inferior a lo poco, pero bueno y óptimo que conocemos del gran polígrafo y humanista Amador de los Ríos.<br />
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Es políglota insigne, que amén de conocer y hablar como propias las principales lenguas europeas (sin exceptuar la lengua catalana, que estudió y aprendió para saborear a Verdaguer, de quien es devotísimo), sería capaz de terciar en los mismos Diálogos de Platón el divino, y en los muy sabrosos de Marco Tulio Cicerón, allá en las apacibles rusticaciones tusculanas de aquellos ilustres varones Quinto Mucio, Lucio Craso y Marco Antonio.<br />
<br />
Es autor de varios folletos de propaganda católica, entre los cuales sobresalen los dedicados a León XIII y a Pío X sobre los principales errores contemporáneos, y el folleto que escribió a cuento de las Cortes de Cádiz, cuna de aquella dichosa Constitución que nos trajo las gallinas liberalescas, y que nos mandaba a todos los españoles <i>ser justos y benéficos</i>.<br />
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Otrosí es autor de varias obras literarias de muchísima erudición, de mucho gusto, de mucha sabiduría y de mucha enjundia católica, como las que escribió sobre los Catecismos españoles, sobre tos antiguos poetas castellanos que cantaron al Sagrado Corazón de Jesús, como las vidas de San Pedro Claver y del heroico Obispo Orberá, el<i> mártir de Cuba</i>, y como el <i>Romancero y Cancionero </i>eucaristicos, que fue la joya literaria de más erudición, de más alientos y de más quilates que publicó en Valencia el primer Congreso Eucarístico Nacional, de felicísima recordación.<br />
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Finalmente, no tienen número sus homilías, sus discursos, sus <i>lecciones sacras</i>, sus pláticas, conferencias y sermones de misionero.<br />
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Pero el P. Sola, más que nada y más que todo, y sobre todo y ante todo, es el autor insigne, el autor egregio, el autor primoroso y sabio, artista y clásico, del <i>SÉÑERI ESPAÑOL</i>, que vence y pasa de vuelo al original, al Cicerón cristiano, al famosísimo Séñeri de Italia. Por cierto, que entre tantos libros como en el mundo se han escrito sobre <i>Generaciones</i> y <i>Semblanzas</i>, no se encuentra una más primorosa y más perfecta que la magnífica semblanza del P. Pablo Séñeri, pintada de mano maestra por nuestro Padre, en el espléndido frontispicio de ese libro. Aquella luz (diría Menéndez y Pelayo), luz es de Rembrandt.<br />
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Desde los días y desde los libros del P. Granada y de Cervantes no se ha escrito jamás en lengua castellana libro más castizamente clásico que este libro. Y aunque a muchos les sonará a verdadera herejía literaria mi sentencia, afirmo sin recelo de engañarme que el SÉÑERI ESPAÑOL del P. Solá, tanto por el estilo como por el lenguaje (que es de la más rica cepa de Castilla), es superior a todos los libros del P. Rivadeneyra, de Malón de Chaide, de Sigüenza, de Mariana, de Martín de Roa, y de cualquier otro escritor del siglo de oro que no sea Fray Luis de Granada, Miguel de Cervantes, Fray Luis de León o el P. Luis de la Palma, que son los cuatro escritores más excelsos de nuestra espléndida literatura. A todos ellos y a ninguno se parece el P. Solá (<i>facies non ómnibus una, nec diversa tamen</i>), aunque más se parece a los autores ascéticos que a los profanos; pero es todavía más correcto que todos, y hay más abundancia o riqueza de frases castizas en el SÉÑERI que en cada uno de los escritores referidos, si bien es verdad que todas las frases de esa obra se encuentran en el rico tesoro de los innumerables libros de nuestros clásicos. Mas para encontrarlas todas, una por una, sería preciso revolver infinitos volúmenes del siglo de oro, todos los cuales ha leído y releído el P. Sola, y a todos sus auto-res les ha bebido, como dicen, los alientos. Gracias a la vasta lectura, a la feliz memoria y a la tenaz perseverancia del Padre en manejar y revolver día y noche los libros de aquella edad gloriosa (pues en su alma latina y clásica ha estado sonando y resonando siempre el <i>nocturna vérsate manu, vérsate diurna</i>, de Horacio), ha logrado enfrascarse de tal manera en los arcanos del genio de la lengua castellana y ejercitarse en el más cabal y perfecto saboreamiento de la misma, que puede habérselas ventajosamente con la mayor y más sana parte de los más clásicos y sobresalientes escritores del siglo de oro.<br />
