Horrorosa matanza de tradicionalistas
escrito por José Monllaó «Llaonet»
José Monllaó Panisello «Llaonet» (1892-1971), incansable periodista carlista de Tortosa y todo un héroe de la Santa Causa. |
Ignoramos si cayó o no en poder de los Comités marxistas ninguna lista de los asociados al Círculo Tradicionalista. Creemos que no, por cuanto se tomaron bien todas las disposiciones para que así no fuera. No podemos imaginarnos tampoco que entre los que concurrían al Círculo hubiera ningún chivato. Sabemos también que ninguno de los jóvenes requetés que fueron violentados por los justicieros y ajusticiadores rojos desplegó los labios para acusar y delatar a ningún correligionario; supieron todos morir como unos héroes, como verdaderos descendientes de los que durante más de cien años sacrificaron vidas y haciendas por el honor y por el triunfo de la Causa.
No obstante, los que pertenecían al Partido Tradicionalista y estaban inscritos en las listas de asociados al Circulo fueron los que sufrieron mayormente las iras y el furor de los izquierdistas revolucionarios.
El pariente marxista del correligionario Sr. Verdal dijo verdad al asegurarle que la mayoría o la totalidad de los asociados a dicho Centro serían asesinados, por cuanto de ellos se hizo una horrorosa matanza.
El cronista recuerda en estos momentos, y ha podido comprobar, que fueron villanamente asesinados los siguientes, en los primeros meses del movimiento; y aun tememos omitamos alguno:
D. Jorge Abad Pérez
» Juan Arasa Puvill
» Pedro Ardit Aragonés
» José Arnau Mola
» Domingo Audi Panisello
» Manuel Beltrán Valldepérez
» Juan Benaiges Nivera
» Luis Canivell Curto
» José Casanova Baiges
» David Catalá Solá
» Antonio Cerveto Riba
» Ramón Albacar Nicolau
» Bartolomé Arbona
» José Ardit Altadill
D.ª Carmen Audí Forés
D. Manuel Bau Vergés
» Adolfo Bellés Ebrí
» Juan Calderó Escurriola
» José Capdevila Nebot
» José Casanova Ferrando
» Enrique Cervera Lleixá
» Luis de Cruells Ayguavives
» Luis de Cruells Aragonés
» Luis de Cruells Martí
» José Chavarría Cortiella
» Ramón Ejarque Ulldemolins
» Manuel Esteve Monfill
» Manuela Estrada Arasa
» Cristóbal Falomir Villarrocha
» Daniel Ferreres Ferreres
» Ramón Flors Gómez
» Manuel Gordon Picardo
» Hilarión José Solé
» Segismundo López Serrano
» Antonio Marca Odena
» José Matamoros Sancho
» Ramón Monfort Ferrando
» Enrique Mur Brull
» Ramón Ortiz Andreu
» Enrique Pedret Tejedor
» José Querol Piñol
» Ignacio de Ramón Salvador
» Daniel Rodríguez Balagué
» José Sol Altadill
» Mateo Valldepérez Tafalla
» Luis Vergés Freixa
» Antonio de Wenetz Piñol
» Antonio de Cruells Martí
» Ramón de Cruells Martí
» Manuel Duart Palomar
» Joaquín Escorihuela Mateu
» José M.ª Estrada Arasa
» Juan Fabra Miralles
» Manuel Ferré Solares
» Felipe Forés Omasqué
» Bernardo Frasno Peñarroya
» Julián Hierro Calsapeu
» Julián Lavega
» Luis Llasat Durán
» José Marín Subirats
» Baldomero Mola Pedro
» Fausto Muñoz Llombart
» Francisco Olesa Homedes
» Luis Panisello Martí
» Juan Piquer Valenzuela
» Ramón Ramírez Miravalls
» Ismael Rius Ferrando
» José Sabaté Abarcat
» José Tafalla Botella
» Manuel Valls Segura
» Juan Vidal Galindo
» Emilio Lucía Izquierdo
Todos dieron gustosos la vida por el Ideal y en los últimos momentos tuvieron presente las «Ordenanzas del Requeté»: «Dar la vida por la Causa es el acto más fecundo y el sacrificio más útil»; «Ante Dios nunca serás héroe anónimo»...
Tampoco nosotros les hemos olvidado y elevamos gratamente nuestras fervorosas oraciones al Señor para que les tenga en su Santo Seno...
Los miserables que les sacrificaron creían que con su muerte acabarían con los caballeros del Ideal...
Ya habrán podido darse cuenta con el triunfo de las gloriosas armas nacionales, que el sacrificio de nuestros mejores no ha sido estéril. Ellos desde el Cielo nos dieron valor y fortaleza para lograr el triunfo definitivo para la salvación de España...
—=—
Los Bárbaros en Tortosa (1942), increíble libro en el que Llaonet narró la matanza de carlistas y católicos en Tortosa y sus propias peripecias durante los meses que estuvo atrapado en la zona roja. |
Muchos fueron los jóvenes tortosinos villanamente asesinados en los frentes rojos por sus convicciones católicas y nacionales, convicciones que no negaron ni un momento. Prefirieron morir lanzando vivas a Cristo Rey y a España antes que ayudar con sus esfuerzos a los viles que nos deshonraban. Prefirieron sucumbir asesinados traidoramente por la espalda cuando acudían con el corazón anhelante a engrosar las filas de los soldados del Caudillo, abandonando las de los verdugos de nuestras sacrosantas tradiciones. He ahí un oficio que bien puede ser calificado de histórico, a la vez que de timbre de gloria, de cómo murió un requeté tortosino. Y como éste, todos los requetés y jóvenes educados en el amor a los más sublimes ideales:
«42 DIVISIÓN
BÓN. DE AMETRALLADORAS 42
Comisariado
—
Sr. D. José Valls Durán
Tortosa
Por el presente, y en contestación a la suya de 12 del actual, debo comunicarle que según los informes que obran en mi poder, el soldado Manuel Valls Segura, de la 3.ª Compañía, murió el día 28 de septiembre del corriente año cuando, inconsciente de los deberes que todos tenemos en estos momentos para con nuestra patria, intentaba pasarse al enemigo.
Siento mucho tenerles que dar estas noticias y sinceramente debo confesarle que dicho soldado no se portó con la nobleza y gallardía con que se portan los soldados de la República.
Su acto, lamentable en todos los conceptos, fué la demostración de que sus sentimientos no estaban a la altura de los momentos históricos que vivimos y que sentía atracción hacia los traidores que desencadenaron la horrible guerra que desangra a España.
Lamento mucho lo ocurrido. Le saludo deseándole muchos años de vida para bien de la República y de la Libertad.
P. C. 29 de noviembre de 1938.
El Comisario,
R. VIZCAÍNO
(Hay un sello que dice: República Española.—42 División.—Comisario.—Batallón Especial).»
¡El requeté Manuel Valls Segura «sentía atracción hacia los traidores», confiesa el Comisario rojo; sentía atracción hacia los que estaban reconquistando el suelo patrio... y se disponía a unirse a ellos para ofrecer su sangre y su vida por el Ideal que siempre había sustentado!
¡Así pensaban, así procedían y así morían todos los jóvenes inspirados en nuestras doctrinas!
¡Gloria eterna para ellos!
José Monllaó Panisello (Llaonet): «Los Bárbaros en Tortosa. Recuerdos e impresiones de un perseguido en el infierno rojo» (1942), págs. 55-58
José Matamoros Sancho falleció en junio de 1937 de cáncer.
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