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En fin, el P. Sola (y eso vale más que los laureles y triunfos literarios) ha peleado siempre y en todas partes las batallas del Señor <i>opportune et importune</i>, como decía con sublime ironía el Apóstol de las Gentes; ha predicado infinitas veces contra el Liberalismo y contra todos los errores modernos; ha sido notado de temerario o imprudente por los prudentes del mundo, del demonio y de la carne; ha sufrido persecución por la justicia; ha sido verdadero hijo de San Ignacio y buen soldado de su militante Compañía, y soldado de tan recio temple como los antiguos Padres <i>Campiano, Personio y Canisio</i>, como los llamaba tan españolísimamente nuestro clásico Padre Rivadeneyra.<br />
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En la escuela literaria, católica, apostólica y romana del mismo P. Sola se han criado, unos desde niños y otros desde jóvenes, algunos de los que andamos en estas andanzas de la BIBLIOTECA. Y aun alguno de nosotros, en medio de las borrascas de la vida, ha oído también, de los labios de ese discípulo y apóstol de JESUCRISTO, palabras verdaderamente celestiales, anuncios hechos solemnemente en nombre de Dios, y que luego, al pie de la letra y con mucha consolación del alma, se han cumplido. Razón será, que a ley de honrados, demos aquí fiel testimonio de verdad y de gratitud.<br />
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Juan Marín del Campo (7 de diciembre de 1923). «<a href="http://www.navarra.es/appsext/bnd/GN_Ficheros_PDF_Binadi.aspx?Fichero=BGN00CD-0_302_19230690_0000000410.pdf" target="_blank">Semblanza literaria del Padre Solá</a>». La Avalancha: 267-268.Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1486449458670030107.post-91276621274090751672021-03-14T08:00:00.098+01:002021-03-14T08:00:01.130+01:00Cartas a un preguntón: Carta décimosegunda<p style="text-align: right;">por <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Sarradell" target="_blank">Enrique Sarradell Pascual</a>, 1948</p><p><b>CARTA DÉCIMA SEGUNDA </b></p><p><b><i>Resumen y compendio de este epistolario. - Si le ha faltado gracia al propósito, es de presumir que no está exento de razón. - Si el deber es cumplido huelga el elogio. - Envío a la juventud. </i></b></p><p>Mi querido amigo: </p><p>Es tiempo ya de cerrar nuestra correspondencia en un resumen que podría haberlo sido de obra de mayor extensión y mejor provecho, pero suficiente, para nuestros particulares puntos de vista, suscinta y lealmente expuestos en estas, medio figuradas y medio auténticas, interferencias espirituales. Primero creé una ficción, que prendió como la estopa de la gracia en el cuerpo social representado por esos amigos que, verbal y epistolariamente, se han puesto en el lugar de mi interlocutor legendario.</p><p>Me cabe, al final de mi trabajo, la afectuosa satisfacción de haber podido despertar reacciones espirituales y patrióticas, a las que mi fe iba en zaga. </p><p>He removido el poso y la amnesia que cubrían de costra infecta, leales sentires y no menos sinceros presentimientos de espiritualidad, que la prueba del dolor cribó, para que descendiesen prejuicios arraigados y ascendieran aquellos valores fraternos en todo corazón subsistentes. </p><p>Con espíritu crítico, exento —por lo menos en intención— del morbo vengativo, he tratado, a base de experiencia y contraste, una serie de te-mas a cual más actual, en razón de las circunstancias especiales en que vivimos. </p><p>Sé la gran responsabilidad moral e histórica que contraigo en el instante mismo que escribo, ya que día vendrá, lo intuyo por anticipado, que los historiadores del momento actual, buscarán espíritu y materia en lo escrito ahora, paradójica y anecdóticamente incongruente, pero constructivo; por ello, he procurado dar a mis cartas el tono real, aún a costa de superar evocaciones más hondas, con la predisposición, adrede, de que mis futuros colegas en el examen y análisis, comprendan el auténtico sentir español en el ciclo de libertad para la expresión de la bondad, la justicia y la belleza espiritual. </p><p>De una ficción epistolar ha nacido una comunidad de ideas y sentimientos, que presumí, no alcanzar cierta, en mi propia mediocridad.</p><p>Es el mejor éxito para un escritor, que, como yo, procura no tener en las públicas manifestaciones, ángulos obtusos, sino circunferencias lisas y claras, en el destino para la recuperación espiritual.</p><p>Mis horas de insomnio y desvelo, devorando páginas y apretando los dientes al dolor de sacrificios innúmeros, bien valen la satisfacción de creerse comprendido y estimulado. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg685_F0pF2EztL3-lfG_ikSAwOqpRT3dKB35qVCDie1i4fI-pkCl1A6Q_chaVOjVu2En1HQJBy657PtzrLtg_JJPJx09kYi6VDvGJE6LCw6bLhKurywR9RjWJouy6XMMzTnJTkg9drAw/s789/12345828248.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="789" data-original-width="506" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg685_F0pF2EztL3-lfG_ikSAwOqpRT3dKB35qVCDie1i4fI-pkCl1A6Q_chaVOjVu2En1HQJBy657PtzrLtg_JJPJx09kYi6VDvGJE6LCw6bLhKurywR9RjWJouy6XMMzTnJTkg9drAw/s320/12345828248.jpg" /></a></div><p>Como en un cortometraje he sintetizado el comentario agudo —noble y leal, empero—, de situaciones morales, espirituales y patrióticas en los tres períodos de agudización psíquica de nuestro pueblo, cuales son, los prolegómenos de la guerra, en la guerra misma y el actual momento revisionista y constructivo, en el interior, pero grave en el exterior. </p><p>Si no he prosperado en el empeño, no ha sido por falta de voluntad, sino de méritos; la vasticidad de los puntos tratados hubieran exigido pulsaciones de artista en el telar armonioso del arpa y, no nuestro vulgar rasgueo de ciego en vihuela vieja. Carezco de la palabra rimada pero no me faltan los impulsos cerebrales. </p><p>Al hombre de la calle no se le puede exigir más —aunque su pretensión sea osada— si logra percibir sentires y quereres y convertirlos en dolores y suspiros del alma, aunque sea sin poesía ni arquitectura en el dominio de lo bello. </p><p>Para comprenderse, unos corazones de otros, es suficiente esta condición precisa; comprenderse superando todo obstáculo interesado.</p><p>De entre los que han logrado, con un esfuerzo de voluntad, trasponer la lectura de la penúltima carta, que te dirijo, los habrá que, rebuscadores y catadores de miel, no capten la bondad del aguijón defensivo de la abeja y osen aplastarla, aunque... les dé miel; otros no estimarán la prosa, por eso, por ser todo ello prosa vulgar auténtica; tú y el pequeño cenáculo de amigos habréis dicho: ¡Es el de siempre! </p><p>Sí, mi querido amigo, soy el de siempre, porque por acomodo espiritual no puedo ser de otra manera. </p><p>Cuando exaltamos virtudes o cuando afeamos defectos —sin exceptuar los nuestros propios— no nos fijamos jamás en el sujeto físico, sino en el complejo moral que entierra el individuo. Por imposición temperamental reducimos cuanto podemos aquellas situaciones que obligan decir palabras inútiles o frívolas y sonreir, o fingir que se sonríe, «Disimular atrevidamente el dolor bajo apariencias de alegre desenfado». (1)</p><p>Exaltados por el misticismo católico y español, detestamos la hipócrita enjabelgación externa, porque vivimos muy a gusto al calor de nuestra abstracción interior. Puede que estas cartas, a ti dirigidas, mi querido amigo, sean un retrato moral del autor; frío y ceñudo de rostro, pero que siente fuego en el corazón y caricias de besos en el alma, porque la posesión de los Ideales eternos de la España Católica e Imperial, son aquello, fuego y caricias. Todo lo demás, esto: bilis, asco y rencor. </p><p>Todos los hombres, sea cual sea nuestra condición, tenemos ante Dios y la sociedad una responsabilidad proporcionada. Tu libre albedrío en lo moral y espiritual, si delinques, no tendrá atenuante ni coartada que te exima del juicio inexorable de Dios y de la moral cristiana estricta. </p><p>En la porción de responsabilidad que me incumbe no omito, jamás, la obligación de mantener encendido el fuego sagrado de la exaltación idealista entre mis amigos y, por extensión proselitista, hasta donde alcanza mi propia acción. </p><p>Proscriptos incluso, la voz ingrávida del alma ha hendido el tiempo y el espacio. «En la vida casi siempre, en definitiva, se impone la justicia inmanente». (2)</p><p>A nuestra veteranía luchadora, la disciplina patriótica, que se semeja, a imposición, como un magisterio emocional, le incumbe un deber que en mezquina fracción hemos cumplido, escribiéndote estas Cartas. </p><p>Ese deber es para la juventud que actualmente se forja en la austera milicia de la nueva España. </p><p>Los que de la juventud hicimos un haz de santas preocupaciones católicas y españolas; —tú eres testigo de excepción— los de nervios en tensión y el ansia a flor de labio con la fe puesta en un porvenir mejor, plena, nuestra vibración de apetencias providencialistas que no podían comprender los hombres de poca fe, por miopía exacerbada, tenemos derecho a exprimir sobre el alma juvenil las acideces de la experiencia, las enseñanzas de la observación y toda la gama luminosa de nuestras almas, para el triunfo virtual, que con esfuerzo solidario, hemos obtenido sobre la Anti España. </p><p>Tú, ente de leyenda, hecho carne, hijo de la ficción, convertido en sujeto tangible, real y discerniente, has sido colaborador espontáneo y consciente de esta obra que, si carece de mérito, nadie puede discutirle empero, una virtud; la sinceridad en las apreciaciones y nobleza en la contendencia. </p><p>Atentamente te saluda con deseo de que Dios te guarde. </p><p><br /></p><p><span style="font-size: x-small;">(1) José Antonio Primo de Rivera. </span></p><p><span style="font-size: x-small;">(2) Conde de Romanones. </span></p>Sixtíhttp://www.blogger.com/profile/17523730468438198625noreply@blogger.com0